Las principales potencias emergentes reclamaron ayer la pronta implantación de un nuevo orden económico internacional, más acorde con la realidad, y en el que tengan mayor protagonismo.
Los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, conocidos por el acrónimo de Brics, pusieron de manifiesto esta reivindicación en la rueda de prensa conjunta que celebraron al término de la cumbre que mantuvieron ayer en la ciudad de Sanya, en la isla sudoriental china de Hainan. Un grupo de países que albergan en torno al 42% de la población mundial, suponen ya el 18% del PIB planetario y representan el 60% del crecimiento global. Unas cifras que, por otra parte, confirman que, tras la crisis internacional, el peso de la economía mundial se ha desplazado de las economías más avanzadas a las emergentes.
Tanto la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, como el resto de mandatarios pusieron de manifiesto la necesidad de reformar lo antes posible el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para hacerlo más acorde con la realidad de la economía mundial.
"Debemos insistir en las reformas de los instrumentos globales de gobierno, para hacerlos de verdad representativos de las realidades contemporáneas", dijo el primer ministro indio, Manmohan Singh.
El compromiso de estos líderes en luchar por la reformas de las instituciones internacionales tiene su lógica, en la medida en que los cincos países forman parte este año del Consejo de Seguridad de la ONU, del FMI y del Banco Mundial.
En su declaración final, los Brics reclaman, asimismo, "la reforma y mejora del sistema monetarios internacional, con un sistema de reserva de divisas internacional, amplio que dé estabilidad y seguridad". En este sentido, insisten en apostar por que los derechos especiales de giro (DEG) se conviertan en la futura divisa de referencia, en detrimento del dólar. Para ello también abogan por revisar su composición, que se basa en una cesta de divisas compuesta por el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina.
También expresaron su preocupación por los riesgos de la volatilidad de los precios, en especial de los alimenticios y de la energía, ya que consideran que amenazan la recuperación de la economía internacional.
Los representantes de las cinco potencias emergentes emplazan asimismo a las economías más avanzadas a coordinarse mejor para conseguir un crecimiento equilibrado y sostenible, ya que "constatamos que la economía mundial se recupera paso a paso de la crisis financiera, pero sigue enfrentándose a muchas inseguridades", indica el comunicado final. Según la agencia de noticias Xinhua, el presidente chino, Hu Jintao, explicó que los cinco países se habían puesto de acuerdo para estrechar la cooperación. "Hemos decidido continuar fortaleciendo la coordinación y la cooperación en cuestiones económicas, financieras y de desarrollo mundiales, así como en la industria, el comercio, la agricultura y la tecnología".
En este sentido, aprobaron un acuerdo marco según el cual se concederán de forma recíproca créditos y otros servicios financieros en sus propias monedas, en lugar de en dólares, según informó el banco de desarrollo ruso Vnesheeconombank (VEB).
15-IV-11, I. Ambrós, lavanguardia