Enfrentada a la doble ofensiva china y norteamericana sobre el continente, Francia busca apuntalar su influencia política y económica en África.Y, en concreto, en la convulsa región de los Grandes Lagos. Nicolas Sarkozy ha iniciado con este fin un viaje relámpago de 36 horas a tres países de Áfricacentral - República Democrática de Congo (RDC), República de Congo (RC) y Níger-,en el que se ha presentado como impulsor del proceso de pacificación y desarrollo de la región. El presidente francés saludó ayer en Kinshasa la aproximación del presidente congoleño, Joseph Kabila, al régimen de Ruanda para combatir a la guerrilla hutu en la provincia oriental de Kivu y abogó por "refundar" e impulsar la cooperación regional, para lo que ofreció el padrinazgo de Francia.
La visita a la RDC, antigua colonia belga convertida en el país francófono más poblado del mundo, se presentaba delicada. Antes de poner pie en Congo, Sarkozy se vio obligado a corregir a la baja la propuesta de paz que había expuesto el pasado mes de enero, y que se basaba en un nuevo "reparto" del "espacio" y las "riquezas" entre Congo y Ruanda. Una iniciativa que fue percibida como un guiño para restablecer la relación con Ruanda, que en el 2006 rompió diplomáticamente con París tras el procesamiento en Francia de su presidente, Paul Kagame, por su presunta implicación en el atentado mortal contra su antecesor, Juvenal Habyarimana, que desembocó en el genocidio de la minoría tutsi en 1994.
Enterrada la idea del "reparto", a la vista del rechazo frontal de Kinshasa, Sarkozy quiso despejar todo "malentendido" y reiteró ayer ante el Parlamento congoleño su compromiso con la "soberanía inalienable de Congo", país al que reconoció como "columna vertebral" de la región.
El presidente francés propuso construir la paz como lo hizo Europa tras la Segunda Guerra Mundial, a partir de la cooperación económica. En este sentido, planteó la conveniencia de refundar la comunidad económica de los Grandes Lagos - integrada por la RDC, RuandayBurundi-,abriéndola a otros países como Uganda, Tanzania y Kenia, y de darle un nuevo impulso a partir de proyectos concretos. Sarkozy propuso crear una agencia regional de cooperación y desarrollo, y se ofreció a acoger en París en el 2010 una conferencia internacional de donantes para su financiación.
La estancia en Kinshasa se tradujo también en la firma de un acuerdo para explorar y explotar minas de uranio en Congo por el gigante nuclear francés Areva, que en enero firmó ya otro acuerdo para explotar un tercer yacimiento de uranio en Níger.
La visita a la RDC - compensada con un salto a Brazzaville, para saludar a un viejo aliado-se inscribe en la nueva política africana de París, interesada en abrir el abanico de sus relaciones más allá de sus ex colonias. Sarkozy, que tras ser elegido prometió una ruptura con los viejos usos, ha introducido algunos cambios - París ha abandonado su actitud paternalista-,pero ha mantenido los vínculos con los hombres fuertes de la Françafrique.Intereses económicos obligan.
27-III-09, Ll. Uría, lavanguardia