i el general renegà del seu fusell

Y el general renegó de su fusil
lavanguardia, 26-VI-06.

De la misma forma que el mitológico dios Cronos devoraba a sus hijos, hay inventos que han destrozado la reputación de sus padres. Alfred Nobel quería estabilizar la nitroglicerina para evitar accidentes laborales. Creó la dinamita, hizo una enorme fortuna y dolido por el uso dado a su descubrimiento creó unos premios con su nombre para la literatura, la medicina, la física, la química y la paz. El teniente general ruso Mijail Kalashnikov inventó el fusil más mortífero y eficaz de la historia y ahora se sobrecoge cuando contempla quién y cómo emplea su arma. Para él, el problema no es el utensilio en sí, sino la falta de control y la manera en que los gobiernos se sirven de él.

Mientras se inicia en Nueva York la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre las Armas Pequeñas y Ligeras, tres ONG (Oxfam Internacional, Amnistía Internacional y la Red de Acción sobre Armas Pequeñas) hacen público hoy un informe según el cual el fusil de asalto kalashnikov seguirá siendo el arma más usada en zonas de conflicto durante, al menos, los próximos 20 años, "por culpa de los escasos controles que existen sobre su producción, venta y uso". El mismo documento añade que el rifle se fabrica en más países y se usa más que en cualquier otro momento en sus 60 años de historia ( "causa un sufrimiento que se extiende por todo el mundo y mata a miles de personas cada año"). Las ONG destacan que el enorme número de centros de producción, la gran disponibilidad de excedentes y la ausencia de leyes globales sobre su regulación facilitan que "caigan en manos de intermediarios sin escrúpulos, grupos armados y delincuentes".

El padre de la infernal criatura se llama Mijail Kalashnikov y nació el 10 de octubre de 1919 en la ciudad de Kurya, en el norte de Siberia, en Rusia. Hijo de campesinos, ingresó en el ejército Rojo en 1938, participó en la Segunda Guerra Mundial como suboficial de carros de combate y resultó herido. Destacó por su ingenio y perfeccionó el funcionamiento de los tanques.

En 1947 apareció su diseño final de fusil de asalto, el AK 47, más conocido como kalashnikov, que fue adoptado como arma estándar del ejército Rojo en 1949 y posteriormente de todas las tropas del pacto de Varsovia. Su facilidad de manejo y que disparara en las peores condiciones atmosféricas motivaron que se difundiera su uso. Así, su silueta aparece en la bandera de Mozambique. Pero hoy, Mijail Kalashnikov no se siente especialmente orgulloso de su creación. Gracias a su inventiva, Kalashnikov es teniente general en Rusia y fue distinguido con medallas y honores, pero en declaraciones efectuadas en el marco de la campaña Armas bajo control dice: "Debido a la falta de controles internacionales sobre la venta, las armas pequeñas pueden llegar fácilmente a cualquier lugar del mundo para ser usadas no sólo para la defensa nacional. También caen en manos de agresores, terroristas y todo tipo de delincuentes (...) Cuando veo la televisión y veo armas pequeñas de la familia del AK en manos de bandidos, no puedo dejar de preguntarme cómo las han conseguido".

La campaña Armas bajo control entregará al secretario general de la ONU, Kofi Annan, un millón de fotografías de personas tomadas en 160 países y que simbolizan los muertos causados por este tipo de armamento desde el 2003. ElAK47 forma parte del arsenal de 82 naciones y se fabrica en otras 14. Jeremy Hobbs, director de Oxfam Internacional, ha expresado que es un fusil "que no está sometido a regulación alguna y está fuera de control, por lo que está alimentando los conflictos y la pobreza en los países menos desarrollados". Irene Khan, secretaria general de Amnistía, señaló que "el AK 47 es el símbolo de cómo el comercio de armas se produce de forma frenética, destruyendo vidas y los medios de subsistencia de las personas".

Todo el mundo coincide en el drama que desencadena la venta de armas, sobre todo en los países más pobres con conflictos bélicos, pero falta ponerle el cascabel al gato. Mijail Kalashnikov es ya el inmortal creador de uno de los máximos exponentes de la tragedia, el fusil de asalto AK 47. El hijo ha devorado al padre, entristecido por ver cómo las gasta su creación, pero que sigue pensando, quizás como disculpa, que la culpa no es de las armas, sino de quien las carga, y por eso demanda más control en el comercio internacional de armamentos y que los políticos hagan buen uso de ellas.