TV3, de l’excel·lència al col·lapse

TV3, el espejo borroso de Catalunya

La caída de ingresos, una plantilla inamovible y los grandes cambios del mercado audiovisual ponen en jaque la cadena

TV3, el espejo borroso de CatalunyaQuim Torra entrevistado por Vicent Sanchis en la cadena pública catalana el pasado año (TV3)
 26/07/2020 00:00 | Actualizado a 26/07/2020 18:50

Aunque siga manteniendo el liderazgo, el futuro de TV3 resulta cada día que pasa más inquietante. Inquietante para sus trabajadores y para sus actuales administradores, para sus proveedores locales –el mundo audiovisual catalán– y por supuesto, para sus habituales y a menudo feroces partidarios y detractores.

La televisión catalana, que vive de unas aportaciones de 230 o 245 millones de euros al año del presupuesto público –la suma final depende de las ayudas extraordinarias a lo largo de cada ejercicio– pasa por un mal momento del que dan buen ejemplo las polémicas que han rodeado a la institución en las últimas semanas.

El propio director de TV3, Vicent Sanchis, amagó hace unos días con eliminar de la temporada que viene uno de sus programas estrella, la satírica Polònia , o una de sus marcas de la casa, la serie de ficción de la sobremesa –en este caso, Com si fos ahir – que nunca ha faltado. No hay fondos, clama Sanchís allá por donde va.

Por si fuera poco, la consellera de Cultura, Mairàngela Vilallonga, invocó al mismísimo demonio –la lengua– cuando recientemente opinó que en la serie Drama, producida por un competidor, TVE y un aliado, El Terrat, y ahora emitida por TV3, se hablaba “demasiado castellano”.

Más allá de las trifulcas políticas la cadena sufre las consecuencias de tener una plantilla inamovible –en torno a 2.100 trabajadores– y unos eternos pro­ble­mas de financiación, que se agravan año tras año.

A ello se suma el progresivo envejecimiento de su audiencia: la franja de mayores de 64 años es la mayoritaria en las televisiones autonómicas y afecta también a los canales no de pago de TVE y en menor medida a Antena 3. Telecinco, Cuatro, la Sexta y las de pago son las que salvan mejor la curva de la edad según un informe del sector. TV3 no está en ese grupo.

El espejo de Catalunya se va emborronando. Las ventajas con las que nació la televisión catalana han ido menguando a medida que el público cambiaba de hábitos (el entretenimiento se ha diversificado y solo la información marca la diferencia, como demuestran los buenos índices de audiencia de TV3 en la crisis de la Covid-19) y el mercado televisivo se adapta a nuevos formatos.

Sin contrato programa

Aunque pueda resultar sorprendente, a día de hoy es imposible saber con exactitud –la que se puede exigir a cualquier institución pública– qué les cuesta a los catalanes su principal cadena.

Esto es así porque desde el 2013, y tras la fusión de Televisió de Catalunya y Catalunya Radio, los presupuestos de ambas empresas se unificaron y se gestionan a través de una única sociedad anónima, la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA).

En ella conviven cinco canales de televisión y cuatro de radio. La CCMA posee además el 30% de Intracatalònia, que gestiona la agencia de noticias ACN y también participa en la empresa, habitualmente deficitaria, TVC Multimèdia.

Según las auditorias que publica en su portal de transparencia, la CCMA recibió en el 2019 del departamento de Presidència –del que depende– 230 millones de euros a los que luego, a lo largo del año, se añadieron 11 más para cuadrar balances y subsanar incidencias. Cada año el Govern se ve obligado a inyectar dinero para sanear las cuentas.

Cuota anual de pantalla en CatalunyaCuota anual de pantalla en Catalunya (LVE)

Entre el 2006 y el 2009, con el gobierno tripartito, Televisió de Catalunya contó con un contrato programa que obligaba a ambas partes, pero limitaba la tentación de los sucesivos gobiernos de influir en una televisión continuamente necesitada de recursos.

El contrato no se renovó con el gobierno de Artur Mas a pesar de que todo el mundo estaba convencido –y está aún– de que era un buen instrumento. TV3 queda así al albur de las vicisitudes de la política.

Por ejemplo: Hacienda reclama ahora el IVA por las aportaciones del Govern. La reclamación asciende, entre impuestos e intereses de demora, a 124,7 millones de euros. Poco antes de la pandemia, el presidente Quim Torra pidió a Pedro Sánchez la condonación de este dineral.

