´Hablemos de eutanasia´, Maria Farners & Miquel Verdaguer

Morir sense morir es una película estrenada recientemente. Antoni Verdaguer plantea de manera muy didáctica temas como la autonomía personal del paciente, el documento de voluntades anticipadas y la misma eutanasia. Siempre se alude a la dignidad humana, sea para defender el derecho a elegir libremente el momento de la muerte o para oponerse a él. Tenemos autonomía personal para rechazar un tratamiento para combatir un cáncer terminal, pero no cuando se trata de elegir libremente el momento de nuestra muerte.

La eutanasia es todo acto de un profesional sanitario que causa, de forma directa, la muerte de una persona que sufre una enfermedad incurable y terminal, que por su naturaleza le provoca sufrimientos insoportables. Todo en respuesta a la propia petición del enfermo expresada de modo libre y reiterado, con la intención clara de liberarlo del sufrimiento y respetando su voluntad.

La eutanasia o muerte digna suscita un debate que aparece regularmente en los medios. Pero hasta ahora sólo dos países europeos, Bélgica (2002) y Holanda (2003) se han atrevido a regularlo de manera específica. La Iglesia católica defiende el derecho a la vida. En este sentido, la declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la eutanasia, del día 20 de mayo de 1980, afirma: "Debe reiterarse con firmeza y ser declarado que nada ni nadie puede permitir que un ser humano vivo inocente sea muerto, bien se trate de un feto, un embrión, un niño, un adulto o un anciano, o bien se trate de un enfermo incurable o de un moribundo".

En España, la ley general de Sanidad de 1986 inició un proceso de concreción de los derechos fundamentales de las personas. Más tarde, en Catalunya, se redacta la ley 21/ 2000, sobre los derechos de información concernientes a la salud y a la autonomía del paciente y la documentación clínica, que contempla el documento de voluntades anticipadas en el apartado referente al respeto por la autonomía del paciente. El Gobierno español aprobó (mayo 2011) un anteproyecto de ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida. No representa ningún avance sobre el derecho a morir dignamente. ¿Cobardía o puro electoralismo? Sólo hay dos caminos: legalización o despenalización. Mientras seguimos con la confusión de siempre.

8-VI-11, Maria Farners y Miquel Verdaguer, médicageriatra y doctor en Filosofía por la UdG, respectivamente, lavanguardia