´Los prisioneros olímpicos´, María Dolores Masana

La víspera de Navidad, una treintena de policías irrumpía en el domicilio del conocido militante chino por los derechos humanos Hu Jia, en Pekín. Previamente le habían cortado la línea telefónica y su acceso a internet. Se lo llevaron y amenazaron a su joven esposa, la también blogger Zeng Jinyan, incluida en la revista Time entre los "100 héroes del año 2007", para que mantuviera la boca sellada. Ahora, después de que esta semana pasada, el juez condenara a su marido a tres años y medio de cárcel por "subvertir el poder del Estado", Zeng está sola y aislada de sus amigos en China y en el extranjero, con su hija de dos meses.

Hu Jia que ha sido propuesto recientemente para el premio Sajarov, llevaba diez años defendiendo los derechos de los enfermos de sida y de los prisioneros políticos. Fundador de una de las primeras organizaciones que facilitan cuidados y ayuda a las víctimas de esa plaga, tan numerosa en China, cometió el delito de publicar en su blog un artículo titulado "Los juegos olímpicos esposados sólo traerán desgracias al pueblo", aun cuando ha estado, desde el principio, en contra del boicot a los JJ. OO.

Hu Jia se ha convertido en la cara de la represión que toma vuelo en China al paso que avanza la cuenta atrás de los Juegos. Es joven, conocido dentro y fuera de su país, se ha atrevido a denunciar en su blog que las autoridades de Pekín asumieron en el 2001 el compromiso de mejorar la situación de las libertades fundamentales. Pero cabe destacar que Hu no es un héroe solitario. Hu Jia es un ciberdisidente más detrás de otros 48 que cumplen largas penas de cárcel. China es, hoy, la mayor cárcel de periodistas del mundo, con un centenar largo de ellos entre rejas. Sólo el año pasado fueron arrestados 15 periodistas y ciberdisidentes por "incitación a la subversión" o por "difusión de secretos de Estado".

Por otra parte, desde que en octubre pasado, durante el XVII congreso del Partido Comunista, el Departamento de Propaganda del régimen fue rebautizado como Departamento de Publicidad y los medios de comunicación más liberales fueran llamados al orden, miles de blogs, páginas y foros de discusión en internet han sido cerrados. Y al menos 180 periodistas extranjeros fueron arrestados, maltratados o puestos bajo vigilancia en China desde que un alto funcionario declarara, en el momento de la atribución de los JJ. OO. que "la libertad de la prensa será total".

Reporteros sin Fronteras creyó, en principio, que Pekín optaría por una cierta apertura dejando a los militantes de los derechos humanos la posibilidad, incluso reducida, de expresarse antes y durante los juegos. Pero la policía política ha recibido órdenes: detener a los disidentes, fichar a los periodistas extranjeros y meter en una lista negra a los extranjeros defensores de los derechos humanos.

Ante tal represión, deberían movilizarse cuantas personalidades e instituciones esperan que Pekín 2008 sea la gran fiesta portadora del originario espíritu olímpico. Llamamos a las autoridades chinas a que intensifiquen el desbloqueo de todos los sitios de internet. Tras el ruido mediático originado por la dura represión a los disturbios del Tíbet que provocó importantes protestas al paso de la llama olímpica en diversas ciudades, el régimen intenta lavar su imagen. Desde el 1 de abril, los internautas pueden acceder de nuevo a las versiones inglesas de Wikipedia, YouTube y Blogspot. Pero sigue sin poderse acceder a la mayoría de sitios en chino con sede en el extranjero, como el servicio en esta lengua de la BBC o de Radio Canadá/ CBC y de organizaciones internacionales como la nuestra.

Si todos presionamos para que la seguridad del evento deportivo de agosto no se traduzca en dura represión política y social como en la era de Mao, si conseguimos que cese la censura a la prensa, que los periodistas encarcelados por expresar su opinión sean puesto en libertad, aún llegaremos a tiempo de que los próximos JJ. OO. no se conviertan en "los juegos de la vergüenza".

 

María Dolores Masana, presidenta de Reporteros sin Fronteras-España, 14-IV-08, lavanguardia