(Birmània, amb Xina de fons) Aliança de la Germandat vs Tatmadaw

Aliança de la Germandat vs

Efe

La Alianza de la Hermandad, conformada por tres poderosas guerrillas que actúan en el noreste de Birmania, atacó varias posiciones ocupadas por el Ejército en el estado Shan y anunció que se levanta en armas contra la junta militar.

Esta alianza, integrada por el Ejército Arakán (AA), el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA) y el Ejército para la Alianza Democrática de Birmania (MNDAA), lanzó desde primeras horas del viernes una ofensiva simultánea contra varios objetivos y bases militares en algunas ciudades cerca de la frontera con China.

En un comunicado, el MNDAA, compuesto por la etnia Kokang, subrayó que "las fuerzas unidas" tienen por objetivo "erradicar la opresión de la dictadura militar", una aspiración "compartida con todo el pueblo birmano". 

Aseguran que controlan pasos estratégicos para el comercia con China

 

"Nuestros objetivos principales son el deseo de salvaguardar las vidas de los civiles, hacer valer nuestro derecho a la autodefensa, mantener el control sobre nuestro territorio y responder a los continuos ataques de artillería y aéreos perpetrados por la junta militar", apunta el grupo rebelde.

En comunicados separados los otros grupos también reivindicaron los mismos objetivos, además de "erradicar" las mafias ilegales y las compañías fraudulentas de juego online asociadas con la junta militar y que anidan cerca de la frontera con China.

En fotografías y videos compartidos por los rebeldes en las redes sociales aseguran haber abatido un número indefinido de soldados birmanos y tomado el control de edificios oficiales en ciudades como Muse, Lashio o Chin Shwe Haw, estratégicos pasos para el comercio con la vecina provincia china de Yunan.

Jordi Joan Baños 

El general Zaw Min Tun, portavoz del gobierno militar, reconoció en una entrevista con el medio promilitar NP News que ciudades en el norte del estado de Shan habían sido atacadas y que efectivos militares habían muerto, sin precisar un número.

Este nuevo frente de combate, que se suma a los enfrentamientos a lo largo del país con otras guerrillas étnicas o las fuerzas creadas por la oposición democrática al golpe de Estado de febrero de 2021, crea un importante reto para la junta militar, que desde la asonada se ha mostrado implacable con la disidencia.

Según analistas especializados en el conflicto birmano, la Alianza de la Hermandad cuenta con unos 15.000 combatientes y un destacado arsenal de armas, la gran mayoría de fabricación china -país con el que miembros de la alianza mantienen buenas relaciones, al igual que la junta militar-.

Por su parte, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), conformado tras el golpe por políticos y activistas prodemocracia y que reivindica ser el gobierno legítimo del país, anunció que su brazo armado -la Fuerza para la Defensa del Pueblo (PDF)- "unirá fuerzas" y participará "de manera activa" con la Alianza de la Hermandad.

La Alianza de la Hermandad cuenta con unos 15.000 combatientes

 

"Ha llegado el momento de que todas las organizaciones étnicas revolucionarias, las PDF y el pueblo se comprometan plenamente en la eliminación de la dictadura militar", apuntó en un comunicado el NUG.

El golpe de Estado de 2021 ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.

Según el último recuento de la Asociación para la Asistencia de los Prisioneros Políticos (AAPP), una oenegé local, 19.632 prisioneros políticos continúan detenidos y 4.160 personas han fallecido en manos de las fuerzas armadas desde el golpe.

 

La junta militar birmana y las guerrillas firman un alto el fuego por mediación de China

Tras tres meses de ofensiva

Las armas callan con efectos inmediatos según el acuerdo sellado en la ciudad china de Kunming 

La diplomacia china se ha anotado un nuevo éxito este viernes, al anunciar un alto el fuego en Birmania entre el ejército y la alianza de guerrillas, nuevamente a la ofensiva desde octubre pasado. Representantes de ambos bandos se habrían reunido entre el miércoles y el jueves en Kunming, capital de la provincia fronteriza china de Yunnan, a instancias de Pekín. La noticia de la tregua, de "efectos inmediatos" ha sido difundida por sorpresa por la portavoz del ministerio chino de Exteriores, Mao Ning, durante su alocución de los viernes. 

