´Presencia de la mafia en Espaņa´, Roberto Saviano

(veure també ´Gomorra´ (viatge a l´imperi de la Camorra), Roberto Saviano i ´McMafia: el crimen sin fronteras´ (Rússia), Misha Glenny

Roberto Saviano abre la puerta y le espera una lluvia de flashes como si fuera una estrella de rock. Pero las medidas de seguridad son bastante más extremas: como recuerda, en octubre hará tres años que vive bajo protección policial debido al éxito de su libro Gomorra participa en BCNegra y presenta los relatos de Lo contrario de la muerte (Debate / Empúries)-han tenido que acreditarse con tiempo y los que le entrevistan sólo saben la hora: el lugar se les comunicará minutos antes.

Saviano aguanta estoicamente el aluvión fotográfico y, después de que el alcalde Jordi Hereu le asegure que "en este combate por la libertad no está solo, muchos estamos con él y lo que representa", habla con aplomo sobre su difícil vida actual, sobre las mafias italianas y, especialmente, sobre su presencia en España - desde el verano se ha detenido aquí a seis capos mafiosos-y la posibilidad de que en la actual crisis el dinero criminal tome el control de grandes bancos.

Barcelona y Nápoles. "Barcelona parece una Nápoles ordenada. Somos primos por los aspectos positivos y negativos. Adoro Catalunya gracias a Orwell, su Homenaje... me hizo enamorarme de esta tierra. Y gracias a Leo Messi, el que más se parece a Maradona", sonríe Saviano. Pero hay más: cuenta que un clan de Nápoles se llama los Spagnoli porque tienen la sede de sus objetivos en Barcelona. "Cuando era pequeño ya se decía en mi barrio ´vete a España que es territorio nuestro´. La Costa del Sol, la Costa Nostra. Se veía a España como territorio goloso, algo que magistrados y jueces de aquí ya sabían, pero no los ciudadanos. Como se advierte por los últimos arrestos de mafiosos en restaurantes o casinos, sienten España como lugar seguro para sus actividades". El punto álgido de esta argumentación llega cuando explica que hace dos años estuvo en Barcelona y uno de los miembros del servicio de seguridad le dijo que mejor no fuera a la Rambla porque allí solía haber un conocido capo de la Camorra que vive aquí. "Catalunya y el sur de España son base de apoyo y territorio donde gestionar las partidas de droga", añade, y dice que Alemania se ha dado cuenta demasiado tarde del peligro cuando han matado en Duisburgo a seis jóvenes que celebraban una ceremonia de iniciación a la ´Ndrangheta. Si la celebran es porque es territorio suyo", asegura.

La crisis y la mafia.

Saviano asume con gesto grave: "La batalla contra la mafia y los capos mafiosos no puede hacerse sólo desde el sur de Italia, ni siquiera en Italia, es una cuestión de toda Europa. No se trata sólo de una lucha contra la corrupción, sino también de enormes capitales líquidos que a causa de la crisis los cárteles introducen en la banca y que mañana podrían determinar el decurso financiero de un país. Cuando la ONU denunció esta situación pensé que los gobiernos lo tomarían en serio, pero ha sido una noticia más. Como la del Banco de España alertando de los billetes de 500 euros, la moneda del narcotráfico, que ha superado al narcodólar. Hay un riesgo de que con la crisis las mafias puedan hipotecar el futuro de los países. El futuro de las instituciones ydel mercado libre se determinará por hasta qué punto los gobiernos quieran mantener fuera el dinero criminal. En mi país son la mayor economía, con 100.000 millones de euros al año", resalta.

Miedo. "Yo no doy miedo a la mafia, que haya muchos lectores de mi libro sí. Tienen miedo de la comunicación, de convertirse en objeto de interés, de mercado, igual que en Rusia han asesinado a Anna Politkovskaya por transformar un problema particular, Chechenia, en algo universal", advierte Saviano, que dice que en las elecciones italianas apenas hablaron tres días de la mafia, como si sólo interesara al sur, "aunque Milán esté lleno de capital mafioso".

