en juego el control del epicentro mundial de la heroína y también de las metanfetaminas
El ejército birmano combate en varios frentes y sufre en la frontera
Nuevo ciclo de violencia
Varios asaltos guerrilleros coordinados ponen a la defensiva a la junta militar
Miembros del Ejército de Liberación Nacional Ta’ang en su campamento base, el pasado 8 de marzo
STR / AFP
10/11/2023 lavanguardia
El estado Shan de Birmania, epicentro mundial de la heroína y las metanfetaminas, vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, al nuevo ciclo de violencia entre una narcoguerrilla con un pie en China y el narcoestado birmano se han apuntado voces de la disidencia y del exilio, a fin de propiciar la caída de la junta militar, aun a riesgo de exagerar la escala y la calidad del desafío.
El caso es que el ejército y una milicia sino-birmana vuelven a disputarse, como en el 2009, el 2015 y el 2017, la ciudad fronteriza de Laukkai. No es exactamente la jungla, puesto que alberga una treintena de grandes casinos y se ha convertido también en centro de prostitución, tráficos de todo tipo y estafas online en varias lenguas. Basta decir que 160 tailandeses han tenido que ser repatriados a causa de los combates, mientras que cientos de chinos han cruzado la frontera precipitadamente. La ONU estima en más de seis mil el número de desplazados. Los militares reconocen la pérdida de la localidad fronteriza de Chinshwehaw, por donde pasa una cuarta parte del comercio con China y adonde debería llegar, esta misma década, el tren de alta velocidad chino.
Más al oeste, la guerrilla del Ejército para la Independencia Kachín ha visto como su cuartel general en Laiza era bombardeado por la aviación, en represalia por su hostigamiento y supuesta captura –no verificada– de la ciudad de Kawlin, en Sagaing. A esta habrían contribuido sus pupilos del Ejército de Arakán y, supuestamente, algunas fuerzas identificadas con el autodenominado Gobierno de Unidad Nacional, en el exilio.
El jefe de la junta militar, general Min Aung Hlaing, ha declarado que el desafío armado, al que atribuye voladuras de puentes y de centrales eléctricas, “se ha financiado con dinero de la droga”. La yaba , metanfetamina que hace estragos en Bangladesh, se produce en Shan y entra en el país vecino por mediación del Ejército de Arakán, según International Crisis Group.
Aunque el ejército incentivó, desde el 2009, que las narcoguerrillas se reconvirtieran en aliadas, como Fuerzas de Seguridad Fronteriza, no todas aceptaron. Incluso las que lo hicieron siguieron dedicándose a sus antiguos negocios. Otras, como la citada milicia de Kachín, no solo no se disolvieron, sino que se multiplicaron.
Una guerrilla de etnia china toma la ciudad por donde pasa la cuarta parte del comercio con Pekín
Al auge de las drogas sintéticas de los últimos veinte años cabe añadir que, tras el retorno de los talibanes, Birmania ha vuelto a suplantar a Afganistán como número uno mundial en el cultivo de adormidera y producción y exportación de opio y heroína. No por casualidad en los estados de Shan y Kachin, Naypyidaw se enfrenta al grueso de una ofensiva coordinada desde el 27 de octubre (lo que ha llevado a bautizarla como operación 1027).
El estallido de violencia coincide, esta semana, con las primeras maniobras navales conjuntas de las armadas de Rusia y Birmania, en el mar de Andamán. Dos destructores rusos con ochocientos marinos concluyeron ayer los ejercicios frente a la excolonia británica.
La junta militar birmana, nuevamente un paria internacional tras el golpe de Estado de febrero de 2021, adquiere la mayor parte de su armamento a Rusia y China y, en menor medida, a Singapur, India, Tailandia e Israel.
Min Aung Hlaing fue precisamente el general que, en el 2009, expulsó a la guerrilla china de la región de Kokang, promoviendo otra del mismo origen, pero menos rebelde. La primera huyó a China y prometió que volvería para recuperar Laukkai. En el 2017 asaltaron tres casinos, secuestraron a 700 personas y huyeron con el equivalente a decenas de millones de euros. Dos años antes, la ofensiva del ejército contra ellos –similar a la actual– fue elogiada en Rangún y en Occidente como “patriótica”.
Quizás porque se trata de chinos, de idioma mandarín. De hecho, fueron las tropas del Kuomintang, que cruzaron derrotadas en el 1949, las que iniciaron el tráfico de opio y heroína en Kokang. Veinte años más tarde, Mao apoyó a las milicias del Partido Comunista de Birmania, que se impuso. Una escisión de este fue la que luego tomaría el nombre de Ejército para la Alianza Democrática de Birmania, hasta hoy, aunque cualquier parecido con la democracia sea pura coincidencia.
Está en juego el control del epicentro mundial de la heroína y también de las metanfetaminas
En cualquier caso, el grupo forma parte de la llamada Alianza de la Hermandad, junto al citado Ejército de Arakán (AA) y el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang (TNLA). Esta toma el nombre de Alianza del Norte cuando incluye a la guerrilla kachín, de confesión cristiana baptista, como muchos cuadros del “gobierno en el exilio”.
La figura de la oposición, Aung San Suu Kyi, permanece en arresto domiciliario desde que su partido fuera descabalgado del poder.