NarcoMèxic: comença la batalla per Guadalajara

Tres de cada diez mexicanos apoyaría una negociación con el crimen organizado para terminar con la violencia que azota el país. Según la última Encuesta Nacional sobre Percepción de la Inseguridad Ciudadana realizada por Consulta Mitofsky, un 32,6% de los encuestados está de acuerdo en pactar con los carteles de la droga, casi un 12% más que lo registrado en el sondeo anterior. Sobre la percepción de la seguridad, ocho de cada diez mexicanos consideran que la situación es peor que hace un año. En cuanto a las propuestas para acabar con la violencia, un 86,3% está de acuerdo con incrementar la presencia militar; un 37,4%, con permitir la presencia de agentes estadounidenses trabajando en el país; y un 33,5%, con legalizar las drogas. Al ser cuestionados sobre si al final de su mandato el presidente Felipe Calderón ganaría la guerra contra el narco, sólo un 14% de los ciudadanos piensa que así será, mientras que un 44% cree que las cosas seguirán igual, y un 30% que la situación empeorará.

La guerra por Guadalajara ha comenzado. La capital del estado de Jalisco y segunda ciudad del país es la nueva plaza que se disputan los grupos del crimen organizado que operan en esta región del occidente de México. Ayer, el macabro hallazgo de al menos 23 cadáveres en tres camionetas estacionadas en una de sus avenidas más transitadas confirmaba la ofensiva de los carteles de la droga por el control territorial de una zona metropolitana de más de cuatro millones de habitantes.

Los cuerpos fueron localizados a primera hora de la mañana en la glorieta donde se cruzan las avenidas Mariano Otero y Lázaro Cárdenas, en las inmediaciones de la Expo Guadalajara, el centro de convenciones donde mañana se inaugura la 25. ª edición de la Feria Internacional del Libro (FIL), la más importante del mundo de habla hispana y uno de los mayores acontecimientos culturales de México. La FIL recibe un alud de visitantes (el año pasado fueron 600.000) y su programa paralelo de teatro, música, cine y conferencias se extiende por toda la ciudad.

Los tapatíos (gentilicio local) se mostraron consternados e indignados por el hecho. Guadalajara se había mantenido relativamente al margen de la violencia asociada a las mafias de la droga, aun cuando Jalisco es una zona dominada por la Confederación de Sinaloa, el nodo criminal más poderoso del país, que lidera Joaquín el Chapo Guzmán, uno de los millonarios que aparece en la lista de la revista Forbes y el hombre más buscado de México.

Al parecer, el cártel del Milenio - integrante de Sinaloa-estaría detrás de los asesinatos, resultado de una venganza contra un grupo rival, y habría dejado junto a los cuerpos mensajes dirigidos al gobernador del estado, Emilio González, del Partido Acción Nacional (PAN), donde milita el presidente Felipe Calderón.

La irrupción de la violencia en la capital de Jalisco había sido anticipada por diversos especialistas, que advirtieron de una eventual alianza entre una escisión de Milenio y el sanguinario grupo de Los Zetas para romper el monopolio sobre la región que El Chapo Guzmán ha ejercido durante años. A principios de octubre, la consultoría estadounidense Southern Pulse, especializada en riesgo y seguridad, señalaba que tan pronto terminaran los Juegos Panamericanos en Guadalajara - blindados con 10.000 efectivos del ejército y la policía y clausurados sin incidentes el 31 de octubre-se llevaría a cabo en la ciudad una gran ofensiva criminal que se extendería hasta finales del 2011 e incluso hasta el 2012, cuando en México se celebrarán elecciones presidenciales.

El descubrimiento de los cadáveres en Jalisco estuvo precedido de otro no menos horripilante en tres municipios del estado de Sinaloa, incluida la capital Culiacán, donde fueron localizados 26 cadáveres, 16 de ellos calcinados y el resto acribillado a balazos. Entre las víctimas habría por lo menos cuatro policías previamente secuestrados. Ante la ola de violencia, el jefe del ejecutivo local, Mario López, del PAN, y su secretario de gobierno optaron por sacar a sus familias del país.

25-XI-11, E. Sabartés, lavanguardia