Qui són els hutis del Iemen?

16 noviembre, 2023, EOM
La guerra civil de Yemen enfrenta al Gobierno suní y a los hutíes, un movimiento chií zaidí que controla ‘de facto’ la capital, Saná. Este conflicto ha creado la mayor crisis humanitaria del mundo

Los hutíes son un movimiento político y armado chií zaidí que se opone al Gobierno suní de Yemen. Se autodenominan “Ansarolá” (‘partidarios de Dios’ en árabe) y surgieron en los años noventa como reacción al creciente poder de Arabia Saudí en el resto de la península arábiga y por las malas condiciones de vida. Su objetivo es recuperar el poder que perdieron en 1962. En 2014 establecieron un Gobierno autónomo de facto en Saná, la capital yemení, y desde 2016 controlan el noroeste del país.

El nombre “hutíes” procede del primer líder del movimiento, Huseín al Huti. Sus miembros practican el zaidismo, una rama del islam chií, aunque no los apoyan todos los zaidíes, un 35% de la población yemení. Mientras que el zaidismo predomina en el norte de Yemen, el Gobierno suní controla el sur del país, donde a su vez organizaciones salafistas como Al Qaeda dominan algunas zonas.

Esta división religiosa ha determinado los apoyos externos en el conflicto. Por un lado, Arabia Saudí apoya al Gobierno yemení. La principal potencia suní quiere mantener la paz en la región y en su frontera, atacada varias veces por los hutíes. Por otro lado, Irán apoya a los hutíes por su interés estratégico en la región como potencia chií, y niega las acusaciones de Estados Unidos y Arabia Saudí de darles armamento.

Los hutíes en el conflicto de Yemen

Las demandas hutíes comenzaron en los años noventa, cuando el líder político Huseín al Huti criticó al Gobierno por corrupción y demandó mayor autonomía política para los zaidíes. La respuesta del entonces presidente Alí Abdalá Salé fue reprimir las manifestaciones antigubernamentales a principios de los 2000. Así, en 2004, los hutíes se levantaron contra el Gobierno de Salé y Al Huti fue asesinado. Tras esta derrota del movimiento y hasta 2010, los hutíes se enfrentaron hasta cinco veces con el Gobierno yemení.

Con las revueltas árabes en 2011, las protestas en Yemen se organizaron contra la corrupción del Gobierno, exigiendo la dimisión de Salé. Éste se ofreció a dimitir, pero se negó a último momento. La oposición atacó la capital, dando comienzo a la Revolución yemení hasta el año siguiente. Salé acabó transfiriendo el poder a su vicepresidente, Masur al Hadi. Para 2014 los hutíes habían conseguido expulsar a los grupos salafistas del norte del país y avanzado hacia Saná. Ese año tomaron la capital, disolvieron el Parlamento y en 2015 formaron un Comité Revolucionario para establecer un sistema de gobierno autónomo de facto.

Desde entonces, la guerra civil de Yemen adquirió un tinte regional. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos formaron una coalición para devolver a Al Hadi al poder. Esta coalición llevó a cabo bombardeos e intervenciones terrestres. El expresidente Salé lo vio como una oportunidad para volver a gobernar y se alió con los hutíes. Juntos continuaron su avance hacia el sur, pero en 2017 Salé anunció el fin unilateral de la alianza y su acercamiento a Arabia Saudí. Dos días más tarde, los hutíes lo asesinaron. Desde entonces han realizado ataques tanto contra las tropas de Al Hadi como contra las fuerzas saudíes en la frontera.

De la crisis humanitaria a los cohetes contra Israel

El conflicto en Yemen se ha extendido hasta sumir a la población en la mayor crisis humanitaria del mundo. A finales de 2021 había 377.000 muertos y, según Amnistía Internacional, todas las partes del conflicto han cometido violaciones de derechos humanos. La coalición de Arabia Saudí bloquea los puertos yemeníes, lo que impide la entrada de la ayuda humanitaria. Actualmente veinticuatro millones de personas, el 75% de la población yemení, necesitan ayuda humanitaria y protección. Casi veinte millones sufren gran inseguridad alimentaria, y dieciocho millones no tienen acceso a servicios sanitarios básicos. 

Frente a la crisis, en abril de 2023 empezaron las negociaciones entre Arabia Saudí y los líderes hutíes para finalizar el conflicto. Sin embargo, se paralizaron en octubre, cuando los hutíes atacaron a Israel como represalia a su asedio sobre la Franja de Gaza. Los ataques forman parte de la estrategia del Eje de la Resistencia chií. Los hutíes, parte de esta coalición, lanzaron misiles contra el Estado hebreo el 20 de octubre que fueron interceptados por un barco estadounidense, y han confirmado su autoría en otros interceptados por Israel. El acercamiento entre Arabia Saudí e Israel, paralizado tras la guerra en Gaza, y la posibilidad de un conflicto regional dificultan el futuro de las negociaciones en Yemen.