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28-IX-07, R. Poch, lavanguardia: "Los soldados subieron al primer piso del monasterio, agarraron al monje superior por la nuca y lo tiraron escaleras abajo, golpearon a los otros monjes con porras y bastones, patearon a los novicios que dormían para despertarlos y preguntaron si había monjes escondidos. Era como si estuvieran tomando por asalto un campamento rebelde". El relato de un testigo describía así una de las múltiples visitas, nocturnas o de madrugada, que el ejército birmano efectuó ayer a los monasterios sospechosos de Rangún.
El registro y bloqueo de los monasterios de la ciudad y la detención de centenares de monjes parece haber sido la principal y más eficaz acción adoptada por la junta militar, en el intento de aplastar la pacífica protesta popular que agita Birmania desde principios de mes, especialmente en la antigua capital. Privada de la presencia de los monjes, la calle ya no era la misma de días atrás. Las protestas fueron mucho menos numerosas que la víspera, y el ejército ha ganado un mayor control de la situación a fuerza de violencia.
La junta militar reconoció ayer nueve muertos, entre ellos el periodista gráfico japonés alcanzado por una bala mientras fotografiaba una manifestación. Se trata de la primera víctima extranjera registrada en la actual crisis. La represión se ha cobrado también un número indeterminado de heridos y muchos detenidos. Un comunicado oficial dio cuenta de once manifestantes y 31 soldados heridos.
"La represión y la ausencia de los monjes parece haber hecho perder fuerza y firmeza al movimiento", explicaba una fuente localizada por teléfono desde Pekín. "Su presencia daba mucho coraje a la gente, hoy el ejército ya tenía un control de la situación mucho mayor, y las manifestaciones han sido mucho más reducidas y caóticas", añadió.
A pesar de ello, un gran número de civiles, cifrado en decenas de miles por fuentes disidentes, rodeó con su presencia el operativo militar y policial desplegado alrededor del monasterio de Ngwe Kyar Yan, en la barriada de Okkalapa de las afueras de Rangún. En la dispersión de esa aglomeración, murieron dos personas por herida de bala. Otro grupo, muy numeroso, logró manifestarse junto a la pagoda Sule, en pleno centro de la ciudad.
Un residente occidental que recorrió la ciudad en bicicleta describió como "desierta" la zona de la pagoda Schwedagon, primer centro religioso del país, de donde el lunes y el martes partieron las manifestaciones encabezadas por monjes. "El ejército lanza gases lacrimógenos y dispara al aire, entre amenazantes anuncios a la gente congregada de que en diez minutos abrirá fuego", explicó el residente, que citó la presencia de numerosos militares de civil alrededor de los uniformados.
El Gobierno birmano anunció ayer que dejará entrar al representante especial del secretario general de la ONU, Ibrahim Gambari, quien el miércoles fue enviado al país asiático para evaluar la deteriorada situación política. Gambari había iniciado el viaje sin saber si la junta militar le dejaría entrar en el país. Por su parte, Pekín teme, sobre todo, la eclosión de Birmania, un país multiétnico atravesado por un sinfín de viejas tensiones separatistas y cuya integridad territorial es muy frágil.
28-IX-07, lavanguardia: Japón, que en otro tiempo fue el principal país en prestar asistencia económica a Birmania (suspendida con la detención de la opositora Aung San Suu Kyi en el 2003, que sigue retenida en su domicilio pero no ha sido alejada de la ciudad), se tomará un tiempo antes de decidir si impone sanciones al régimen de Rangún, según dijo ayer el secretario jefe del Gabinete, Nobutaka Machimura, mientras protesta ante el embajador birmano por el asesinato de un fotógrafo nipón. Kenji Nagai, de 50 años, que trabajaba para la agencia France Presse, llevaba sólo dos días en Rangún cubriendo las protestas cuando fue muerto ayer por un disparo mientras fotografiaba las protestas en la calles. El ejército y la policía abrieron fuego contra un grupo de manifestantes y Nagai quedó tendido en el suelo. Tanto el Gobierno de Tokio como el de Estados Unidos consideran a Birmania "estrictamente responsable" de la muerte del periodista. Otro informador extranjero, del que no se han facilitado datos, fue herido en los disturbios de ayer, según indicó Reporteros sin Fronteras.
