Las autoridades chinas defendieron ayer el recibimiento oficial ofrecido al presidente de Sudán, Omar al Bashir, sobre el que pesan dos ordenes de búsqueda y captura por genocidio emitidas por el Tribunal Penal Internacional de La Haya.
"China da la bienvenida a la visita del presidente Al Bashir, que propiciará el desarrollo de nuestra tradicional amistad", señaló el portavoz de Exteriores, Hong Lei, en rueda de prensa, en la que justificó la acogida del Gobierno chino al mandatario sudanés, que en los últimos tiempos ha visto como muchos países rechazaban recibirlo por los crímenes de guerra cometidos durante el conflicto civil que ha dividido al país.
"En cuanto a la orden de captura emitida por el Tribunal Penal Internacional, China no es un país miembro de esta institución, así que nos reservamos nuestra opinión acerca del proceso contra Al Bashir". Con esta afirmación, Hong Lei salió al paso de todas las críticas que en los últimos días diversos países han realizado a Pekín por aceptar la visita del mandatario sudanés.
Pero por otra parte, el Gobierno chino es consciente de los enormes intereses que tienen en Sudán y de su influencia sobre el régimen de Jartum. No en vano el gigante asiático es uno de los principales socios comerciales del país africano y sus inversiones son fundamentales para el desarrollo de Sudán. A cambio, se beneficia de unas cuantiosas importaciones de petróleo.
Hay unos 50.000 chinos trabajando en proyectos que abarcan la práctica totalidad de los sectores económicos sudaneses. Jartum es consciente de que sin la inversión china el desarrollo del país iría mucho más despacio, así que esta dispuesto a escuchar a Pekín.
Las autoridades chinas, por su parte, quieren jugar a fondo sus cartas para conseguir la paz y la estabilidad en la región y que Jartum y Darfur pongan fin a sus hostilidades. Para Pekín está en juego su subministro de petróleo y no está dispuesto a regatear esfuerzos para asegurarlo.
Este asunto será, sin duda, uno de los que abordará esta mañana Omar Al Bashir con el presidente chino, Hu Jintao. Además del proceso de paz entre Jartum y Darfur, ambos mandatarios profundizarán en la cooperación estratégica, según explicó ayer el portavoz de Exteriores chino, Hong Lei.
29-VI-11, I. Ambrós, lavanguardia