Según Mao, tanto los militares birmanos como las tres guerrillas étnicas asociadas habrían acordado "parar los combates y resolver las disputas a través del diálogo". Asimismo, unos y otros se habrían comprometido a respetar la integridad de personas e intereses chinos, una semana después de que un obús perdido provocara víctimas en el lado chino de la frontera.

A mediados de diciembre ya hubo un intento fallido de alto el fuego, también por mediación china. Aunque China es el gran aliado de la junta de Birmania-como también lo es del vecino Laos- las autoridades de Pekín han dado muestras de estar perdiendo la paciencia con los generales birmanos. Un importante motivo de fricción es el cobijo que han encontrado en su lado de la frontera -nominalmente bajo protección gubernamental- milicias afines que controlan casinos deslumbrantes y burdeles para turistas chinos y, sobre todo, operaciones de ciberfraude telefónico y electrónico a escala industrial contra sus ciudadanos.

Los militares birmanos recuperaron las riendas del poder con un golpe de estado en 2021, alegando que el partido gobernante, encabezado por la Nobel de la paz Aung San Suu Kyi, había dado un pucherazo. En octubre pasado, una alianza de narcoguerrillas inició su mayor ofensiva desde entonces, con algunos golpes de efectos iniciales. Estos prácticamente coincidieron con las primeras maniobras navales conjuntas de la marina rusa con la birmana, frente a las costas de la antigua colonia británica.

Aunque la junta militar birmana acumula motivos para merecer el desprecio de Occidente, lo cierto es que los motivos últimos de las guerrillas "étnicas" están más relacionados con el control del narcotráfico que con cualquier ideal político y mucho menos democrático.

Por ejemplo, el Ejército para la Indepencia Kachín (KIA) es desde hace décadas un actor clave en el tráfico de drogas con destino a India y más allá. La "Flor de Shan", una droga varias veces más adictiva que la heroína por su mezcla opioides con metanfetaminas, es el último dolor de cabeza de los servicios sociales y sanitarios de los estados fronterizos del nordeste indio, con un largo reguero de muertos. 

Aunque durante las dos últimas décadas las guerrillas "étnicas" se habían reconvertido a la producción de drogas sintéticas, la práctica erradicación de la adormidera en Afganistán por parte de los talibanes ha devuelto al estado birmano de Shan su condición de capital mundial de la producción y exportación de opio y heroína.

A guerrillas de larga trayectoria, como la de los citados cristianos kachín, se han asociado otras de dudosa filiación, como el supuesto Ejército de Arakán, a muchas docenas de kilómetros del territorio habitado por la etnia que dice representar. El éxito más sonado de esta extraña ofensiva habría devuelto la capital de Kokang al autodenominado Ejército de la Alianza Democrática de Birmania, la misma guerrilla mafiosa que controlaba la ciudad hasta hace quince años, cuando se la arrebató el general que hoy dirige Birmania. 

Un desenlace no necesariamente indeseable para Pekín, harta como se ha dicho del florecimiento del ciberfraude en esta ciudad fronteriza, en la que por otro lado se habla mandarín y se paga con yuanes, como en la franja controlada por la guerrilla wa, no menos cercana a China. 

La Alianza de la Hermandad, que ahora fuma la pipa de la paz, está formada concretamente por Ejército Arakán, el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang  (de la minoría Palaung de Shan) y  el Ejército de la Alianza Democrática de Birmania.

