´Los Piratas toman Berlín´, jorgenaroja

análisis del éxito de la Piratenpartei 

En las elecciones de Berlín ha saltado la sorpresa: un recién llegado ha conseguido prácticamente un 9% de los votos en las primeras elecciones al Parlamento de un Land a las que se presentaba. Es el Partido Pirata, la Piratenpartei. Muchos se preguntan ahora quién es el nuevo y qué es lo que quiere. En este análisis intentamos presentar a este nuevo partido. ¿Qué es lo que pretende? ¿Qué trae? ¿Qué le falta? ¿Qué retos se le plantean? Y sobre todo: ¿es tan terrible el diablo como lo pintan?

Keine Experimente, Nada de experimentos, Piratenpartei (Partido Pirata), Berlín

"Nada de experimentos", se lee en el cartel electoral del candidato por Berlín-Pankow de la Piratenpartei

“Casi un nueve por ciento de los berlineses que fueron a votar el domingo tenían ganas de ensayar un experimento político”, se afirma la Süddeutsche Zeitung. ¿Se habrá cumplido el pronóstico en forma de amenaza que lanzó Klaus Wowereit (socialdemócrata, reelegido como alcalde) cuando en plena campaña advirtió: “la gente se debería pensar bien si votan por pura protesta por un partido que elige su candidato principal por sorteo”? A lo mejor no fue consciente de ello, pero Wowereit resumió en una sola advertencia lo que ocurrió en Berlín este domingo: por un lado, una protesta en forma de voto y, por otro, una opción por un experimento político (que se podría etiquetar como adhocracia).

Protesta en forma de votos

Es muy probable que la cadena de televisión alemana ZDF tenga razón cuando, en el análisis de su página web del resultado del Partido Pirata , afirma que el éxito de los piratas se deba a los  ”votos de los descontentos”. Y que el principal perjudicado sea el partido verde, Die Grünen, como lo afirma el semanario Der Spiegel

Die Grünen son la elección correcta para todos aquellos que sienten demasiado miedo al cambio. En Berlín había menos de los esperados: los proteccionistas del partido ecologista han perdido por eso la oportunidad de protagonizar un cambio de gobierno precisamente en su bastión. Quien ha querido ser rebelde, votó a los Piratas.

Léase entre líneas: muchos berlineses ven en el partido verde una nueva forma de conservadurismo. Y han optado por votar a la Piratenpartei. Un voto de castigo para la candidatura verde liderada por Renate Künast, con la que el partido, según reconoció la propia candidata tras conocerse los resultados de las elecciones en la capital alemana, esperaba conseguir más: nada menos que haberse convertido en la nueva formación política al frente del gobierno de Berlín.

¿Pero el “fenómeno” se resume en un castigo a los Verdes? No: es una protesta en forma de advertencia. En política también importan las formas: un 9% de los berlineses ha votado un programa que proclama hace falta más participación ciudadana en las decisiones políticas.

Nosotros tenemos las preguntas, vosotros las respuestas

"Nosotros tenemos las preguntas, vosotros las respuestas", se lee en otro cartel electoral del Partido Pirata de Berlín

-

¿Una nueva forma de hacer política? Democracia “Linux”

Para entender qué peso político puede llegar a tener el Partido Pirata hay que retrotraerse a 1997.  En ese año, el programador americano Eric Steve Raymond publicó un ensayo titulado La catedral y el bazar, a favor del open source, el software libre. En su libro, Raymond opone la metáfora de la catedral a la del bazar. Por la primera se entiende el modelo de desarrollo de software en el que el código fuente se conoce con cada nueva versión, pero no en la fase de desarrollo de la misma. Frente a este modelo hermético y monopolístico de desarrollo se sitúa lo que Raymond entiende por “bazar”: un modelo de creación de software en el que la fuente está disponible durante el desarrollo de cada nueva versión, de manera que la dinámica de creación del software es horizontal, a la vista de todos.

Tanto los carteles de la campaña electoral de la Piratenpartei como el contenido de su programa recogen estas ideas que se pueden resumir en la conocida “Ley de Linus“:

«Dado un número suficientemente elevado de ojos, todos los errores se convierten en obvios.»

