Quizá lo más importante del congreso del PP no sea la consolidación de Mariano Rajoy como líder del partido, sino los efectos colaterales que le han acompañado y que pueden perdurar más allá en el tiempo.
La victoria de Valencia sobre Madrid, que nos explica aquí al lado Voro Enguix, es un suceso político de enorme calado histórico, que empieza en el PP pero no se acaba aquí. No sólo es el triunfo de la periferia contra el centro, es la primera vez que se le disputa a Madrid el copyright de la bandera española.
Lo que han demostrado Francisco Camps y Rita Barberá es que hay otra forma de hacer España, que no es menos española por ser mediterránea y no tan castellana. Sí es menos religiosa y más liberal. Y es con esa idea de España y no con la otra con la que el PP puede ganar, según confirman los datos: tres diputados de ventaja le saca el PP al PSOE en Madrid, por cinco en Valencia. A saber qué ocurriría en Catalunya con el cambio de chip. El desafío de Rajoy para ganar en España es reducir los 17 diputados de ventaja que le sacan los socialistas en Catalunya. ¿Qué puede hacer el PP catalán? No hay otra fórmula que la valenciana. En Valencia como en ninguna otra capital española se percibe nada más llegar un orgullo colectivo sólo comparable al de los barceloneses en vísperas de los Juegos. No es para menos. La ciudad está resplandeciente y todos los interlocutores - no sólo los taxistas- lo atribuyen al PP. Valencia asume la bandera española porque le sale a cuenta. Corresponde, pues, al PP catalán proponer a los catalanes una España que también les salga a cuenta a ellos. Y eso no lo van a conseguir con banderas. No servirán cruzadas españolistas ni giros pseudocatalanistas, pero sí tienen un largo camino por recorrer en el ámbito financiero sin acusar contradicciones ideológicas. El día en que el PP, enarbolando la bandera española, defienda, por ejemplo, el concierto económico para Catalunya como lo hace Mayor Oreja en el País Vasco, ese día el mapa político catalán estallará por la derecha y por la izquierda. Es imposible saber qué pasaría con la bandera catalana, con CiU y con el PSC, pero seguro que Rajoy ganaría las elecciones.
23-VI-08, Jordi Barbeta, lavanguardia