"El Cuarto Poder se halla en un estado peculiar de su evolución. A la prensa, por una parte, cada día le complace más el poder que la corrompe. Y, por otra, camina inexorablemente hacia una mastodóntica impotencia en las cuestiones que realmente importan." Martin Amis
"What a dope" ("Qué idiota") es el titular que acompaña a una foto robada a Michael Phelps en el momento de dar una calada a una pipa de agua en una fiesta privada y publicada por el tabloide News of The World.
"Ésta es la asombrosa foto que puede destruir la carrera del mejor competidor de la historia olímpica", dicen los carroñeros británicos, pero cualquier persona que tenga un mínimo sentido de la decencia hará caso omiso de esta anécdota nimia para encontrar motivos de asombro en otra parte.
Por ejemplo, que semejante gilipollez pueda afectar en lo más mínimo a la carrera profesional del indiscutible triunfador de los últimos juegos olímpicos. O que ningún juez, o el propio Phelps, hayan demandado a estos carroñeros por violar la intimidad del deportista y por injurias. También es asombroso que el nadador se haya visto obligado a disculparse, cuando no hay absolutamente nada de censurable en su comportamiento. O que existan en el mundo imbéciles sin remedio que se atrevan a
cuestionar la validez de los records alcanzados por Phelps en la Olimpiada. Otro motivo para el asombro nos lo dan los retrasados mentales que exigen a los famosos un comportamiento intachable las 24 horas del día (el puto
ejemplo para "niños y jóvenes"), como si no tuvieran derecho a hacer con su vida lo que les dé la gana, especialmente en su intimidad -por no mencionar que nada de esto hubiera trascendido sin el concurso del Judas que sacó la foto y de los responsables del panfleto amarillista que la publicó. Desde luego que todo esto es bastante asombroso. Fumar cannabis, con o sin fotos de por medio, no lo es, lo haga un famoso o un particular.
No hemos publicado la imagen de la discordia para ilustrar este entrada, sino una del campéon olímpico en pleno triunfo, triunfo que desmiente rotundamente la especie de que los ganadores no toman drogas. Dejemos esta basura para los que la producen y para los que la consumen con fruición, los unos fabricantes de mierda y los otros coprófagos. Buen provecho, señores.
2-II-09, fac.cc