Esta máxima es la que está detrás de mensajes de campaña como “Nosotros tenemos las preguntas, vosotros las respuestas” o en puntos de su programa electoral como la exigencia de mayor transparencia en las tomas de decisión de los gobiernos.

No hay futuro. Hazlo tú mismo.

Nº 137 de la serie "Lemas del 15M" del blog neorrabioso.blogspot.com. Muchos de los lemas y propuestas del 15M tienen su raíz en el "modelo Linux"

El planteamiento de esta forma de entender la política no es, en el fondo, muy novedoso: combina elementos del liberalismo clásico, de los incios del movimiento ecologista en Alemania y del anarquismo según Kropotkin. Junto a la libertad en internet, el Partido Pirata instaura en su programa una reinterpretación el principio de colaboración de Kropotkin: los ciudadanos deben tener la posibilidad de determinar qué y cómo se decide lo que les afecta. Para ello deben potenciarse los instrumentos de participación activa del ciudadano existentes (referéndums, por ejemplo) y crear nuevos canales (por ej., la introducción de herramientas telemáticas en la toma de decisiones para fomentar la participación ciudadana) y exigir transparencia en la toma de decisiones para que más ojos puedan ver cómo se está decidiendo lo que se está decidiendo (aplicación directa de la “ley de Linus” citada más arriba). Democracia à la Linux:

El mundo Linux se comporta en muchos aspectos como un mercado libre o una ecología, un concurso de actores egoístas que intentan maximizar su beneficio, construyendo así de forma automática una organización que se autocorrige, que es mucho más sofisticada y eficiente que toda planificación centralizada. Es aquí, por tanto, donde hay que buscar el principio del “concuerdo”.

Con esta relectura de la doctrina liberal clásica, la política se convierte así en una especie de “software libre”, según lo resume la Frankfurter Allgemeiner Zeitung: se entiende como un proceso de toma de decisiones en el que participan el máximo número de personas posible (potencialmente todas las que se vayan a ver afectadas por la decisión en cuestión). Una forma de toma de decisiones para la que Bennis y Slater construyó el término Adhocracia: la forma de gobierno opuesta a la burocracia, en la que todos los miembros de una organización tienen autoridad para tomar decisiones y llevar a cabo acciones que afectan al futuro de la organización. Este modo de organización está orientado a la innovación y al cambio y se basa en la adaptación mutua de los integrantes de la misma, que se ven forzados a colaborar (clara referencia, por tanto, al clásico dilema del prisionero). Por ese motivo las organizaciones que se rigen por este modo de toma de decisiones deben necesariamente ser flexibles, cambiando su forma interna con frecuencia. En definitiva, este modelo instaura como modus operandi la solución por compromiso: el compromiso no se contempla como una alternativa excepcional a la toma unilateral de decisiones, sino que se convierte en la clave del proceso.

-

“Keine Experimente” – ¿Nuevas formas = nuevos contenidos?

Keine Experimente, Konrad Adenauer, campaña electoral de la CDU en 1957

El eslogan "Nada de experimentos" del cartel electoral, ¿es un pirateo de la campaña de la CDU en 1957?

La campaña electoral de la Piratenpartei ha sido una provocación y sus mensajes apuntaban a un electorado joven. Sirvámonos de un ejemplo. Como podemos ver al principio del post, en uno de los carteles de la campaña del candidato de la Piratenpartei por Pankow se lee el eslogan “Keine Experimente” (“Nada de experimentos”). Curiosamente es el mismo eslogan que utilizó la conservadora coalición cristiano-demócrata CDU (que actualmente lidera Angela Merkel) en las elecciones federales de 1957. En aquel momento, el eslogan era una respuesta a la propuesta de la SPD de sacara a la RFA de la OTAN y a la RDA del Pacto de Varsovia para iniciar, a partir de ahí, el camino de la reconciliación entre las dos Alemanias. Frente a este tipo de política (que heredaría Willy Brandt a los pocos años), Konrad Adenauer lanzó la contundente amenaza: “una victoria de la SPD significaría el hundimiento de Alemania”.

