Rousseff, una Lula regressiva?

La gobernante también sufre para defender algunas de sus políticas de izquierda. Le ocurrió hace unos días con sus planes de educación contra la homofobia. El sector evangélico del Congreso la obligó a frenar el llamado kit-gay,un paquete educativo sobre la tolerancia hacia los homosexuales que iba a distribuirse en las escuelas.

Ya en la campaña electoral de otoño, la entonces candidata hubo de comprometerse con los grupos religiosos a no tocar el artículo del Código Penal que, desde 1940, castiga el aborto con la cárcel. Los mismos grupos pretenden ahora anular la decisión del Supremo de reconocer plenos derechos a las parejas de homosexuales.

12-VI-11, F. García, lavanguardia