´Cornudos y apaleados´, Víctor-M. Amela

El contribuyente catalán paga los sueldos de los comentaristas deportivos de TV3 que, cuando juega el Real Madrid (equipo español) contra un equipo extranjero (Milán), celebran entusiastas y gozosos la desgracia del equipo español. El contribuyente catalán que sea del Real Madrid (¿acaso no los hay?) nota que se le queda cara de cornudo y apaleado (y pagando las copas). Es la misma cara que se le queda al barcelonista cuando comentaristas deportivos de TVE reciben con consternada frialdad un éxito del Barça. Las televisiones públicas, sufragadas por el contribuyente, deberían gestionar sus efusiones con más delicadeza. Efusiones idóneas para Barça TV o Real Madrid TV no debieran cursar en una televisión pública, salvo que la "infección Millet" (confusión públicoprivado) se haya instalado irremediablemente entre nosotros. Sí es comprensible que cada canal privado haga sus apuestas en su búsqueda de audiencia: así, supongo que a La Sexta (con mucho capital catalán, por cierto) le sale rentable que sus comentaristas (el pasado sábado, Valencia-Barça en directo) lamenten impúdicamente que el Valencia no ametralle al Barça, como si viésemos el choque entre un equipo español (Valencia) y otro extranjero (Barça): es deplorable (mis hijos -forofos barcelonistas- se lamentan), pero imagino que responde a un frío cálculo comercial, a una apuesta, a una balanza de beneficios. En un canal público, en cambio, deberían medirse mejor los entusiasmos personales.

24-X-09, Víctor-M. Amela, lavanguardia