la ONU alimenta l’exili saharaui
Condenados a vivir en el desierto argelino desde que huyeron del Sáhara Occidental en 1975, los más de cien mil refugiados saharauis resisten gracias a la ayuda de la ONU. Casi todos ellos, unos 90.000, están en una situación muy vulnerable, según Acnur. El Programa Mundial de Alimentos, a cargo de las Naciones Unidas, se encarga de su manutención. Los alimentos llegan a Tinduf por carretera desde el puerto de Orán. Tinduf es la principal población de la zona donde están los refugiados. Desde allí, los propios saharauis se encargan de su distribución. La línea de aprovisionamiento es muy frágil debido al mal estado de la ruta.
Tinduf y los campamentos están ubicados en una región muy inhóspita, conocida como el jardín del diablo, donde lo de jardín es una ironía, pues es imposible cultivar nada. Las temperaturas alcanzan los 50 grados en verano y las tormentas de arena son frecuentes.
Los refugiados sufren la falta de verduras. Al 40% de los niños y al 47% de las mujeres les falta hierro. El 10% de los niños que tienen menos de cinco años y el 32% de la población general están malnutridos.
17-II-11, lavanguardia