Pero ahora la amenaza era más bien el Partido Pirata. Y precisamente por este tipo de provocaciones, que han llegado a un electorado crítico mayoritariamente joven, a la vista de los resultados. La pregunta es: las formas están claras, ¿pero cuáles son los contenidos?

Muchos le han echado en cara a los piratas la falta de contenido de su programa. Tanto sus competidores políticos, como los medios. Y puede que no les falte razón, porque grandes partes del programa son más bien un código deontológico, un catálogo de buenas prácticas en política, basado principalmente en tres principios básicos: el fomento de la participación ciudadana, la equidad social y la máxima “más ayuda y menos criminalización”.

El programa electoral con el que los piratas se han presentado a las elecciones celebradas en Berlín se articula en 13 puntos:

  1. Democracia
  2. Transparencia
  3. Redes
  4. Educación
  5. Desarrollo de la ciudad
  6. Tráfico y transporte público intraurbano
  7. Derechos civiles y política de interior
  8. Política de asilo y migración
  9. Política de dependencia
  10. Política socioeconómica
  11. Política de género y familiar
  12.  Estado & religión
  13. Política cultural y artística

Los principios transversales presentes en los trece puntos del programa son, por un lado, el de eliminación de las barreras (de acceso a la información, en la participación política, en el uso del transporte público, en la educación, en el derecho a la residencia…) y, por otro, el de equidad social (que todo el mundo tenga garantizado unas condiciones materiales básicas de existencia). Y el principal problema del programa es que no apunta cómo va a financiar todos estos adelantos: no hay un apartado de política fiscal, imprescindible para garantizar la viabilidad del proyecto.

-

El reto: no seguir el mismo camino que Die Grünen

"Qué hago colgado aquí si de todas formas no vais a ir a votar" - Y la participación subió un 1,5%...

Y ahora que han entrado con tanto ruido en el Parlamento de Berlín, la situación ha cambiado para los Piratas. Dejan de ser una especie de oposición extraparlamentaria para pasar a formar parte de órganos de decisión. Un cambio que supone sin duda un reto tanto para los que ya estaban dentro, como para ellos mismos. Su forma no convencional de entender la política exigirá mucho esfuerzo de comunicación, un mejor conocimiento de los tejemanejes del día a día de la política institucional y, sobre todo, tomar buena nota de la trayectoria del partido verde, Die Grünen.

Los miembros de la Piratenpartei no puede olvidar la principal razón por la han sido votados: por presentarse como una alternativa al resto de partidos tradicionales. Entre estos partidos tradicionales también se encuentran los verdes, mal que les pase a estos últimos. Y éste ejemplo debería ser orientador: los inicios de Die Grünen eran igual de alentadores que los de los Piratas. Pero con el tiempo la horizontalidad en sus tomas de decisiones se fue perdiendo y también la frescura de su mensaje: ahora, para muchos, transmiten un mensaje demasiado moralizante y de excesivo control. Todo lo contrario de lo que ahora se lee y respira en el programa de los Piratas.

Hay un problema adicional: la dinámica de las instituciones en las que ahora entran a formar parte no está preparada para el modelo de toma de decisiones que defienden. Casi podría decirse que son modelos contrapuestos: el modelo “adhocrático” de la Piratenpartei no parece poder conjugarse bien con la verticalidad y linearidad de la toma de decisiones en el Parlamento de Berlín (y del resto de parlamentos del mundo). Ahora mismo el modelo se supone que está orientado al largo plazo, mientras que los Piratas quieren basar su política en compromisos concretos en el corto plazo: el largo plazo lo definen los proyectos vitales de sus electores, que deberían poder codefinir las políticas de la ciudad. El nuevo partido deberá solucionar el problema de adaptación del modelo que propone y el que actualmente impera, sabiendo que llevará mucho tiempo para que el modelo de soluciones por compromiso se llegue a instaurar: ¿lo sabrán entender también sus electores?

Documentación

Programa electoral de la Piratenpartei

Dossier de prensa alemana sobre la Piratenpartei

19-IX-11, jorgenaroja