Mañana es el gran día. Las comarcas del Maresme, Vallès Oriental, Ripollès y Garrotxa empezarán a apagar los repetidores de la televisión analógica para dar paso a la nueva televisión digital terrestre (TDT). Entre este tema y el del cambio de compañía eléctrica del 1 de julio, la población anda hecha un lío descomunal. Lo de la TDT tiene dividida a la ciudadanía entre los que ven la nueva televisión perfectamente y los que ya no ven bien la analógica y de la digital, o no reciben señal o les llega entrecortada. El cabreo de estos últimos ciudadanos va en aumento y se puede convertir en el culebrón del verano si no se actúa con cautela.
Los responsables de la desconexión ya han avisado que, como medida preventiva, no apagarán los repetidores si no se asegura antes la recepción correcta de la TDT. Pero estos mismos técnicos nos dicen que una zona está cubierta cuando el 80% de la población tiene una correcta recepción. ¿Qué sucede entonces con el 20% restante? Nadie lo sabe. En estas cuatro comarcas viven 888.254 personas, según el Institut d´Estadística de Catalunya, con lo que 177.000 habitantes (más que toda la ciudad de Tarragona o de Lleida) corren el riesgo de quedarse sin recepción de televisión o en la zona oscura, como le llaman los técnicos.
Los alcaldes de los municipios afectados están muy preocupados porque ven venir el marrón que les cae encima. ¿Dónde llamarán los enfadados vecinos cuando este verano, que han decidido quedarse en el pueblo por la crisis, no puedan ver ni la televisión porque a alguien se le ha ocurrido que con la TDT viviremos mejor? A esta pregunta, algunos alcaldes ya están adelantando la respuesta, ya que a ellos tampoco les aclaran las dudas que desde hace meses vienen planteando. Hay algunos que han enviado estos días cartas a sus conciudadanos en las que recuerdan que todo este lío no es competencia municipal y que si tienen problemas llamen al 012 o se conecten al portal www. catalunyaconnecta. cat. Ya les adelanto que en ese portal no van a encontrar mucha más información porque si usted es de los del 20% de descubiertos, le recomendarán que llame a un técnico o que encare mejor la antena. La cosa está tan enredada que ya se ha oído a más de un responsable público del tinglado digital que si después de cambiar la antena, comprarse el aparato, colocar un amplificador, apuntar al repetidor correspondiente y cabrearse veinte veces sigue sin ver bien la magnífica TDT, tendrá que ponerse una parabólica como las de antes de la era digital. Si usted es de los que viven en las zonas oscuras, el mejor consejo es que se espere a que los responsables solucionen este verdadero desaguisado. Esté atento y no gaste más dinero ni haga ir y venir más al antenista a su casa. Y si mañana no ve la televisión, coja un buen libro, tampoco se va a perder gran cosa.
29-VI-09, Enric Sierra, lavanguardia