Catalunya, nus de la xarxa del terrorisme islamista

Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), que nace en Argelia pero que cuenta con marroquíes e islamistas de otros países, ha hecho pública su disposición a recuperar Al Ándalus,que hace llegar hasta el tercio inferior de Francia. Cruel y potente, es la autora del secuestro de los cooperantes catalanes y siempre ha tenido cómplices e informadores camuflados en Catalunya.

LASHKAR-E-TAIBA Y JAISH E MOHAMED. Estos grupos que se pueden encuadrar en el gran movimiento talibán pakistaní están detrás de planes criminales frustrados con Barcelona como escenario. Fanáticos pakistaníes, muy temidos, estaban detrás del tremendo atentado frustrado en el metro de Barcelona de enero del 2008. Un infiltrado de Francia de nombre clave Ahmed, lo evitó.

La nueva política antiterrorista española, replanteada tras la muerte de Bin Laden, pasa por Catalunya. Tres grupos terroristas de ideología común y distinto origen con células asentadas en territorio catalán centran los esfuerzos preventivos de la seguridad del Estado. Son el argelinomarroquí Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y los pakistaníes Lashkar-e-Taiba o Ejército de los Puros y Jaish e Mohamed (Ejército de Mahoma).

Catalunya reúne una de las mayores concentraciones islámicas del territorio europeo desde donde se irradia ideología extremista hacia el exterior, según un estudio del Sindicat de Policia de Catalunya presentado por su portavoz, David Miquel, en un encuentro sobre terrorismo en Madrid.

El documento policial confirma el camuflaje de extremistas entre la ciudadanía musulmana que habita en Catalunya y subraya que las células salafitas detectadas enfocan principalmente su actividad hacia la financiación y el apoyo logístico al terrorismo. El informe recalca la existencia en suelo catalán de un "terrorismo violento" que vincula directamente a AQMI y a los dos grupos pakistaníes citados y no descarta la posibilidad de un atentado.

Las revelaciones que aporta este trabajo analítico se basan en investigaciones de los Mossos d´Esquadra y en datos del Institut Català d´Estudis de Seguretat (ICES) que complementan otros trabajos de los servicios policiales del Estado y también de la UE y Estados Unidos.

Barcelona es hoy epicentro de la mayor concentración de agentes secretos desde la Segunda Guerra Mundial, que tienen la misión de detectar y neutralizar células extremistas. Según el informe policial, una parte sustancial de esta vigilancia secreta se la llevan los sospechosos de pertenecer a los grupos pakistaníes catalogados de altísima peligrosidad. Como ejemplo se precisa que el Ejército de los Puros es el responsable de ataques contra objetivos militares indios y que "son de los más activos contra el control indio de la región de Cachemira".

La detección de miembros de esta organización terrorista en Catalunya, más concretamente en Barcelona, es la causa de la presencia de los servicios secretos exteriores indios - Research and Analysis Wing (RAW)-,que están centrados en la actividad de minorías pakistaníes que se suponen cómplices del terror.

Sobre el Ejército de Mahoma, el otro grupo pakistaní también vigilado por el RAW, además de por los servicios españoles, el informe lo califica de "primo hermano" del anterior y señala que desde su fundación, en 1994, ataca objetivos indios en Cachemira, habiendo "tendido puentes con los talibanes en Afganistán".

El "islamismo violento", concepto utilizado en el estudio, "concentra la preocupación de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros" y focaliza todas sus preocupaciones. "No debemos descartar que puedan o intenten atentar en nuestro territorio", asegura el informe.

Pero, en esencia, la actividad principal de estos tres grupos salafistas es la financiación y al apoyo logístico, incluyendo en este apartado la captación y envío de extremistas a campos de entrenamiento. Cuatro personas al mes es la cifra que EE. UU. manejaba en el 2006, dice el informe, que no revela datos actuales.

La financiación suele ser de dos tipos: las colectas abiertas, donde no esconden el motivo de las aportaciones económicas, y las colectas encubiertas, en las que el dinero no va a parar a la causa anunciada, sino que acaba en manos terroristas. Sobre este punto, fuentes del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) informan de haber detectado extorsiones entre pakistaníes no denunciadas por miedo.

Las colectas malintencionadas ya no suelen hacerse en las mezquitas como anteriormente sucedía. Conocedores de que están siendo observados con lupa, dice el informe, han modificado el modus operandi y extreman las medidas de seguridad. El contacto puede producirse en las mezquitas, pero ahora ni los imanes radicales hablan tan abiertamente sobre estas cuestiones, ni se realiza dentro de ellas ninguna transacción económica.

25-VI-11, E. Martín de Pozuelo, lavanguardia