Publicidad, a la baja

Con o sin contrato, la Corporació recibe cada año su asignación. Una subvención menguante que en el 2013 superaba los 265 millones y en el 2019 se fijó en 230. Para el 2020, el proyecto de presupuestos de la Generalitat preveía destinar a la Corporació 240 millones.

Este dinero será, como siempre, una aportación no finalista, es decir, la propia dirección de la Corporació decide a posteriori en qué y cómo los reparte bajo la tutela externa de la comisión del Parlament –centrada casi obsesivamente en el control político– y de la Sindicatura de Comptes, cuyos informes ya son antiguos antes de que se publiquen.

A la aportación pública hay que añadir los ingresos propios de la Corporació en los que, como ocurre con casi todo lo demás, es imposible de deslindar qué corresponde a TV3 y qué al resto de la Corporación.

La CCMA estima que este año ingresará otros 52,2 millones por publicidad y 5,8 por venta de otros productos. También estos ingresos son menguantes.

En tres ejercicios, del 2016, cuando se liquidaron 66,1 millones, al 2019, en que se facturaron 57,9, se han perdido 8,2 millones. Una caída severa a la que no es ajeno el resto del mercado.

Incluso las lineales españolas de Atresmedia y Mediaset han sufrido bajas sustantivas en los últimos años y eso sin contar con el desplome provocado por la crisis del coronavirus que el analista de publicidad Arce Media ya estimaba en el mes de mayo, para el conjunto de las televisiones, en un 48,5%.

Fondos sin fondo

Así las cosas es ya evidente que la dirección de TV3 tendrá que volver a pisar los despachos del Govern para tratar de cuadrar el presupuesto. La negociación ya está en marcha. El pasado día 15, en la comissión de Economia del Parlament, Pere Aragonès informó que se destinarán 15 millones de euros del fondo Covid a cubrir el descenso de publicidad de la cadena.

Dos días después, el 17, Núria Llorach, presidenta del ente, cifró en 13,7 millones las pérdidas causadas por la pandemia. Para Llorach, la cadena es acreedora de esos nuevos fondos porque es un servicio esencial.

También el departamento de Cultura abrirá su chequera. Este mismo mes comprometió de urgencia seis millones para contratar producciones.

No es la primera vez. En el 2019, la dirección general de Política Lingüística ya aportó 73.000 euros para la segunda temporada de Katalonski , un programa en el que un islandés que habla catalán, Halldor Mar, se pasea por el mundo. La producción cuenta con el apoyo del Institut Ramon Llull y el Departament d’Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència. Al final, son todos donantes de TV3.

Las productoras externas

La principal herramienta para averiguar en qué y cómo se gasta el dinero en TV3 es el portal de transparencia de la CCMA , en el que se anuncian los concursos de adquisiciones de bienes y donde existe también un repositorio donde se anotan nominalmente los gastos –desde las grandes producciones a las minutas de los tertulianos– pero no los contratos en sí mismos, como sí hacen otros portales de la administración catalana.

En el caso de la televisión pública la transparencia es muy importante porque, por su propia naturaleza, parte de las producciones de televisión escapan a la mecánica de la contratación pública.

Solo los contratos con las productoras externas de TV3, donde figuran algunos de los programas de mayor éxito y a menudo también los más controvertidos políticamente –que se negocian a partir de ofertas recibidas de las productoras– superaron en el 2019 los 40 millones. Es una cifra de nuevo menguante.

Liderazgo autonómico

Pero lo cierto es que pese a los lamentos de la actual dirección, la televisión catalana es la que tiene mayor presupuesto de las de su género, las cadenas autonómicas.

Para hacerse una idea: la televisión pública vasca, EiTB, con vocación nacional como la catalana, tiene un presupuesto de más de 145 millones de euros, de los que 135 los aporta la administración. Consigue una cuota de pantalla (2019) del 11%, muy por debajo del 18% que TV3 logró en el año 2019.

Por otro lado, la andaluza Canal Sur, con una audiencia potencial mayor, tiene un presupuesto de 150 millones de euros, de los que 140 millones los aporta la Junta y consigue una cuota de pantalla de apenas el 8%.

Lo que es objetivamente cierto es que solo la televisión catalana consigue superar al resto de cadenas de ámbito estatal en su comunidad. TV3 se mantiene como líder en Catalunya aunque, en realidad, la suma del resto de canales –de alcance estatal en su mayoría casi absoluta– superan de largo la cuota de pantalla de la emisora catalana. Es decir, en realidad, pese a todo, hay más catalanes que consumen televisiones españolas.

