Salvador Boix, taurófilo y apoderado del crack José Tomás, ha publicado un libro combativo, vehemente y estructuralmente descompensado contra la prohibición de los toros en Catalunya. El título no engaña: Toros, sí 148 páginas de 251-,quizá habría merecido figurar como coautor.
No tengo ni la energía ni los conocimientos para discernir si los argumentos a favor de los toros son más sólidos que los argumentos en contra. La virulencia dialéctica de este debate nunca me ha convencido, especialmente cuando excita la intransigencia y la negación de las evidencias. Igual que tantos espectadores neutrales, me he refugiado en una indiferencia cómoda y sólo he logrado que me interesen la grandeza gastronómica del rabo de toro, la pirotecnia lingüística del sector y el uso del pasodoble como perfecta ilustración musical de esta liturgia.
Pero la parte más documentada del libro tiene un valor informativo y una carga antropológica que no deberían despreciarse. La estrategia que Boix denuncia refleja premeditación, manipulación, cálculo político, desidia cultural, hipocresía mediática y brotes de intolerancia. De qué modo se aprovecha el marco de legalidad para imponer una prohibición que, en nombre de los derechos promovidos por el animalismo militante, reprime otros, como una práctica que se autofinancia y que, objetivamente, no parece más cruel que el cultivo industrial de pollos o la matanza del cerdo.
Escribe Boix: "Somos los desahuciados culturales a quienes la mayoría, con sus votos, negó el derecho a existir como lo que somos y fueron nuestros padres y abuelos; compartimos todos una lengua antigua históricamente perseguida y un sentimiento de pertenencia a una cultura milenaria y abierta que hoy discurre enquistada y secuestrada, una vez más". Se puede discrepar de los arrebatos seudodemagógicos y lamentar que, de vez en cuando, el autor prefiera especular a demostrar, pero el valor de su testimonio radica precisamente en que ha vivido una triple condición privilegiada: aficionado insultado, taurófilo bajo sospecha y parte interesada de un sector abiertamente perseguido. Además de rabia, opiniones y alguna impertinencia, el libro también transmite datos y nos describe las trampas jurídicas, las promiscuidades movilizadas, los engaños políticos y las complicidades mediáticas de una realidad herida de muerte (sin que suene un pasodoble que eleve el nivel ético-emocional de este funeral).
13-V-11, Sergi Pàmies, lavanguardia