2003: el català, en retirada
DEBATE EN LA UNIVERSITAT DE BARCELONA
El catalán, autopsia en la Central
Solà y Monzó certifican que el uso público de la lengua está en declive
ROSA MARIA PIÑOL - 26/04/2003
Barcelona
“Los políticos han usado el catalán como símbolo y han pasado el muerto a la ciudadanía”
QUIM MONZÓ. “No veo solución; será mejor que pensemos en preparar un buen funeral... o tal vez la eutanasia”
“Hay que animar a leer a los buenos autores; después ya pondremos los acentos y las diéresis”
JOAN SOLÀ. “Se puede prescindir de la TV, la escuela e incluso de los libros, pero hay que ganar el catalán en la calle”
Una pintada elocuente: “Catalán: días contados”. Este grafiti escrito en una pared de la calle Egipcíaques figuraba en los carteles anunciadores del debate que Joan Solà y Quim Monzó mantuvieron ayer en la Universitat de Barcelona acerca del presente y el futuro de la lengua catalana. El vicerrectorado de Relacions Institucionals i Política Lingüística convocó al catedrático y al escritor, a raíz de las voces pesimistas que se alzan en torno al tema y al hilo del libro que acaba de publicar Solà, “Ensenyar la llengua” (Empúries), donde constata “la situación precaria del catalán, evitando alarmismos gratuitos”, como dijo el vicerrector, Jordi Matas.
Los dos ponentes se mostraron muy duros y manifestaron sin tapujos sus visiones pesimistas, suavizadas en algunos momentos con toques irónicos. Para ambos es evidente que el catalán se encuentra en fase terminal. Y Monzó incluso declaró, entre bromas y veras: “No le veo solución. Será mejor que pensemos en preparar un buen funeral, una despedida digna... O tal vez provocar la eutanasia, para que deje de sufrir”. Una sugerencia que fue acogida con sentido del humor por la mayoría de asistentes que llenaban el aula magna (estudiantes en su mayoría, y algunos profesores), pero también alguna protesta.
Solà enumeró aspectos negativos y positivos del estado actual de la lengua. Entre los primeros: que la inmigración, el comercio y el turismo configuran “una comunidad lingüística compleja”; que “el Estado va contra nosotros de forma clara e implacable, en una agresión brutal, secular y constante”; que la juventud catalana es indiferente a la lengua en un elevado tanto por ciento (“la socialización de la juventud se está haciendo en castellano y los inmigrantes también optan por esta lengua”); y que el catalán está “profundamente degradado léxica y fonéticamente”. Apuntó además que en muchas clases de adultos o de institutos “hacen odiar la lengua al insistir tanto en ciertas normas gramaticales; hay que animar a que se lean buenos autores; después ya pondremos los acentos y las diéresis”, dijo.
Pese a todo ello, el catedrático reconoce que el conocimiento del catalán es elevado y ve como positiva la existencia de una amplia producción literaria y la rica tradición cultural desde la época medieval. “Nunca ha habido un conocimiento del catalán como el de hoy, pero nunca se había hablado tan poco.”
Solà se mostró drástico en la necesidad de salvar el uso del catalán en la calle. “Se puede prescindir de la televisión, la escuela e incluso los libros, pero hay que ganar la calle; el catalán ha de ser ahí una lengua viva.” Y, con una vehemencia poco habitual en él, añadió: “Por muy utópico que parezca, hemos de ganar también el Estado. Todo lo que se nos ha vendido en estos años ha sido a base de renuncias nuestras. ¡Me niego a pertenecer a un Estado donde yo no sea igual que los demás!”.
Monzó fue aún más descarnado. “El primer toque de alarma fue cuando en época de Aina Moll se lanzó el eslogan ‘El català depèn de tu’. Con ello no hacían más que lavarse las manos y pasar el muerto a la ciudadanía. Los políticos han utilizado la lengua sólo como símbolo, les ha servido para marcar unas diferencias. La verdad es que ni hacen ni harán nada por el catalán.” Monzó aludió luego a su opción literaria por esta lengua. “Durante más de veinte años el catalán ha sido mi herramienta de trabajo. Me sabe mal que mis esfuerzos no sirvan para nada.”
En otro momento del debate, el autor de “El perquè de tot plegat” provocó las risas del auditorio al preguntar: “¿De qué te sirve tener un pasado medieval brillante, si cuando vas a ligar quedas marcado si hablas en catalán y no te comes un rosco?”.
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El 50% de los barceloneses considera el castellano su lengua
La cuarta entrega de la serie de encuestas que estudia desde 1985 la evolución de los hábitos lingüísticos de la provincia de Barcelona detecta una disminución de las personas que consideran el catalán como su lengua
LA VANGUARDIA - 26/04/2003
Barcelona. (Redacción y agencias.) – Una de cada dos personas de la provincia de Barcelona considera que su lengua es el castellano, mientras una de cada tres se considera de habla catalana. El resto utiliza los dos idiomas indistintamente, según la “Enquesta de la regió de Barcelona 2000”, presentado ayer, y que es la cuarta entrega de la serie de estudios sociológicos iniciada en 1985 por la Mancomunitat de Municipis y la Diputació de Barcelona para conocer las condiciones de vida y los hábitos de la población.
La encuesta se basa en 6.830 entrevistas realizadas a personas mayores de 18 años, residentes en 310 municipios de once comarcas. El director del estudio, el sociólogo Salvador Giner, resaltó que, a pesar de que el uso del castellano predomina sobre el del catalán,”nueve de cada diez encuestados señala que puede hablar, entender o incluso escribir en esta lengua, algo que no ocurría hace unos años”.