28-IX-07, R. Poch, lavanguardia: La pelota birmana empezó a pasar ayer de mano en mano en la comunidad internacional después de que el Consejo de Seguridad de la ONU no lograse aprobar una resolución condenatoria del gobierno militar del país asiático debido a la negativa de Rusia y China. Aunque todos piden esfuerzos a los países de la región para que ejerzan sus influencias, China es quien tiene la mano en la vía diplomática.
Lo único que salió del Consejo fue una declaración en la que se pide "contención" a la junta militar en lugar de condenarla, imponiéndose la versión de que lo que ocurre en Birmania es un asunto interno que no amenaza la seguridad mundial. Así lo defendían Rusia y China, que tienen intereses en el país. Moscú construirá una central nuclear de agua ligera y Pekín - para quien Birmania está entre sus intereses estratégicos-, un oleoducto que abastecerá al sur de China.
De forma imprevista, George W. Bush recibió ayer al ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi, que iba a entrevistarse con el consejero presidencial de Seguridad Nacional, Stephen Hadley. Bush, según la Casa Blanca, exhortó al ministro a que China utilice su influencia sobre Birmania para facilitar "una transición pacífica a la democracia".
Según el vicesecretario de Estado norteamericano para Asia, Christopher Hill, "cada país debe utilizar sus influencias", pero EE. UU. y China deben mantener consultas serias sobre Birmania.
"China es la única potencia que puede ejercer influencia en Birmania", comentó ayer a la agencia Bloomberg el profesor Carlyle Thayer, experto en Asia de la universidad australiana de Nueva Gales del Sur. Sin embargo, China no respaldará ninguna acción internacional que desestabilice al régimen porque eso provocaría "caos en sus fronteras" (vecinas con China). La aislada junta militar, afirmó Thayer, "ha visto cómo las sanciones les apretaban el cinturón pero ha aprendido a sobrellevarlas".
Estados Unidos, tal como había adelantado Bush en la ONUel pasado martes, anunció ayer sanciones económicas contra 14 miembros de la junta militar. Consisten básicamente en la prohibición de las transacciones financieras con Estados Unidos y la congelación de activos financieros bajo jurisdicción estadounidense, según fuentes del Departamento del Tesoro, que no concretaron si son medidas muy nuevas.
Por parte de la Unión Europea, la actitud también es la de seguir la vía de las sanciones, con un "reforzamiento que no perjudique a la población civil". Desde 1996, la UE mantiene congelados los bienes de los altos cargos del régimen y sus familiares, aplica un embargo de armas, prohíbe la financiación europea de compañías estatales birmanas y restringe el comercio con el país. Al mismo tiempo, la UE concede una ayuda humanitaria anual de ocho millones de euros.
Dentro del club europeo, el Reino Unido y Francia sostienen que son las potencias vecinas, India y China, así como la asociación de países del Sudeste Asiático, Asean, quienes deben ejercer su influencia política. El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, dijo que esto último "sería un éxito" en caso de producirse.
Según Kouchner, Francia y el Reino Unido están de acuerdo en imponer sanciones que implicarían la retirada del país de la petrolera francesa Total, pero a la postre éstas dejarían a la aislada Birmania en manos de los intereses indios y chinos. Total reaccionó argumentando que su salida de Birmania sólo serviría para agravar la situación y que no tiene más remedio que trabajar a menudo en países no democráticos. Total posee una plataforma costera de extracción desde 1992 y ha sido acusada por defensores de los derechos humanos de haber utilizado mano de obra en condiciones de esclavitud para construir un gasoducto.
Los diez miembros de la Asean mantenían ayer reuniones en Nueva York, aprovechando el marco de la Asamblea General de la ONU, y según fuentes diplomáticas podrían poner en marcha algún tipo de intervención. Pero de momento Singapur, que preside la Asean, ha pedido la mediación de la ONU. Para la Asean, que no ha logrado influir en años en Birmania, existe el riesgo de que el país quede fuera de su órbita y se aproxime aún más a China.
27-IX-07, R. Poch, lavanguardia: La junta militar que gobierna Birmania desde 1962 se llama Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo. Desde la masacre de unos dos mil ciudadanos en 1988, y hasta 1997, se llamaba de otra manera: Consejo de Estado para la Restauración de la Ley y el Orden.
