Julian Assange está a punto de ser extraditado a Suecia acusado de violación, pero sigue dispuesto a dar guerra mientras pueda. Wikileaks, la empresa que fundó yque alcanzó notoriedad internacional con la publicación hace un año de 250.000 cables secretos del Departamento de Estado norteamericano, ha divulgado ahora información sobre las actividades de compañías de seguridad, vigilancia y espionaje de una veintena larga de países, incluida la española Agnitio, especializada en tecnología biométrica.
"Empresas privadas se dedican a vender en secreto equipamiento para grabar las llamadas de teléfono de cientos de millones de personas en todos los rincones del planeta, y siguen la pista a los usuarios de iPhone, Blackberry y otros aparatos similares, localizándolos con un margen de error de tan sólo 50 metros, aunque los móviles estén apagados", denunció el polémico periodista en una rueda de prensa en Londres, tres días antes de que el Tribunal Supremo británico decida si acepta a trámite su última apelación a la orden de extradición.
Los llamados Spy Files constituyen el primer proyecto de la empresa de Assange desde que publicó los cables diplomáticos, un terremoto periodístico y político a consecuencia del cual el soldado norteamericano Bradley Manning, de 23 años, está preso en una celda solitaria de castigo a cargo de la justicia militar de Estados Unidos, acusado de "colaborar con el enemigo" por filtrar material relativo a la seguridad nacional. Más de 50 eurodiputados enviarán una carta a Barack Obama y miembros del Congreso protestando por los "serios quebrantos de sus derechos civiles".
Aunque la reputación de Assange ha resultado gravemente perjudicada por las acusaciones de violación de dos mujeres suecas (que ni siquiera se sabe si llegarán a juicio), su situación no es ni mucho menos tan grave como la de Manning, que se enfrenta a la posibilidad de un tribunal militar. El australiano vive en la lujosa mansión de un amigo millonario en la campiña inglesa, a la espera de la resolución final a la demanda de extradición de Suecia.
Los 287 documentos encuadrados bajo la categoría de Spy Files acusan no sólo a empresas privadas de obtener datos confidenciales de los ciudadanos y utilizarlos o venderlos con la connivencia de sus gobiernos, sino de ayudar a dictaduras de Áfricay Oriente Medio en la persecución de los opositores al régimen, informándoles de sus movimientos y su paradero. "Se trata de una industria global de vigilancia que no está sometida a regulación alguna", dijo
Assange. Parte del material ha llegado a manos de Wikileaks tras el saqueo de oficinas gubernamentales en El Cairo, Túnez y Trípoli en la primavera árabe.
La empresa española Agnitio negó ayer a este diario las acusaciones vertidas y afirmó que sus actividades son transparentes, remitiendo a su página web.
Dado que muchos de los medios que colaboraron en la difusión de los cables estadounidenses se han distanciado en los últimos meses de Assange, los Spy Files han sido divulgados en una nueva colaboración del periodista con The Washington Post,L´Espresso, The Hindu Times y la Oficina de Periodismo de Investigación del Reino Unido.
3-XII-11, R. Ramos, lavanguardia