Una plantilla en cuestión

El número de trabajadores de la televisión catalana es una de las batallas de futuro de la cadena. Aunque hace poco tiempo unos 600 trabajadores de TV3 ya pasaron por un ERE, el envejecimiento de la plantilla es una realidad. “Cuando entré en TV3 tenía 23 años y los más mayores tenían 50. Hoy tengo 48 y soy de los jóvenes”, explica de forma anónima un reportero de informativos.

“Desde 2015 proponemos un plan de renovación –explica la presidenta del comité de empresa, Roser Mercadé–, y desde el 2011 aquí no entra ni una aguja. Propusimos un plan para que los mayores de 60 años se acojan a una jubilación del 50% de jornada y que el otro 50% sea ocupado por gente joven. Pero la dirección no responde”.

El gasto más relevante en las cuentas de la Corporació es el de personal que, con oscilaciones según los años, ha ido creciendo. En cualquier empresa del sector –y con todos los indicadores menguantes– eso es, cuanto menos, singular.

Pero saber a ciencia cierta cuántas personas trabajan en TV3 y cuento cuestan es tan complicado como averiguar su presupuesto. En la CCMA justifican la dificultad de deslindar quién trabaja y para qué al hecho de que “no se puede separar el personal de un canal, porque la mayoría de las áreas son corporativas y dan servicio a todo el grupo”.

La Corporació de Mitjans en 2013 gastó 155 millones de euros en personal y en 2020 pagará 164

Fuentes del comité de empresa de TV3 cifra el número de trabajadores fijos en unos 2.100. La Corporació asegura que “la plantilla media de la CCMA fue de 2.298 trabajadores en el 2019”.

Más o menos la misma que uno de los dos grandes grupos televisivos Atresmedia y más que Mediaset. Ambos producen para toda España. El primer grupo tiene a Antena 3 y la Sexta como canales televisivos, la radio Onda Cero, y Nova y Neox, donde emite productos adquiridos. Mediaset incluye de Telecinco, Cuatro, Factoría de Ficción, Energy, Divinity, Boing y Be Mad.

Si la Corporació destinaba en 2013 155 millones de euros a sueldos, este año prevé gastar 164. En 2018 fueron incluso más, 180 millones. No se trata de un incremento, explican fuentes de la Corporació, sino a que entre 2018 y 2022 se compensa “el retorno de las pagas extraordinarias”.

Con los datos disponibles puede deducirse que más del 50% del presupuesto de la CCMA se gasta en personal y que en torno a un 86% de ese gasto podría corresponder a la plantilla de TV3.

En el Govern preocupan estas magnitudes. “Los nuevos modelos exigen otros planteamientos. Tenemos mucha gente que llega al final de su carrera profesional y debemos agradecérselo, pero necesitamos talento joven”, asegura el representante de ERC en la comisión del Parlament dedicada a la CCMA, Sergi Sabrià.

Pep Riera, de JxC, sugiere analizar “si el coste de una plantilla, que no es pequeña, permite asumir más producción o esta debe encargarse fuera”. La portavoz de los comunes, Marta Ribas, ha defendido en más de una ocasión una flexibilización como la que propone el comité de empresa.

“La plantilla está envejecida y necesita medidas, pero no pensamos que esté sobredimensionada”, opina Natàlia Sànchez, de la CUP.

Otros grupos, en cambio, creen que el futuro de TV3 pasa por un reset en profundidad. La experiencia de algunas cadenas autonómicas no ha sido precisamente feliz.

Mañana: Quién es quién entre las productoras que trabajan para TV3

Los exteriores de TV3

Quién es quién entre las principales productoras externas que han trabajado para la televisión catalana en los últimos años

Los exteriores de TV3Imagen del programa FAQS producido por El Terrat, actualmente en la órbita de Mediapro (TV3)
 27/07/2020 06:00 | Actualizado a 27/07/2020 12:14

Uno de los cometidos fundacionales de TV3 fue impulsar la producción audiovisual en Catalunya y en catalán. Ahora esa misión se ve comprometida por las dificultades económicas. De los cien millones gastados en producciones externas en 2010 se pasó en 2019 a 44 millones. Esta es otra de las cifras menguantes de la empresa.

Lo que sigue es un análisis, con los datos cerrados de 2019 y algunas incursiones en otros años, sobre qué empresas producen para la televisión catalana. Suponen, según fuentes de la Corporació un 29% de las horas programadas en TV3.

Mediapro

Es la productora que cerró acuerdos con TV3 por mayor cuantía en 2019. En total cerca de diez millones de euros. Bien es cierto que 6,6 millones corresponden al acuerdo para disponer de imágenes de la Liga durante tres temporadas, lo que significa que esta cantidad debería dividirse en tres anualidades (2,2 millones cada año).