En la capital, Naypyitaw, el jefe de la junta militar, General Min Aung Hlaing (derecha) recibió este mismo miércoles a un enviado especial de ASEAN, la asociación de diez estados del sudeste asiático de la que forma parte Birmania. 

Según los medios birmanos de oposición The Irrawaddy y DVB, a las conversaciones asistieron el general Min Naing en representación de la junta militar, el representante especial de China para Birmania, Deng Xijun, y delegados de las tres guerrillas.

La Alianza de la Hermandad lanzó en octubre la Operación 1027, en referencia a la fecha de inicio de la ofensiva, en Kokang. Esta  luego se extendió por varios puntos del país con el apoyo oportunista de otros grupos rebeldes, como la citada KIA e incluso, supuestos milicianos de las fuerzas democráticas nuevamente ilegalizadas. O por lo menos, así lo vendieron los hiperactivos medios digitales de la "resistencia" en el exilio, tras algunos éxitos primerizos, debidamente magnificados. A juzgar por estos medios, los días de la junta militar estaban contados, pero observadores sobre el terreno dan cuenta de una realidad muy distinta. 

Aun así, los grupos rebeldes aseguran haberse apoderado de dos docenas de municipios en distintas zonas, incluida Laukkai, la capital de Kokang, donde está en juego el control de decenas de casinos y también punto de paso de importaciones y exportaciones chinas. 

En cualquier caso, la situación económica en Birmania -y no solo política- es muy poco halagüeña. Millones de sus ciudadanos han emigrado irregularmente a Tailandia en los últimos años, para ejercer trabajos no cualificados. 

Asimismo, a finales de la década pasada, tras una cadena de atentados yihadistas que desencadenó una respuesta masiva e indiscriminada por parte del Tatmadaw birmano, más de medio millón de musulmanes bengalíes con décadas de residencia en el estado birmano de Arracán -los autodenominados rohiñás- también emigraron -o regresaron- a Bangladesh, donde la mayoría de los cuales malvive en campos de refugiados de Chittagong, donde se habla su mismo dialecto.  Hoy son casi un millón. 

Cabe añadir que un portavoz del Ejército de Liberación Nacional Ta'ang habría confirmado a la agencia France Presse el alto el fuego de esta semana, que incluiría la reapertura del comercio transfonterizo allí donde había sido bloqueado.

Asimismo, dos ciudades tomadas por la citada Alianza, Hopang y Panglong, habrían sido cedidas en los últimos día al Ejército Unido del Estado Wa, una narcoguerrilla excomunista muy bien pertrechada y prácticamente soberana sobre su territorio, pero que mantiene buenas relaciones tanto con el estado birmano como con el estado chino.

El acuerdo de esta semana también ha sido confirmado por el general birmano Zaw Min Tun, por lo que las andanadas de artillería y bombardeos aéreos registrados hasta ayer mismo en Shan y Arracán quedan suspendidos. 

Cabe decir que el viceministro chino de Exteriores, Sun Weidong, había visitado Birmania a principios de mes para pedirle al general Min Aung Hlaing que hiciera más para poner fin a las operaciones de ciberfraude desde territorio birmano. El año pasado, Pekín obtuvo la extradición de 41.000 estafadores, acusados de apropiarse con engaños de sumas equivalentes a miles de millones de euros. Se trata de un problema compartido en todo el sudeste asiático. 

Por último, China promete seguir jugando un papel constructivo y confía en que ambas partes respetarán el acuerdo y ejercitarán la máxima contención, según Exteriores. Aunque el conflicto en su frontera birmana no está desactivado, el gobierno chino puede concentrarse este fin de semana en el desenlace del pulso electoral al otro lado del estrecho de Formosa

Hace menos de un año, la diplomacia china estuvo detrás de otra reconciliación que parecía imposible, al reunir en Pekín a representantes de Irán y Arabia Saudí. Este mismo año, ambos formalizarán su ingreso en los BRICS, foro multinacional en el que China es la mayor potencia.