ens autoofeguem en una mar de plāstic

Dianna Cohen, artista visual, cofundadora de Coalició contra la Contaminació per Plàstic. Tinc 46 anys. Vaig nèixer i visc a Los Ángeles, California. Visc en parella i he criat 4 nens. Soc progressista i crec en el poder del consumidor: cal aturar el consum de plàstic d´un sol ús, he donat una conferència a Excellence, Barcelona. Crec en la energia de l´univers.

 

¿La reina del plástico?

Llevo 25 años trabajando con  plástico. Pero hace ocho años algunas de mis obras comenzaron a descomponerse.

Vaya, lo siento.

A mí me pareció genial. Pensé: ¡es efímero, como nosotros! Pero me puse a investigar y descubrí la verdad.

¿Qué verdad?

El plástico nos sobrevivirá a todos. También descubrí la gran isla de basura de plástico que navega por el Pacífico, dos veces el estado de Texas. Es como un iceberg cuya profundidad llega hasta el fondo del mar.

"¡Dios mío! - pensé-Vamos a tener que ir a limpiar esa cosa", y elaboré una propuesta para salir con un buque de carga y dos barcos de pesca, una grúa, una trituradora y una máquina de moldeo en frío para hacer ladrillos con el plástico.



Buena idea.

Misión imposible, esos icebergs se descomponen en minifragmentos, como una gigantesca sopa de plástico mezclada con plancton. Para recogerlo se necesita una red muy fina que acabaría con la vida de miles de peces. Hay 11 islas de plástico en los cinco grandes océanos del mundo. Mire esta foto.

Un pequeño albatros reventado.

Los albatros adultos van a buscar comida, cogen una buena porción de esa sopa de plástico llena de colorines y se la dan a sus crías, que mueren reventadas a miles. Fíjese lo que hay en su estómago.



Un encendedor, tapones de plástico…

Es muy triste. Lo mismo ocurre con los peces pequeños y grandes: sus estómagos están llenos de trocitos de plástico. Pero el problema todavía es más complicado.

Cuénteme.

Para fabricar una botella de plástico transparente se utiliza bisfenol A y ftalato, químicos que se comportan como estrógenos sintéticos que provocan obesidad, cáncer de próstata, ovarios y mamá, y diabetes. Cuando un feto está expuesto a estos químicos desarrolla problemas cerebrales.



Me está asustando.

En los océanos abundan los nurdles o lágrimas de mar, pequeñas bolitas, materia prima de la manufactura de plásticos que los peces comen pensando que son huevos. El plástico tiene la capacidad de atraer, como un imán, a otros agentes químicos que están en el mar, ríos o lagos. Los nurdles atraen más de un millón de distintos tóxicos.

Parece grave.

Lo es. Los agentes químicos también llegan a nosotros por la cadena alimentaria. Y directamente, porque la comida y la bebida están envueltas en plástico. Para fabricar las bandejas de poliestireno (las de corcho blanco) se utilizan sustancias cancerígenas como el benceno, y otras sustancias que provocan contaminación hormonal.

¿Esas sustancia pasan a los alimentos?

Sí, muchos aditivos de los plásticos funcionan en el organismo como hormonas, desencadenando alteraciones en el desarrollo sexual, infertilidad, insuficiencias hormonales y cáncer. Se han descrito hasta diez grupos de sustancias que se comportan como estrógenos (hormonas femeninas) y que son de uso habitual en procesos industriales y agrícolas.

¡. ..!

En EE. UU. hay un grupo diabólico: Consejo Químico Estadounidense (ACC) al que pertenecen todas las corporaciones de petróleo y plástico, su poder es inmenso.



Eso de por sí ya es diabólico.

La mayoría del plástico se diseña para que se use poco tiempo. Después su única función es polucionar los mares, la tierra y el aire. Fíjese en este dromedario, esta vaca, este burro y este oryx, todos han muerto por contaminación de plástico. Cuando el cuerpo se descompone quedan los huesos y el plástico, intacto, que tenían en las tripas.

Qué triste.

Incluso los productos de las tiendas biológicas están envueltos en plástico. Los recipientes de mi nevera eran de plástico, y no dejo de preguntarme cuántos de esos químicos estarán en mi cuerpo y en el de mis hijos. ¡Toda la vida comprando agua embotellada en plástico!... Lo siento, pero mierda.

La entiendo.

Las grandes marcas de agua y refrescos invierten millones para decirnos que sus bebidas plastificadas son saludables, ¡y yo me lo creí! Me siento estafada. Y también me pregunto: ¿dónde está mi gobierno?, ¿qué hace la gente que debería protegerme?

Dicen que el PVC no es nocivo.

Los estudios los hace la ACC. ¿Qué van a decir? Francia, Alemania y Canadá han prohibido este año el bisfenol A en productos para bebés. En California la ACC lo impidió. También se intentó prohibir el uso de bandejas de poliestireno y ahí están.

Están por todas partes.

Cuántas veces ha bebido un café caliente, un té o sopa en poliestireno, que al calentarse acelera la liberación de sustancias químicas del plástico al alimento, entre otras una toxina que ataca el sistema nervioso.

No me agobie.

El reciclaje del plástico no es una solución. Cada vez que reciclan una botella de plástico y la limpian añaden más químicos. Por eso intento mentalizar a la gente. En Estados Unidos cada persona utiliza al año entre 500 y 700 bolsas de un solo uso. ¿Y cuántas botellas de plástico consume una persona al año?... Piense en ello.

El plástico, un invento reciente, se usaba con fines militares. Acabada la II Guerra Mundial, el gobierno de EE. UU. reorientó sus fábricas de plástico, que invadieron los mercados de productos. Once millones de libras de plástico acaban en el océano cada año. La fundación Coalición contra la Contaminación por Plástico tiene 80.000 asociados que han declarado la guerra al plástico, cuyas consecuencias para la salud son devastadoras. Pero por mucho que vayamos al súper con bolsa de tela acabaremos llenándola de productos plastificados. "Hablamos con grandes firmas que presumen de sostenibles pero envasan con plástico. Los ciudadanos debemos impulsar el cambio: rechacemos el plástico".

19-VII-11, Ima Sanchís, lacontra/lavanguardia