´La rebelión de Islandia´, Lluís Foix

El gran buit que es pot obrir entre governants i governats s´ha revelat a Islàndia per segona vegada aquest cap de setmana. Més d´un 60% d´islandesos han votat en contra a un referèndum que plantejava l´obligatorietat de retornar als governs de Gran Bretanya i Països Baixos el deute contret de 4.000 milions d´euros com a conseqüència de la fallida del banc Landsbankinn.

Islandia entró en bancarrota en octubre de 2008 cerrando la bolsa y tomando el control de su banco más importante. Había ocurrido pocas veces. Un individuo puede entrar en quiebra y una empresa también. Lo inédito es que un país se declare oficialmente insolvente. Cayó el gobierno, se pidió el ingreso en la Unión Europea y para recuperar la confianza internacional el nuevo ejecutivo se comprometió a devolver a los damnificados en Holanda y Gran Bretaña el dinero que habían depositado en el sistema bancario islandés. Se propuso la medida en un primer referéndum que perdió y el del sábado lo volvió a perder. Los islandeses no quieren pagar con sus impuestos los compromisos de su gobierno de devolver a instituciones financieras extranjeras que en tiempos de bonanza acudieron a lucrarse en la pequeña isla que ofrecía ventajas sustanciales a las inversiones privadas.

Lo mismo ocurrió en Irlanda, que finalmente tuvo que ser rescatada por la Unión Europea. Pero a Islandia no la rescata nadie porque no forma parte de la UE ni podrá por el momento formar parte de ella. Los gobiernos británico y holandés garantizaron los depósitos de sus ciudadanos en los bancos islandeses. Y, a continuación, exigieron al gobierno de Reykjavik que hiciera lo mismo. Así se acordó oficialmente, pero los islandeses no están de acuerdo y han rechazado en dos referéndums las obligaciones contraídas por su gobierno.

Londres va a presentar sus demandas al Gobierno islandés. Pero la decisión judicial va para largo. Islandia tardará tiempo en salir de la deriva crítica provocada por su sistema financiero. Lo que se ha producido en los dos referéndums es que los ciudadanos no quieren pagar con dinero público los desmanes perpetrados por banqueros que no consultaron a nadie cuando los beneficios eran espléndidos. Cuando llegaron las vacas flacas pidieron ayuda a su gobierno. No lo consiguieron porque los ciudadanos dijeron no.

12-IV-11, Lluís Foix, lavanguardia