Brockman i els nous intel.lectuals

Brockman y los nuevos intelectuales

Es un lugar común hablar de la ignorancia entre la colectividad literaria y la científica. El desencuentro entre ambos colectivos es público y notable desde la aparición del famoso libro de C. P. Snow Las dos culturas (1959). También en esa obra, pero en su segunda edición, la de 1963, el mismo Snow hablaba con optimismo de una nueva cultura, la tercera cultura, que antes o después emergería para llenar el vacío que queda entre los intelectuales de letras y los científicos.

Pues bien, para John Brockman esa tercera cultura es ya una realidad, pero una realidad muy diferente a la que Snow predijo. En su opinión, los intelectuales siguen sin comunicarse con los ciéntificos. Por lo tanto, no existe todavía ningún puente entre ellos. Han sido los ciéntificos los que se han abierto finalmente hacia el gran público. Para Brockman "algo radicalmente nuevo está surgiendo. Nuevas formas de entender el mundo físico y nuevas formas de pensar como pensamos. Nuevos conocimientos que obligan a poner en cuestión nuestras anteriores asunciones".

Esos conocimientos son, por ejemplo, sobre la biología del cerebro, descubrimientos en física fundamental, tecnología de la información, genética, neurobiología, bioingeniería, nanotecnología y nuevos materiales... Nuevas formas de entender la realidad que desafían nuestros conceptos tradicionales de lo que significa ser humano. Conocimientos que exigen una nueva cultura: la tercera cultura.

Pero ¿quién es John Brockman? Es el hijo de un vendedor de flores de Boston que llegó a Nueva York en los sesenta, donde se convirtió en uno de los primeros publicistas pop de la época. Suyos son los famosos carteles promocionales de Head, un filme de finales de los sesenta en los que el único reclamo era una fotografía de la cabeza del propio Brockman. Ahora, cuarenta años después, Brockman es uno de los más destacados agentes litararios de Manhattan, y para quienes siguen sus aventuras intelectuales es mucho más. Es el promotor de una concepción de la ciencia diferente, abierta, comunicativa, capaz de abordar las cuestiones esenciales. Su nombre quizá no sea muy conocido entre nosotros, pero sus representados están en primera línea del pensamiento actual: Richard Dawkins, Daniel Dennet, sir Martin Rees, Steven Pinker, Roger Penrose, Jared Diamond, y un largo etcétera de pensadores y ciéntificos publican con él. Brockman, sin embargo, no se limita a representara a escritores, a publicar libros o a escribirlos él mismo, como La tercera cultura (Tusquets), su manifiesto personal respecto al debate entre la ciencia y otras formas de conocimiento. Además es un animador cultural de primera. Su publicación en internet, Edge (www.edge.org) se ha convertido en la promotora de los grandes debates relacionados con la ciencia y la sociedad.

Salvador Llopart, lavanguardia/culturas, 14-IX-05