Guatemala demana perdó a Arbenz (57 anys després)

Guatemala pidió perdón a Jacobo Arbenz. Ha tardado 57 años y ha tenido que sufrir uno de los conflictos armados más largos y sangrientos del continente americano. Pero, al fin, rindió honores al coronel reformista y presidente constitucional que quiso democratizar su país y terminó siendo derrocado en un golpe militar instigado por la CIA. Un asalto al poder legítimo que compuso la primera intervención de Estados Unidos en América Latina durante la guerra fría.

"Como jefe del Estado, como presidente de la República y como comandante en jefe del ejército quiero pedir perdón a la familia Arbenz Vilanova por ese gran crimen cometido el 27 de junio de 1954", declaraba solemnemente el jueves pasado ÁlvaroColom en la ceremonia en la que el estado guatemalteco rehabilitaba la figura del mandatario depuesto y resarcía su memoria.

"Fue un crimen en primera instancia contra él, su esposa y su familia, pero es un crimen histórico para Guatemala, ese día cambió Guatemala y no nos hemos recuperado todavía", añadió Colom ante los descendientes de Arbenz (su único hijo vivo, tres nietos y tres bisnietos), que así obtenían la reparación moral y material reclamada durante once años de brega en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El gesto oficial restañaba la herida del olvido y sellaba también el acuerdo alcanzado en mayo entre el Estado guatemalteco y la familia Arbenz, a la que se le restituye su acervo fotográfico y se le reconoce que sus bienes fueron expropiados.

El pacto satisface igualmente la petición de los descendientes del coronel para que se revise el contenido de los libros de texto en los que se habla sobre el periodo revolucionario que culminó con su derrocamiento.

"La posteridad nos hará justicia", dijo entonces Arbenz, en su discurso de renuncia como presidente de Guatemala, poco antes de partir a un exilio itinerante que terminó con su muerte en México en 1971.

La justicia histórica llegó y a partir de ahora los niños y niñas guatemaltecos aprenderán que su país tuvo una vez un presidente elegido democráticamente que fue depuesto por la fuerza de las armas y acusado de comunista, en una operación orquestada desde Washington y perpetrada por militares guatemaltecos con la ayuda de los gobiernos autoritarios de Nicaragua y Honduras.

Los escolares ahora sabrán que, un año después de derrocar a Mohamed Mosadeq en Irán, Estados Unidos provocó la caída de Arbenz en Guatemala porque impulsó una reforma agraria que ponía en riesgo los miles de hectáreas y el monopolio comercial bananero de la United Fruit Company - dueña también de la red ferroviaria en el país-y en la que Allen Dulles, entonces director de la CIA, tenía intereses.

Los alumnos de las escuelas guatemaltecas averiguarán que el golpe contra Arbenz acabó con la primavera democrática que se había iniciado en su país en 1944, tras el fin de la dictadura de Jorge Ubico. Y, tal vez, también leerán las conclusiones de los expertos que identifican la abrupta interrupción de ese proceso democrático como la semilla de la violencia política que abocó a Guatemala a la guerra civil. Un conflicto que comenzó en 1960, duró 36 años y dejó alrededor de 200.000 muertos.

23-X-11, E. Sabartés, lavanguardia