El ejército no gobierna en Birmania sino que es el Estado, lo que repercute en una forma bastante rígida e ineficaz de gobierno. La junta birmana no reposa sobre una estructura administrativa civil subalterna sino que son los militares quienes manejan las riendas de todo. El ministro de Asuntos Religiosos es un general, el responsable de los archivos históricos, un coronel, y el subjefe del departamento de transportes fluviales, un teniente. No toda la economía está en manos de los generales, pero es cierto que sin relaciones con ellos, los negocios son complicados.
El ejército no llegó a ser casi sinónimo de Estado por estricta voluntad propia sino como resultado de los avatares de una historia trágica y difícil. Desde los tormentosos orígenes de su independencia (1948), esos avatares fueron muy penosos para la voluntad de construir una nación independiente. Los jóvenes líderes nacionalistas birmanos, que combatieron a los británicos y luego a los japoneses, heredaron de los primeros un país sin administración ni burocracia, porque toda ella era extranjera, británica o india, y se fue en 1948, o fue expulsada en masa con la gran minoría india, en 1962.
Birmania fue el país del Sudeste Asiático que más tiempo fue zona de guerra, porque los japoneses se quedaron allí hasta el final. Su pequeña infraestructura industrial colonial y su agricultura resultaron devastadas. Sobre ese panorama, el choque militar contra enemigos interiores (etnias rebeldes que querían independizarse, una guerrilla comunista) o exteriores (un ejército nacionalista chino apoyado por EE. UU. y guerrillas apoyadas por China o Tailandia) fue la principal tarea de gobierno.
La guerra civil comenzó dos meses después de la independencia, en marzo de 1948, cuando los comunistas se echaron al monte. En 1949 siguió la revuelta de los kayin y poco después los restos del ejército nacionalista chino de Chiang Kai Shek invadieron los territorios de población shan. Esa crónica sigue prácticamente hasta nuestros días. Hace unos meses, un corresponsal norteamericano informó de que el grueso del estado Shan estaba en manos de los rebeldes. La noticia era falsa, pero era completamente plausible dada la fragilidad de Birmania.
Hacer la guerra - la guerra civil más larga del siglo XX- y construir el Estado fueron procesos paralelos en Birmania, que no justifican nada, pero que explican la génesis del extraño régimen militar birmano. El resultado de esa historia es que en el país hay muy poco terreno político más allá del ejército.
Hasta los propios dirigentes de la opositora Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Suu Kyi, son ex altos mandos del régimen militar. El brazo derecho del general Ne Win en el golpe de 1962, el brigadier general Aung Gyi, fue el primer presidente de la LND. Otros miembros de la presidencia o la vicepresidencia del partido han sido su compañero del Consejo Revolucionario, Kyi Maung; el general Tin Oo, que saltó de la junta en 1975, acusado de complicidad en una intentona golpista, y el coronel Aung Shwe. Todos ellos pertenecen a la misma generación de militares. El propio padre de Suu Kyi y líder de la independencia, Aung San, fue un bravo general muerto en 1947.
La junta actual tiene un credo que se llama "Metas y objetivos del Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo". Se trata de una lista de preceptos que, a la manera de los mantras religiosos, uno encuentra por todas partes en Birmania
TRES CAUSAS NACIONALES
-Impedir la desintegración de la Unión
-Impedir la disolución de la soberanía nacional
-Perpetuar la soberanía nacional
CUATRO OBJETIVOS POLÍTICOS
-Estabilidad del Estado, paz comunal y tranquilidad, prevalencia de la ley y el orden
-Consolidación nacional
-Creación de una nueva Constitución del Estado
-Crear una nueva nación, moderna y desarrollada, de acuerdo con la nueva Constitución del Estado
CUATRO OBJETIVOS ECONÓMICOS
-Desarrollo de la agricultura como base fundamental Adecuada evolución del sistema económico orientado hacia el mercado
-Desarrollo de la economía potenciando la participación del conocimiento e inversiones de fuera y dentro del país
-La iniciativa para dar forma la economía nacional debe estar en manos del Estado y de los pueblos de la nación
CUATRO OBJETIVOS SOCIALES
-Mejorar la moral y la moralidad de toda la nación
-Mejorar el prestigio nacional así como la integridad, salvaguarda y preservación del patrimonio cultural y del carácter nacional
-Mejorar el dinamismo del espíritu patriótico
-Mejorar la salud, la condición física y la educación de toda la nación