Marina Subirats, una de las redactoras del estudio, indica que “vivir en una sociedad bilingüe no es fácil”, porque siempre la lengua minoritaria está en desventaja ante la mayoritaria. “En las generaciones más jóvenes tiende a disminuir el número de quienes consideran que el catalán es su lengua, mientras mientras aumenta el número de personas que piensan que sus lenguas son tanto el catalán como el castellano.” En Barcelona ciudad predomina la población de habla castellana, “pero ya es inferior al 50 % y tiene la tendencia a disminuir en favor del grupo que considera como propias las dos lenguas. Sin embargo, en la segunda corona de municipios del área se ha roto el equilibrio relativo que había entre las dos lenguas desde 1995 para observarse una tendencia del catalán a retroceder, mientras aumenta el peso de los castellanohablantes y el de los nativos en ambos idiomas. Ahora, sólo el 29 % considera el catalán como su lengua (en 1995 era el 33,9 %), frente al 56,1 % que considera el castellano como lengua propia (en 1995 era el 55,4). Los que se declaran bilingües pasan del 2,4 % en 1985 al 13,5 % actual. Es decir, “la convivencia lingüística actual no plantea una situación transitoria hacia la catalanización de la población, sino hacia el bilingüismo”.
La socióloga advierte que, debido al método seguido para realizar la encuesta, no se detecta la realidad de la inmigración reciente, sobre todo la de extranjeros, que debería tener un peso superior al que se refleja en el estudio, aunque este dato –afirma– no varía la relación en los usos lingüísticos.
Los autores del estudio entienden que en los últimos años se ha producido “la normalización de la lengua, aunque no la catalanización de la población inmigrante de la primera o segunda generación hasta el punto de que consideren el catalán como su primera lengua”.
A pesar de los avances que se detectan a través de la encuesta, sus ponentes mantienen que las diferencias de catalanización según el territorio “muestran que la expansión de la urbanización es hoy un factor de castellanización y que el prestigio del catalán, lengua de las clases medias, no es suficiente, actualmente, para que lo adopte de forma masiva la clase trabajadora”.
En este sentido, la reflexión final que hacen los redactores del estudio está relacionada con la llegada de una nueva inmigración, que tiene en muchos casos el castellano como lengua propia, “porque se introduce una duda sobre si la lengua catalana tendrá la base suficiente para mantenerse como lengua propia de una parte importante de la población”. Por este motivo, los responsables del estudio recomiendan que se siga de cerca el fenómeno para ver “si más allá de los avances conseguidos en el conocimiento del catalán, este tiende a consolidarse como lengua frecuente en la provincia de Barcelona o va quedando aislada en círculos de hablantes que van envejeciendo”.
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Montilla considera que el retroceso del catalán refleja la realidad de la sociedad catalana
Mas cree "preocupante" el avance del bilingüismo en Barcelona
LVD - 26/04/2003 - 15.12 horas
Actualizada: 26/04/2003 19.02 horas
Cornellá de Llobregat (Barcelona). (Agencias).- El primer secretario del PSC, José Montilla, ha mostrado su preocupación ante los resultados de un estudio que revela un retroceso del uso social del catalán, aunque ha dicho que estos datos "reflejan la realidad de la sociedad catalana".
Montilla ha asegurado que los datos del estudio del Institut d'Estudis Catalans (IEC) "no se tienen que leer en clave negativa, sino que hay que ver el incremento del número de ciudadanos que hablan las dos lenguas".
Respecto a las acusaciones del líder de ICV, Joan Saura, sobre un posible pacto entre CIU y PSC después de las elecciones autonómicas de otoño, Montilla ha asegurado que "las elecciones más cercanas son las municipales, en las que tenemos que centrar nuestros esfuerzos".
Montilla ha manifestado la voluntad del PSC de no pactar en ningún municipio con ningún partido político para "quitar la alcaldía a la lista más votada" y ha apuntado que "me gustaría saber si Saura e ICV pueden afirmar lo mismo".
El avance del bilingüismo preocupa a Mas
Por su parte, el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, considera "preocupantes” los datos de la encuesta sobre la lengua hechos públicos ayer. Mas, según un comunicado de CiU, considera que "el catalán es la lengua amenazada y, por tanto, es la lengua a proteger, mimar y beneficiar" aunque reconoce que "el castellano es un patrimonio colectivo que debemos conservar".
También ha asegurado que "el nervio de nuestro país y de nuestra cultura es el catalán, y de ninguna manera podemos debilitarla o perderla", y ha señalado que a pesar de estar amenazada "hay gente que parece no querer enterarse".
Finalmente, el portavoz de ERC en el Parlament, Josep Huguet, cree que lo más positivo de la encuesta sobre la lengua es que "prácticamente todo el mundo conoce el catalán", y lo que hace falta es usarlo de "una forma más activa". Huguet, según un comunicado de ERC, exige una nueva ley del catalán y un cambio de planteamiento de las instituciones competentes.
En ese sentido, señala tres aspectos de las políticas de Generalitat y ayuntamientos que afectan negativamente al catalán, como son "la no aplicación de una ley de política lingüística en las ofertas de ocio y cultura, que el catalán no sea una lengua de uso normalizado en el trabajo y en la atención al cliente, y que no se prime el catalán como la lengua de acogida de la nueva inmigración".