niqab, Bonino: ´llibertat religiosa i ordre públic´

La expulsión de un museo de Venecia (noreste de Italia) de una mujer con el rostro cubierto por un velo islámico, que sólo dejaba ver sus ojos, ha reabierto el debate en Italia sobre la prohibición de esta prenda en lugares públicos por motivos de seguridad. La turista acudió el pasado domingo a la galería de arte Cà Rezzonico de Venecia y no tuvo ningún problema ni a la entrada ni en las taquillas del museo, pero uno de los vigilantes se dirigió a ella mientras recorría las salas y la invitó a descubrirse la cara o salir de las instalaciones, ya que el reglamento impide el acceso con el rostro cubierto.

La mujer que llevaba el 'niqab' (velo que cubre todo el cuerpo salvo los ojos) se negó a descubrirse la cara para ser identificada, por lo que se le expulsó del museo. El asunto ha provocado una oleada de opiniones que muestran la completa división en el país entre aquellos que piensan que el vigilante cumplió con su deber y los que creen que se deben respetar los símbolos religiosos.

En declaraciones publicadas hoy por el diario "La Repubblica", el alcalde de Venecia, Massimo Cacciari, aseguró que, a pesar de lo que se dijo en un primer momento, el empleado del museo no será despedido, aunque afirmó que "se había comportado un poco estúpidamente expulsado a una mujer por llevar un velo".

Desde las páginas de dicho diario, Giancarlo Galán, presidente de la región del Veneto, cuya capital es Venecia, respondió que el vigilante "hizo bien al pedir información a una mujer invisible" y añadió que "garantizó la seguridad del museo".

La división sobre este tema se ha producido también en el seno de las fuerzas políticas, pues la responsable de Turismo, Michela Vittoria Brambilla, criticó la decisión del vigilante, mientras que el subsecretario del Consejo de Ministros, Carlo Giovanardi, afirmó que "cumplió con su deber".

Para la ex ministra y comisaria europea Emma Bonino "no se trata de hacer de esto una cuestión religiosa, sino de garantizar el orden público".

Bonino recordó que existe una ley en Italia que prohíbe el uso de prendas (cascos, pasamontañas) que impidan el reconocimiento en lugares públicos o durante manifestaciones. "Cada uno, islámicos, monjas, puede hacer lo que quiera", pero en los lugares públicos no se puede permanecer con el rostro oculto, añadió Bonino.

28-VIII-08, efe, lavanguardia


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