Siemens abandona el negoci nuclear

El presidente del consorcio tecnológico alemán Siemens, Peter Löscher, ha anunciado en unas declaraciones adelantadas hoy por el semanario Der Spiegel el abandono total del negocio nuclear por parte de su grupo.

"Ese capítulo está cerrado para nosotros", afirma Löscher, cuya empresa ha participado durante décadas en la construcción de centrales e instalaciones atómicas en todo el mundo. La decisión, comenta el jefe de Siemens, es "la respuesta" de su empresa "al claro posicionamiento de la sociedad y la política en Alemania a favor del abandono de la energía nuclear" tras la catástrofe de Fukushima, en Japón.

Löscher considera determinante la decisión adoptada antes del verano por el Bundestag de aprobar el apagón nuclear en Alemania para el 2022 y de ir clausurando hasta entonces todas las plantas atómicas en este país.

El presidente de Siemens señala que su grupo dejará a partir de ahora de participar en la construcción de centrales atómicas completas y que solo continuará construyendo componentes para turbinas que también se usan en centrales eléctricas convencionales. Asimismo, anuncia el fin del proyecto de una sociedad de riesgo compartido con el consorcio nuclear ruso Rosatom, con el que espera que, pese a todo, se pueda colaborar "en otros campos".

Löscher valora como "proyecto del siglo" el acordado cambio energético en Alemania y considera "factible" la meta de elevar hasta un 35 % de la producción la energía procedente de fuentes alternativas y ecológicas hasta 2020.

18-IX-11, efe, elpais

Apenas seis meses después de la catástrofe de Fukushima, el grupo alemán Siemens ha decidido dar carpetazo a su ambicioso proyecto en el campo nuclear, que incluía la instalación de 400 reactores en todo el mundo (ahora hay 572). En palabras de su presidente, Peter Löscher, "es la respuesta al claro posicionamiento de la sociedad y la política en Alemania en favor del abandono de la energía nuclear". Y es que desde el desastre japonés a principios del mes de marzo Alemania ha dado un giro radical en sus planteamientos y el Parlamento ya ha acordado por amplia mayoría despedirse de las nucleares a más tardar en el 2022. El viraje se ha producido de forma muy rápida y aún no se conoce el efecto arrastre que tendrá el posicionamiento alemán, pero está claro que el debate energético ha entrado en una nueva dimensión. En la opinión pública, Fukushima ha impactado incluso más que Chernobil, entre otras cosas porque ahora hay más alternativas en el campo de las renovables.

El consorcio industrial alemán Siemens, con 400.000 empleados en todo el mundo y una de las mayores empresas multinacionales europeas, ha abandonado por completo el sector de la energía nuclear, en el que fue importante constructor, diseñador y vendedor. Así lo ha anunciado el director general de la empresa, Peter Löscher.

"No vamos a implicarnos más en gestión, construcción o financiamiento de centrales nucleares, ese capítulo se ha cerrado para nosotros definitivamente", dice Löscher en una entrevista con el semanario Der Spiegel. "A partir de ahora sólo vamos a fabricar equipos convencionales como turbinas de vapor, lo que quiere decir que nos vamos a limitar a tecnologías que pueden usarse no sólo para propósitos nucleares, sino también para centrales de carbón o de gas", señala.

Hace dos años, Löscher hablaba de planes para construir 400 reactores en todo el mundo hasta el 2030. Todo eso se ha enfriado como resultado del giro del Gobierno alemán en materia de energía nuclear, tras el accidente de la central de Fukushima.

El 30 de junio el Parlamento alemán aprobó despedirse de la energía nuclear a más tardar en el 2022. La decisión incluye una amplia ofensiva en renovables, que hoy generan el 17% de la electricidad del país y que en nueve años deberán generar por lo menos el 35%. Los grandes consorcios alemanes de ingeniería, como Siemens, ya tenían fuertes apuestas en renovables antes de Fukushima, pero ahora su fervor nuclear se enfría. Siemens abandonó contratos con la francesa Areva y ha suspendido planes de grandes contratos con Rusia.

Aún está por ver cuál será el efecto tirón que esa tendencia en la primera potencia industrial europea puede tener en el mundo, especialmente en el mundo en desarrollo, donde siempre es muy viva el ansia por adquirir la última tecnología, título que la actitud alemana desluce ahora para las centrales nucleares al sugerir que son recursos del pasado.

Siemens construye actualmente una central nuclear en Angra, cerca de Río de Janeiro, con tecnología de los años setenta que en Alemania se considera insegura, lo que plantea la pregunta de si lo que en Alemania se rechaza como "incontrolable" - en palabras de la canciller Merkel-es válido para Brasil. Después del accidente de marzo, Japón, potencia exportadora de nucleares, ha suspendido las conversaciones en la materia que mantenía con países como India, los Emiratos ÁrabesUnidos, Turquía y Brasil.

En el mundo hay 572 reactores, de los que cinco (Harrisburgo, Chernóbil y los tres de Fukushima) se fundieron accidentalmente. Eso arroja una probabilidad de accidente grave del 1%.

19-IX-11, R. Poch, lavanguardia