entrevista a Manuel Conthe, expresident de la CNMV

Manuel Conthe, dimitió el pasado mayo como presidente de la CNMV; economista del Estado

"La crisis será tan larga como ha sido la prosperidad"

Tengo 54 años. Nací en Madrid. Casado, tres hijas, ciudadanas civilizadas. No soy del PSOE, pero sí socialdemócrata: mi mayor activo es la independencia mental. Es muy difícil que un hombre vea algo, por muy evidente que sea, cuando su sueldo depende de que no lo vea.

¿Llegará la crisis económica antes que las elecciones?

Una crisis es tan larga y profunda como ha sido la prosperidad precedente. Ya lo demostró el keynesiano Minsky.

Entonces vienen años malos.

Las mismas causas que originan la euforia precedente acarrean la crisis subsiguiente: se rebajan los estándares de rigor y te la acabas pegando, como con las subprime en EE. UU.

¿Somos una isla a salvo de subprime?

Aquí no ha habido falseamiento de datos, como en EE. UU, porque una ley del 92, en cuya redacción participé, evita que se camufle el riesgo de las hipotecas y se traspase, como hacen en el mercado anglosajón, con complejísimos derivados: eso aquí no se permite.

¿Tenemos algún flanco desguarnecido?

Ha habido burbuja inmobiliaria y se corregirá: bajarán los precios, cosa que a muchos ciudadanos les va a parecer estupendo.

¡Qué le voy a contar...!

Y, si ha habido ligereza en las tasaciones de los pisos, pues ahora se deshincharán.

Hoy el inmobiliario está quieto parao.

Es el efecto estudiado por el Nobel Kahneman: con tal de evitar una pequeña pérdida estamos dispuestos a asumir un riesgo mucho mayor. Hoy el propietario prefiere asumir el riesgo de que su piso baje más todavía antes que aceptar que el precio ha bajado y resignarse a venderlo. No materializará las pérdidas hasta que no digiera el cambio de tendencia.

Tenemos una mente asimétrica.

Esta teoría de la perspectiva también explica cómo, para evitar la pequeña pérdida de llegar tarde a una cita, asumamos el riesgo de matarnos al volante. Quien sufre una pérdida y luego una ganancia que la compensa es menos feliz que quien no sufre ni una ni otra.

Y no sólo en finanzas.

La catástrofe del Prestige - reconozco que es fácil decirlo ahora- también la explica esa teoría: para no aceptar la pequeña pérdida cierta de contaminar un trocito de costa, la autoridad asumió el riesgo de contaminar toda la costa de Galicia, cosa que sucedió.

El economista sólo acierta cuando explica por qué se equivocaron sus colegas.

No sólo el economista: ahora Chávez y otros populistas acusan a las empresas españolas de forrarse: olvidan los riesgos que afrontaron en su día cuando les suplicaban inversiones. Ahora es fácil subestimar ese riesgo pasado y, viendo los actuales beneficios, pedir la renegociación de los términos de los contratos, pero si hubieran fracasado las inversiones... ¿Quién hubiera compensado a las empresas? Sucede igual con las farmacéuticas: denunciamos lo que ganan con un medicamento, pero ¿y los experimentos fallidos y costosos que no lograron ningún beneficio?

Nadie se acuerda de los cadáveres.

Esa aversión a la pérdida penaliza a quien se arriesga: nadie te castigará por no haber encontrado un medicamento que salvará vidas, pero te machacarán si alguien muere por error en el experimento para encontrarlo. El resultado final es que todos perdemos.

Usted sí que asumió sus riesgos.

Wittgenstein decía que todo lo que se puede decir se puede decir con claridad y si no lo mejor es callarse.Y yo ya lo expliqué todo.

¿Por qué dimitió de la CNMV?

Porque en la opa de Endesa se penalizó a EOn, por cumplir las normas. Mientras E-On se abstenía de comprar, un ejecutivo de Enel se pavoneaba de que ya tenían comprada bajo mano más de la mitad de Endesa. El resto de la CNMV se negó a sancionar a Enel: así que me quedé en minoría y dimití. Quise explicarlo al Congreso y... ¡No me dejaban!

Las comparecencias suelen escatimarse.

Tristemente, sí. En cambio, yo tuve que amenazar al grupo socialista con enrocarme en el cargo y no irme, para que me permitieran explicar mi dimisión en el Congreso.

Rato también quiso controlar la CNMV.

Desde luego: su Ramallo hizo de Arenillas.

No creo que ZP le confíe otro cargo.

Yo sigo siendo socialdemócrata, aunque el PSOE me haya condenado al ostracismo.

Pedro J. sí le ha ofrecido algo.

Presido el consejo asesor de Unidad Editorial, pero fíjese que ante la sentencia del 11-M yo defendí una línea contraria a la de Pedro J. y, en cambio, se respetó y publicó mi opinión.

¿Algún consejito para la Bolsa?

Yo de bolsa no tengo ni idea y eso era una ventaja cuando presidía la CNMV,

¿No serían más neutrales los órganos regulatorios si no estuvieran en Madrid?

La independencia no depende de su lugar en el mapa sino del territorio mental: la distancia respecto al poder debe existir, sobre todo, en la mente de los reguladores.

El Banco de España o la CNMV en Bilbao o Sevilla serían más independientes.

No creo. La polarización que vivimos no es sólo territorial: cuando el PP está en la oposición suele radicalizarse mientras que el PSOE en el gobierno se centra.

¿Y no pasa también al revés?

No: el PSOE se vuelve dócil en la oposición. Si hubiera sido el PP la oposición cuando Gescartera, habría montado un escándalo.

¿Por qué España se polariza y sectariza?

Interpretamos la realidad con sesgo confirmatorio: todos tenemos una idea preconcebida de todo y todo lo acomodamos a esa idea. La derecha cree ser la única opción natural de gobierno y la izquierda en el poder tiene complejo usurpatorio.

Lluís Amiguet, lavanguardia, 20-XI-07.