les Pussy Riot ja són fora de la presó (que no és el mateix que "en llibertat")

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    Nadezhda Tolokonnikova i Maria Aliójina, les dues integrants del grup reivindicatiu rus que encara eren a la presó, ha quedat aquest dilluns en llibertat

 

Nadezhda Tolokonnikova, l'última integrant del grup punk rus Pussy Riot, ha sortit aquest dilluns de la presó només hores després que ho fes la també integrant d'aquest conjunt musical reivindicatiu, Maria Aliójina.

Les dues han estat empresonades gairebé dos anys i han estat posades en llibertat per l'amnistia general que va entrar en vigor a Rússia la setmana passada, segons ha informat el seu advocat.

"Maria Aliójina està en llibertat. Tots els documents han estat formalitzats i signats", ha dit a l'agència oficial russa RIA Nóvosti Piotr Zaikin, defensor de la Pussy Riot. Ha afegit que aquest matí, en presència seva, s'ha comunicat a la seva defensada que quedava en llibertat.

"Masha −diminutiu de Maria− ha sortit de la presó a les 09.10 del matí −les 6.10, hora catalana−. Ara va en cotxe amb l'advocat Piotr Zaikin a l'estació per viatjar amb tren cap a Moscou", ha dit a l'agència Interfax Piotr Verzílov, marit de Nadezhda Tolokonnikova.

Aliójina complia la seva pena en una presó de la regió de Nijni Nóvgorod, a uns 400 quilòmetres a l'est de Moscou.

Una pregària punk

Tres integrants de Pussy Riot, Tolokonnikova, Aliójina i Samutsévich, van ser condemnades a dos anys de presó després d'escenificar al febrer del 2012 una pregària punk a la catedral de Crist Salvador de Moscou contra el president de Rússia, Vladímir Putin.

Les integrants del grup van declarar que la seva acció tenia finalitats polítiques i que no es dirigia contra els creients ortodoxos.

Samutsévich va quedar en llibertat condicional l'octubre del 2012 per decisió del tribunal municipal de Moscou.

 

Las activistas rusas Maria Aliojina y Nadezhda Tolokonnikova, de la banda de música punk Pussy Riot, abandonaron hoy sus respectivas prisiones en Siberia. Maria Aliojina salió del campo de detención en Nishni Novgorod, donde purgaba una condena de dos años por "bandolerismo". Por su parte, Nadezhda Tolokonnikova, condenada por "gamberrismo motivado por odio religioso", abandonó la cárcel de Krasnoyarsk, al grito de "¡Rusia sin Putin!".

Las jóvenes, de 24 y 25 años, fueron condenadas después de que criticaran al presidente Vladimir Putin durante una "oración punk" en la catedral moscovita de Cristo Salvador.

Las activistas fueron indultadas en virtud de una amnistía masiva decretada por Putin y aprobada la semana pasada por la Duma Estatal, la Cámara baja del Parlamento ruso.

Aliojina calificó la amnistía anticipada como un "truco de relaciones públicas" y dijo que se habría negado a salir de la cárcel si esa hubiera sido una opción. "No creo que se trate de un acto humanitario", opinó Aliojina sobre la amnistía, en declaraciones a la cadena de televisión rusa Dozhd. "Creo que se trata de un truco de relaciones públicas", agregó.

Testigos dijeron que Aliojina se veía espabiliada y de buen humor cuando salió del campo de detención. La joven mujer se reunió inmediatamente con abogados de la organización defensora de los derechos humanos "Comité en contra de la tortura".

El indulto de Putin benefició el pasado viernes también a su archienemigo Mijail Jodorkovski, quien pasó diez años en prisión. El ex magnate multimillonario y ex presidente del grupo petrolero ruso Yukos viajó de Moscú a Berlín, donde se reunió con su familia.

A diferencia de Jodorkovski, las activistas de Pussy Riot se habían negado a presentar a Putin una solicitud de indulto. El Kremlin considera tales peticiones como una confesión.

Varios políticos, artistas y defensores de los derechos humanos en todo el mundo habían exigido reiteradas veces la puesta en libertad de las dos mujeres.

En virtud de la amnistía decretada por Putin recobraron también su libertad algunos opositores detenidos durante los violentos disturbios que precedieron a la toma de posesión del presidente, el 6 de mayo de 2012.

También fueron sobreseídos los juicios contra 30 activistas de la organización ecologista internacional Greenpeace que habían sido detenidos durante una protesta contra perforaciones petrolíferas rusas en el Ártico.

Los observadores interpretan los indultos como una concesión del Kremlin para evitar un boicot de los Juegos Olímpicos de Invierno que comenzarán el 7 de febrero en Sochi. Varios políticos habían cancelado su asistencia a los juegos en señal de protesta por la situación de los derechos humanos en Rusia.

23-XII-13, elmundo