...Allí donde sólo hay linchamiento salvaje a los pacíficos manifestantes se habla de "enfrentamiento entre partidarios y detractores de Mubarak". Y al régimen de corrupción y tortura ahora se lo reconoce como "garantía de estabilidad". Desde Napoleón, Europa, y con ella Occidente, ha decidido lo que Egipto debía ser e incluso cómo debía representarse. Como si fueran menores de edad. Napoleón y Marx coincidían en eso. También el tratado de Versalles, en 1919, que ha marcado todo el siglo XX. Pero tal vez ya es hora de reconocer que los egipcios decidan lo que quieren que Egipto sea.
Al final, ¿qué es lo que duele? Reconocer, precisamente aquí, donde nos pensamos estúpidamente que la política consiste en las declaraciones de un director general, un conseller o un ministro, que lo que está sucediendo en Egipto, precisamente, es eso: la política, simplemente. La impugnación de una ordenación injusta de las cosas y la voluntad de modificarlas. Mientras veo en directo las emocionantes imágenes de los millones de cairotas y alejandrinos clamando por la libertad, escucho dos canciones de Oum Kalsoum: Les-sabri houdoub (La paciencia tiene sus límites) y Tala´Al-Fajr (El día ha amanecido).
7-II-11, Xavier Antich, lavanguardia