La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha destituido de forma fulminante a María José Turrión de su cargo como directora del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca (antiguo Archivo de la Guerra Civil), por motivos que el Ministerio omite pero que resume en el opaco y expresivo "pérdida de confianza", una decisión chocante a tan solo dos meses de las elecciones generales, y apenas dos meses después de que se enviaran a Catalunya las últimas cajas de los papeles de particulares e instituciones catalanas retenidas por el franquismo en Salamanca.
De hecho, la última vez que la ministra se había referido a la gestión de Turrión fue para apoyar su decisión de adquirir el archivo que le ofrecieron los herederos del fotógrafo Agustí Centelles, que sentó a cuerno quemado en la Generalitat, entonces gobernada por el tripartito.
El nombre de Turrión se suma así a otras salidas sonadas del ministerio (forzadas o voluntarias, pero con mal tono) u órganos anejos, entre ellos la del director del ICAA, Ignasi Guardans, la del jefe de gabinete, Javier Bonilla, la de la directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral - con bronca-,o la dimisión del presidente de la Academia del cine, Alex de la Iglesia, tras sus desavenencias públicas con Sinde.
15-IX-11, P. Vallín, lavanguardia