´Catalunya, país emergent´, Ramon Tremosa

"Catalunya, país emergent"Ramon Tremosa i Balcells, Edicions 3i4 Valencia, 2008, 186 pgs, 15€.

- presentació de l'autor,
16-VI-08, fac. d'econ. UB,
introducció de Jordi Pujol,
youtube, 1h 11',
clicant aquí

La megarregión número 11

El geógrafo canadiense Richard Florida apunta la emergencia de las megarregiones,las nuevas unidades naturales de crecimiento económico, que agrupan redes de ciudades, comarcas y regiones que ya están hoy económica y comercialmente integradas. Según Florida, estas megarregiones, y no las grandes megalópolis, serán los ejes de la prosperidad del siglo XXI: en ellas se concentrará la producción y la actividad económica. Ha identificado sobre el mapa hasta 40, en las que vive un 20% de la población del mundo pero se producen dos terceras partes del PIB mundial y generan casi toda la innovación.

La primera megarregión mundial sería el Gran Tokio, y tras ella irían Boston-Washington, Chicago-Pittsburgh y Amsterdam-Rotterdam-Rurh-Flandes. Lille. La undécima megarregión sería Barcelona-Lyon, que va de Alicante a Marsella, una zona con gran capacidad de atracción de empresas por algunos costes competitivos y su estilo de vida. La megarregión número 39 es Madrid. que, denuncia el profesor Ramon Tremosa, está desertizando las ciudades a su alcance para convertirse en una ciudad-nación de 10 o 12 millones de habitantes.

Y el centralismo de Madrid y la necesidad de establecer políticas públicas que tengan en cuenta las megarregiones como parte esencial del entramado económico son el punto de partida de Catalunya, país emergent,el nuevo libro del autor de Estatut, aeroports i ports de peix al cove.Un libro crítico, aunque también optimista, escrito desde un punto de vista académico pero también político, en todos los sentidos: la política entendida como la necesaria reflexión sobre la cosa pública, pero también como visión política determinada, con referencias al famoso voto cautivo o a determinados partidos de izquierdas catalanes como sucursales.

En cualquier caso, Tremosa apunta hacia asuntos de imperiosa trascendencia. Para empezar, que en un siglo en el que el Mediterráneo se convertirá en el mar más importante del mundo para el comercio marítimo, las oportunidades de Catalunya son enormes, y hay que aprovecharlas. En un país que representa el 28% de las exportaciones de toda España y el en el que su modelo exportador pasa por una notable colaboración entre las multinacionales presentes en Catalunya y miles de pequeñas y medianas empresas cuya eficiencia evita la deslocalización de esas multinacionales, no sólo los puertos de Barcelona y Tarragona pueden intentar convertirse en la puerta de entrada del comercio asiático con destino a Europa - ahora ese comercio va a Rotterdam, Amberes o Hamburgo, pero a costa de tres días más en barco-, sino que gracias a esa área industrial cercana se puede incorporar valor a las mercancías que llegan, acabando productos asiáticos semielaborados, como hace Flandes, la región líder en logística en Europa.

Por supuesto, para ser potentes en logística se necesitan infraestructuras y, añade Tremosa, su gestión descentralizada. Además, sin una logística pensada a escala global se puede perder la industria local. Por cierto: señala que con el crecimiento de estos años, y pese a la expansión de los puertos de Tarragona y Barcelona, se saturarán en 15 años. Podría, dice, ser el turno de puertos, ciudades y territorios tierra adentro: el Ebro, Amposta y Tortosa. Habrá más cambios. El canal Segarra-Garrigues convertirá gran parte de los cultivos de secano de Lleida en regadíos. Y los cruceros podrían atraer los vuelos intercontinentales asiáticos que Catalunya necesita. Eso sí, aparte de Madrid, Tremosa ve otro mal: la administración local catalana es muchas veces un lastre para la competitividad, retrasando proyectos y viviendo bajo la máxima de que "quien no vive del presupuesto, vive en el error".

29-VI-08, Justo Barranco, dinero/lavanguardia