(Pakistán) ´Los ´valientes muchachos´´, Ahmed Rashid

El convencimiento del Gobierno de Pakistán en el sentido de que Al Qaeda es la organización responsable del atentado contra Benazir es de extrañar, dado el público de esta de exterminar a los extremistas islámicos en caso de haber resultado elegida primera ministra. Como se ha señalado que declaró un portavoz de Al Qaeda: "Hemos liquidado la baza estadounidense más valiosa, que prometió derrotar a los muyahidines".

Probablemente, los autores del atentado fueron voluntarios de grupos vinculados a los talibanes pakistaníes, entrenados por agentes de Al Qaeda. Sin embargo, la creciente red de Al Qaeda y grupos asociados en Pakistán debe buena parte de su auge y poder a las políticas de gobiernos sucesivos que han amparado a unos grupos terroristas y perseguido a otros.

Incluso Bhutto consintió que prosperaran grupos extremistas durante su último periodo como primera ministra en los años noventa. Los talibanes en el vecino Afganistán contaron con ayuda de su gobierno en tanto los combatientes islamistas pakistaníes recibían una muestra de confianza al esforzarse por controlar la escindida región de Cachemira en manos de India.

No obstante, quien más se ha esforzado en socavar los intentos de combatir el terrorismo y ha convertido a Pakistán en el epicentro al servicio de Al Qaeda, los talibanes y otros grupos es el general Pervez Musharraf.

Actualmente, los extremistas islámicos en Pakistán - más que los que operan en Iraq o Afganistán- representan la mayor amenaza para la estabilidad mundial. Desde el 2004, cualquier trama terrorista mortal o frustrada en Europa y otros lugares ha tenido su origen en las áreas tribales de Pakistán.

A la cabeza de la campaña de Al Qaeda en Pakistán se hallan los talibanes pakistaníes, que en los últimos tiempos se han apoderado de amplias extensiones de territorio en la zona tribal pastún del noroeste del país. Recientemente han ocupado el valle de Swat, lugar situado a sólo un centenar de kilómetros de Islamabad y centro de la industria turística del país. Los talibanes pakistaníes constituyen ahora la fuerza principal en todas las localidades situadas en la provincia Frontera del Noroeste. Su líder es Baitulah Mehsud, quien advirtió en octubre que sus terroristas suicidas se hallaban prestos a matar a Benazir Bhutto cuando volviera del exilio.

El viernes, el ministro del Interior pakistaní hizo pública la transcripción que, afirmó, se trataba de una conversación telefónica entre Mehsud y otro militante en la que saludaba positivamente el "enorme esfuerzo" emprendido por "esos valientes muchachos" al asesinar a Benazir Bhutto.

Los talibanes pakistaníes son en su mayoría miembros de tribus pastún influidos por Al Qaeda tras haber ayudado a sus líderes a buscar abrigo después del 11-S. A instancias de Estados Unidos, el ejército pakistaní practicó una política de apresamiento o asesinato de miembros árabes de Al Qaeda. Sin embargo, dejó en paz a los talibanes afganos por desconfiar del régimen del presidente Hamid Karzai, al que acusaba de ser proindio.

El ejército pakistaní quería conservar a los talibanes afganos como posible fuerza de apoyo por delegación. Y después del 2004 las fuerzas armadas dejaron incluso de dar caza a Al Qaeda tras caer en la cuenta de que los mayores esfuerzos de Estados Unidos se centraban en Iraq y no en Afganistán.

Las tribus pastún ayudaron a Al Qaeda a asentar sus reales en las zonas tribales, proporcionándole sustento y cobijo, y de paso enriqueciéndose con ello. En breve las tribus en cuestión crearon sus propias milicias, prometiendo combatir junto a las filas de Al Qaeda como los talibanes pakistaníes. Estos se convirtieron en una fuerza más poderosa y peligrosa cuando empezaron a ayudar a instruir a militantes de grupos extremistas islámicos en diversas localidades del país. Según se cree, fueron tales militantes bien instruidos de extracción urbana quienes hicieron estallar las bombas que mataron a 134 personas en Karachi al regreso de Benazir Bhutto del exilio el pasado octubre.

Los talibanes pakistaníes han utilizado también la red tribal y el adoctrinamiento ideológico pastún para situar estratégicamente partidarios en el seno de las fuerzas armadas, los servicios de inteligencia y el cuerpo fronterizo pakistaní (fuerza paramilitar). Varios atentados suicidas que han segado la vida de cientos de militares en cuarteles de localidades pakistaníes sólo pueden haber tenido lugar gracias a esta información privilegiada.

Estados Unidos ha concedido a Pakistán cinco millardos de libras esterlinas desde el 2001 en concepto de ayuda, tres cuartas partes de la cual se ha invertido en el gasto militar del país. Pero, en el futuro, Pakistán necesitará emplear tal ayuda en perseguir objetivos de difícil consecución que no son otros que combatir el terrorismo... si el dinero no es despilfarrado.

30-XII-07, Ahmed Rashid, lavanguardia