els Governs de la península aràbiga planten Obama

El empeño del presidente de EE.UU. en llegar a un acuerdo con Irán para evitar que consiga la bomba atómica le costó un disgusto con Israel, y ahora le cuesta otro con los aliados del otro bando: Arabia Saudí y las monarquías del Golfo. Obama había invitado al nuevo rey saudí, Salman, a la Casa Blanca esta semana y había convocado una cumbre con el resto de jeques y emires del Golfo en Camp David. Todo estaba confirmado el viernes, pero el domingo Salman decidió plantar a Obama. Y lo hizo público unas horas después de haber confirmado su asistencia al secretario de Estado. El pretexto es un alto el fuego en Yemen, pero el desaire ha sido interpretado unánimemente como un toque de atención ante el acercamiento de Washington a Teherán, el rival chií de las monarquías suníes. Salman ha delegado en dos príncipes herederos, los ministros de Interior y el ministro de Defensa. Al plantón de Salman se han apuntado la mayoría de los jefes de Estado de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo: Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar y los Emiratos. 12-V-15, lavanguardia