Nigèria, un federalisme a cop d´Estat

Nigeria, un federalismo a golpe de Estado.

LV, 18-VIII.

La República Federal de Nigeria es el Estado más poblado de África (unos 125 millones de habitantes). Su territorio actual vivió la hegemonía de varios imperios y reinados, el más conocido de los cuales es el imperio Fulani, que en el siglo XIX dominaba la mayor parte del norte de Nigeria. En el sur estaban establecidos los estados de Benin y Oyo (Yoruba), mientras que en el este lo estaban las colectividades igbo e ibibio. La colonización británica en el área se estableció durante los siglos XIX y XX. En 1900 fueron declarados los protectorados del Norte y Sur de Nigeria. Sucesivas constituciones fueron aprobadas en los años 1922, 1946, 1951, 1954, hasta la proclamación de la independencia en 1960. Las disposiciones regionales de algunas de estas constituciones precedieron la estructura federal adoptada con la independencia y, tres años más tarde, con la primera Constitución republicana (1963). El carácter multiétnico del país enmarcó una lucha por los recursos del poder central y regional entre los distintos grupos, así como una demanda creciente de nuevas unidades territoriales que han pasado de las tres iniciales a las 36 de la actualidad. Ello no evitó, sin embargo, los golpes de Estado de 1966 –que abolió el sistema federal– y 1967, que causaron miles de muertos entre las distintas etnias, especialmente de igbos, buena parte de los cuales (alrededor de un millón) regresó a su tierra natal desde sus lugares de residencia. La región del este del país devino en el Estado de Biafra hasta la conclusión de la guerra civil subsiguiente, que terminó en 1970 con la rendición de las tropas biafreñas. La inestabilidad persistió durante la década de los años setenta, a pesar de la importancia económica adquirida por el petróleo. Una sucesión de golpes exitosos y fracasados, así como de asesinatos de líderes en el poder, condujo a la segunda Constitución republicana (1979), también federal y que instauraba un sistema de gobierno presidencialista y el poder local como tercer nivel territorial. Nuevos golpes en 1983 y 1985 llevaron al poder a los militares tras suspender la Constitución de 1979. Tras otro periodo de inestabilidad que propició la disolución de la Asamblea en 1993, fue proclamada la IV República en 1999.

La actual república federal comprende 36 estados y el territorio federal de la capital (Abuja, desde 1991). El Parlamento (Asamblea Nacional) es bicameral (Cámara de Representantes y Senado). El Senado incluye tres senadores de cada estado y uno de la capital federal, elegidos por un periodo de cuatro años. La Cámara de Representantes actual está formada por 346 miembros elegidos también por cuatro años en distritos de población aproximadamente equiparable. El presidente es a la vez jefe del Estado y presidente del Gobierno federal. Es elegido por sufragio directo por cuatro años, siendo reelegible por un periodo adicional. Los ejecutivos de los estados federados están dirigidos por un gobernador. Las disputas entre los niveles de gobierno son resueltas por el Tribunal Supremo, nombrado por el presidente. Un Tribunal de Apelación, nombrado por el Gobierno federal, resuelve las apelaciones procedentes de los tribunales inferiores y ejerce jurisdicción sobre la validez de la elección a la presidencia.

La Constitución establece una lista de 68 materias exclusivas, cuya legislación corresponde a la Asamblea Nacional y doce materias concurrentes. Los poderes legislativos residuales pertenecen a los estados. En la redistribución de los recursos entre los territorios de la federación se utilizan criterios de población (número de habitantes y densidad), de ingresos y geográficos. La reforma constitucional requiere el acuerdo de dos tercios del Parlamento y de dos tercios de los estados.

La legislación actual está basada en el derecho común y, recientemente, en la ley islámica, en algunos estados del norte del país. Este último rasgo ha ocasionado disturbios en los que los principales perjudicados han sido los ciudadanos originarios de la parte sudeste del país que vive en el norte. En el año 2000 tuvo lugar en Lagos una histórica reunión de los gobernadores de los estados del sur, que, entre otras decisiones, abogaron por la implementación de un “federalismo verdadero” que permita a los estados el control de sus recursos. La evolución práctica del federalismo nigeriano sigue siendo una cuestión abierta.