Montenegro i Macedònia reconeixen Kosova i Sèrbia reacciona

11-X-08, afp, lavanguardia: "Ahtisaari es conocido como el único mediador internacional cuyo plan no ha sido aprobado en el Consejo de Seguridad de la ONU". Con estas palabras, el ex primer ministro Vojislav Kostunica dejó claro el punto de vista serbio sobre el galardón concedido al diplomático finlandés, que ayer era motivo de celebración entre los albanokosovares. "Es también una victoria para el Estado de Kosovo", dijo el portavoz del Parlamento kosovar, Jakup Krasniqi.

Para Serbia no podía ser peor momento. Macedonia y Montenegro se han sumado a los 50 países que han reconocido a Kosovo como Estado independiente. El hecho de que lo hagan sus propios vecinos sentó como una puñalada por la espalda. Belgrado, en respuesta, expulsó el jueves al embajador montenegrino y, ayer, al macedonio, y estudia asimismo otras medidas de represalia. Montenegro se declaró independiente hace dos años, dando por finiquitada la federación que lo unía a Serbia. Macedonia, con una importante minoría albanesa en su territorio, tiene un contencioso fronterizo con Kosovo al que ve perspectivas de solución. Estos acontecimientos se producen justo cuando Serbia ha conseguido que la Asamblea General de la ONU aprobara llevar la independencia de Kosovo ante el Tribunal Internacional de Justicia, para abrir un proceso que puede durar dos años. Después de esta victoria diplomática, Belgrado anunció el jueves que restituirá a sus embajadores retirados de los países que reconocieron a Kosovo. La esperanza serbia era ver frenada la lista de reconocimientos, y la actitud de Montenegro y Macedonia es vista como resultado de "fuertes presiones políticas" extranjeras. 

10-X-08, afp, lavanguardia: "El Gobierno ha decidido por unanimidad reconocer a la República de Kosovo y establecer relaciones diplomáticas con Pristina", declaró ayer el ministro de Exteriores montenegrino, Milan Rocen. El acuerdo es conforme a una anterior decisión destinada al avance de Montenegro hacia la UE. Serbia reaccionó expulsando al embajador de Montenegro, alegando que era la respuesta adecuada.