¿En qué lado estás? Dice que el libro le ha quitado tanto a nivel personal que no siente simpatía por él. Y añade que lo peor es que los propios napolitanos sanos le dan la espalda porque la ropa sucia se lava en casa. "Tienes la sensación de que molestas, de que has ensuciado el nido. Yo creo que hay que explicar las cosas para cambiarlas". Saviano recuerda el caso de Peppino Diana, un sacerdote italiano asesinado por denunciar a la mafia que decía que no le importaba saber quién era Dios, sino de qué parte está. "Pues en este asunto estás de un lado o de otro, pero no es posible estar fuera. La mafia no es sólo algo de mundo marginal. Y conocer lo que está sucediendo es el primer paso para hacer algo", concluye Saviano.

5-II-09, J. Barranco, lavanguardia


A unos metros de distancia, hablando por el telefonino en el vestíbulo del hotel, Roberto Saviano, el autor de Gomorra y ahora de los relatos de Lo contrario de la muerte (Debate/ Empúries), se ve muy delgado, casi frágil. Pero cuando se sienta y comienza a hablar, se vuelve sólido, compacto, pese a la que le está cayendo: por seguridad, el periodista ha sabido el lugar de la entrevista sólo 20 minutos antes.

Ha hablado de complicidades de la política italiana con la mafia, y de políticos contra ella. ¿Dónde sitúa a Berlusconi?

Me acerco al problema criminal poniendo el acento en el aspecto económico. Independientemente del poder político de hoy, las mafias logran condicionar gobiernos, bancos y contratos.

Pero se ha acusado a Berlusconi de relación con mafiosos. Los votantes de centroderecha deberían buscar representantes diferentes. Pero insisto: los políticos corruptos son uno de los males de Italia, pero sustituirlos sin cambiar la economía no tiene sentido. Políticos no corruptos están condicionados: la Camorra tiene desde las empresas de transporte hasta la producción del pan o la gestión de los funerales. Dígame si un político puede prescindir del poder criminal. Es imposible.

¿Cómo cambiar eso?

El Estado dice que son la mayor empresa italiana. No se puede cambiar el curso de las cosas sin que el aparato financiero o las grandes empresas no excluyan a las empresas que no demuestren que su producción y su capital no es criminal. Y con la crisis es imposible. La crisis es el mayor patrocinador de las mafias.

De lo que denunció en Gomorra, ¿qué le sorprendió más?

En violencia, el test de las drogas que hacen en humanos. Prueban el corte de la cocaína en gente. Si viven, es bueno. Por otro lado, me sorprendió cómo para insertarse en el tejido económico sus agentes comerciales ofrecen todo tipo de productos a precio descontado, más que los agentes honestos. La mafia vive sobre la conveniencia y no sobre las armas.

¿La mafia ha sido más inteligente que los estados ante la globalización?

Sí, y que muchas empresas: miraron al mercado chino como lugar productivo diez años antes que los empresarios italianos. Y vieron antes la imposibilidad de frenar la emigración, y pese a ser racistas, dieron un territorio a la mafia nigeriana, Castelvolturno.

En Lo contrario de la muerte dice que el sur de Italia vive en guerra.

Una guerra silenciosa. Están las muertes de la mafia y las de los soldados que van a las diferentes misiones para ganarse la vida. La gente más preparada emigra. No hay proyecto de desarrollo real. Y la mafia que envenena el territorio también es el gran motor laboral del sur.

¿Se ha solucionado ya el problema de la basura en Nápoles? La basura no está en la calle. Berlusconi ha declarado zona militar los vertederos que cerraban los jueces por estar llenos: se puede tirar aún más basura. Lo más grave son los residuos tóxicos, que la mafia importa de toda Italia. En Nápoles el aumento del cáncer es impresionante.

Estudió Filosofía. ¿Algún filósofo le sirve hoy para su vida? Giordano Bruno, napolitano. Pudo estar en cualquier corte, pero volvió a Nápoles para ayudar. Pasó años en la cárcel por sus ideas y lo quemaron en Roma. Dejó una frase: "He intentado hacer todo lo que he podido".

¿Tiene miedo?

No de morir ni de ser ejecutado, me da miedo seguir viviendo así, me han destruido la vida.

6-II-09, J. Barranco, lavanguardia