Las negociaciones que han permitido el canje - gracias a un acuerdo que debe tener varias cláusulas secretas-han abierto nuevos canales de comunicación entre Israel, Egipto y Turquía. Ejemplo de ello fueron los abrazos entre los servicios secretos de los tres países ayer en la frontera de Rafah por el feliz desenlace.
La junta militar egipcia trabaja para reconciliar a Hamas con la Autoridad Nacional Palestina que preside Abas. Turquía, gracias a sus contactos con los islamistas, también ha contribuido al acuerdo. Junto a Siria y Qatar, acepta quedarse con 41 presos.
Ankara se ufana de haber desempeñado un papel decisivo en el canje de mil palestinos por un israelí como reflejo de su creciente importancia mediadora en Oriente Medio.
Unos diez liberados serán acogidos por Ankara, según hizo público ayer el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu. La cifra podría cambiar, añadió, dependiendo de cuántos palestinos quieran ir a Turquía. A su juicio, esta deportación contribuirá a avanzar en el proceso de paz entre palestinos e israelíes y tiene un sentido humanitario. "Turquía es un país que los palestinos pueden contemplar como su tierra", resaltó Davutoglu.
Haciendo oídos sordos a aquellos que juzgan el canje como un fortalecimiento de Hamas en detrimento de Israel, Davutoglu negó además que los deportados pudieran convertirse en un peligro para Turquía. Su acogida habrá sido precedida por conversaciones tanto con Hamas como con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas. Según medios turcos, la llegada de los diez palestinos a Turquía estaba prevista para anoche.
También ayer, el viceprimer ministro turco, Bülent Arinç, adjudicó a Ankara "contribuciones muy significativas" tanto en el canje de prisioneros como en el logro de haber preservado la vida del soldado israelí Gilad Shalit durante los cinco años de cautiverio. Arinç no quiso dar más detalles sobre la operación pero sí dejó claro su razón de ser para Ankara: "Toda nuestra esperanza consiste en hacer callar a las armas, dar fin al derramamiento de sangre". Arinç, además, se pronunció a favor de Palestina como "un Estado libre, independiente y seguro dentro de sus propias fronteras".
Los datos apuntan a que Ankara conocía los entresijos del histórico canje. Así, la edición inglesa del rotativo Hürriyet hacía pública anteanoche una lista de 39 liberados con sus lugares de residencia, fecha de nacimiento y detención, además de sus años de condena. La mayor parte de ellos habían sido condenados a varias cadenas perpetuas.
Las relaciones diplomáticas de Turquía con Israel se han deteriorado en los últimos meses hasta ser reducidas a nivel de segundo secretario en Ankara. Esta decisión fue tomada por el Gobierno turco a principios de septiembre a raíz, sobre todo, de que Tel Aviv se negara a pedir perdón por los nueve turcos muertos a bordo del barco Mavi Marmara,asaltado por comandos israelíes en mayo del año pasado.
A medida que estas relaciones bilaterales con su ex aliado - sobre todo en cuestiones militares-Israel iban siendo recortadas, la amistad del Gobierno liderado por Recep Tayyip Erdogan con el régimen de Hamas se ha afianzado. Tanto es así que Erdogan ha prometido visitar la franja de Gaza próximamente y el portavoz de Hamas, Jaled Mishal, ha indicado que cuando llegue será recibido con los brazos abiertos.
19-X-11, R. Ginés, lavanguardia