Los derechos sobre el fútbol fueron objeto de una larga querella judicial entre Mediapro y Audiovisual Sports, de la que la CCMA poseía el 20%. Precisamente este año ha sido definitivamente liquidada tras perder en los tribunales la batalla con el grupo de Jaume Roures.

Mediapro ha producido además cuatro programas ( Atrapa’m, La nit dels Òscars, Ferrocarrils i Coolhunters ) durante el pasado año por los que ha percibido 1,6 millones de euros.

A ello hay que añadir los 60.000 euros por los derechos de emisión de Causa especial 20907/2017 , un documental de esta productora que dirigió el propio Jaume Roures.

Pero Mediapro ha ampliado sus negocios con TV3 en los últimos tiempos merced a la adquisición de El Terrat, la productora de Andreu Buenafuente, que es a la vez otra de las grandes fabricantes de contenidos para la televisión pública catalana.

Uno de los programas más controvertidos políticamente de la parrilla autonómica, FAQS, es una producción de El Terrat por la que en 2019 percibió 1,5 millones.Esta productora facturó en 2019, 2,8 millones de euros.

Por último otra compañía del grupo de Jaume Roures, Mediapro UK ha sido contratada, en este caso por concurso público, “para la dotación de producción, asistencia técnica, y alquiler de espacios” de la corresponsalía de Londres por dos años con un acuerdo que roza el millón de euros según la . Mediapro rebaja esta cifra. Overon, otra empresa del grupo, ha hecho lo propio con la corresponsalía de Moscú por 760.000 € por dos años.

Lavinia

La empresa fundada por Antoni Esteve es otra de las productoras externas de TV3, aunque su principal contrato con la televisión pública en el año pasado no fue para hacer un programa sino porque se ha hecho cargo por concurso de la gestión y la producción de las corresponsalías de París, Berlín, Bruselas y Washington durante cuatro años por 3,1 millones a través de su marca internacional Alice.

El acuerdo se ha cerrado después del litigio sobre la antigua corresponsalía de Washington que se ha saldado recientemente en contra de la televisión pública. La sentencia le ha costado 105.000 euros y le ha obligado a readmitir a la antigua productora de la delegación. Al margen de las corresponsalías, Lavinia ha elaborado en 2019 a través de una empresa vinculada, Goroka Contents SL, diversas producciones, por 2,1 millones, como el reciente Crims .

Minoria absoluta

La productora de Toni Soler cerró el año 2019 con unos ingresos a cuenta del presupuesto de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals de 4,8 millones de euros.

Minoría absoluta produce para TV3 dos programas, la mítica Polonia , que renovó para la temporada 2019 y 2020 por 3 millones de euros y que fue uno los programas que el director de TV3, Vicent Sanchis, anunció que podían desaparecer dados los problemas presupuestarios.

A esta producción hay que añadir el programa Està passant , que le reportó 1,6 millones. En total, en los últimos cinco años y de acuerdo con los datos reflejados en el portal de transparencia de la CCMA, esta empresa se ha adjudicado contratos por 28 millones de euros.

“Nuestro objetivo como productora es que el programa tenga audiencia –opina Toni Soler, propietario de la productora– y eso lo hemos cumplido. Polonia lleva 14 años como líder” .

La Manchester radiofònica

Relativamente nueva en el mercado televisivo, la productora de Ricard Ustrell ha empezado con un contrato de 3,1 millones para la producción de Planta baixa para 2019 y 2020 y la continuidad de Quatre gats por el que en 2019 facturó 644.000 euros.

El propio director de TV3, Vicent Sanchís, explicó en una comisión del Parlament en diciembre que la producción de este programa es un tanto singular y fruto de los aprietos económicos de la cadena: “Se hace a medias, hay una parte del equipo que es una productora externa y luego, todos los equipos de explotación, cámaras, platós, etcétera, es una producción interna”.

Brutal media

Otro de los encargos importantes de TV3 en 2019 fue la segunda temporada de la serie Les de l’hoquei , de Brutal Media, una clásica del sector. La segunda temporada se adjudicó por 2,7 millones. En total los acuerdos con esta empresa se sitúan en los 3 millones.

Nova veranda

Esta productora fundada en 2006 y en la que participaba hasta hace un tiempo el grupo Godó, no tiene ningún contrato nuevo con TV3 en el año 2019 aunque mantiene en activo en la parrilla producciones en las que ha participado, como el programa Persona infiltrada .

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