entrevista a Dennis Gansel, director de la película 'La ola'.
El director alemán Dennis Gansel aborda en La ola la fascinación que provoca el fascismo recreando en un instituto de la Alemania contemporánea el caso del profesor Ron Jones, quien en 1967, en el instituto de Palo Alto (California), propuso a sus alumnos -que no entendían el éxito del nazismo- recrear en el aula una organización filofascista. Medio colegio quería apuntarse al movimiento, que comenzó a funcionar de forma excluyente y clasista. El caso fue novelado por Todd Strasser en The wave (La ola), texto en el que se basa el guión.
El resultado del experimento en su película es ligeramente diferente del original.
En el caso real, el giro de los acontecimientos llevó a que el grupo comenzara su militarización ¡en cinco días! Se descubrió que había al menos tres alumnos convertidos en guardaespaldas y otro perdió una mano manejando explosivos. Nosotros teníamos otro final, pero descubrimos, en los pases previos, que a algunos adolescentes les atraía el grupo y querían tatuarse el logo de La ola.
Y optó por un final explícito.
Preferí cambiar el final, reflejar cómo el proceso conduce a la sangre, a modificar el relato. Decidí mantener el enfoque seductor; si no se percibe su atractivo, no puede entenderse el experimento.
Tan turbador como la fe ciega de los chicos es que el profesor se sienta enardecido.
Sí, hablamos con Ron Jones, el profesor de California. Él era consciente de que se trataba de una teatralización y, aun así, se sentía embelesado.
¿Cuánto?
Nos contó que, a finales de los 60, él era muy de izquierdas, alternativo, y que para el ejercicio se vistió de traje y los alumnos dejaron de tutearlo. La suya era una clase muy ruidosa, pero empezó a imponer disciplina. Jones confesó que primero descubrió que le encantaba el nuevo silencio y al tercer día comenzó a sentirse cómodo con el traje. Se sintió sexy como líder y eso lo asustó.
El profesor de la película también es un alternativo, un ex okupa. En España casi no hay intelectual de la ultraderecha que no proceda de la extrema izquierda.
No lo sabía, ¿en serio? Es muy interesante. Nosotros aprovechamos esa característica para mostrar ese riesgo. Las ideas de izquierda te pueden proteger de las ideas nazis pero no de ser seducido por el nazismo, por la dinámica psicológica del grupo.
28-XI-08, P. Vallín, lavanguardia