Sarkozy passa de la UE i reconeix ´Bengasi´

Desde Bengasi, el Consejo Nacional de Transición multiplica sus señales tranquilizadoras a la comunidad internacional. Ayer anunció que respetará todos los contratos firmados sobre venta de petróleo, que tratará de aumentar la producción y también que se considera autorizado a quedarse con los beneficios.

La noticia cayó como una bomba en los círculos diplomáticos europeos a media mañana de ayer: el presidente francés Nicolas Sarkozy acababa de reconocer a la oposición libia (el Consejo Nacional de Transición) como interlocutor legítimo y anunciaba el intercambio de embajadores con Bengasi, la capital de los rebeldes. Francia se convertía así el primer país del mundo en reconocer a este órgano como representante legítimo del pueblo libio, tan sólo 24 horas después de que Catherine Ashton, jefa de Exteriores de la UE, pidiese evitar "reconocimientos unilaterales". El anuncio, minutos antes de que los ministros de Exteriores de la UE comenzaran una reunión extraordinaria, dejó una pregunta en el aire: ¿Ha llegado la hora de que Europa tome partido y sedecida a apoyar el derrocamiento de Gadafi?Lamayoría, como después se vio, no lo cree así, aunque no parece posible que haya vuelta atrás en su llamamiento a que el coronel abandone el poder. También EE.UU. quiere colaborar en la tarea. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se reunirá con líderes rebeldes la semana próxima durante su visitaaEgipto y Túnez, informa M. Bassets. El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, dio a entender que contaba con el apoyo de Berlín, pero su colega alemán no tardó en desmentirlo. "Habrá que esperar a consultar con la UE y la ONU. Antes de dar semejante paso político, debemos saber con quién estamos tratando", comentó Guido Westerwelle, para quien la decisión es "prematura". Las reacciones del resto de ministros no fueron más positivas, molestos porque Francia actúe por libre y se precipite a avalar a un ente en fase embrionaria y de incierta representatividad. Ni siquiera el Reino Unido, que prepara junto con Francia una resolución para acordar una zona de exclusión aérea en Libia, se sumó el movimiento. William Hague, ministro de Exteriores, se reunió en Bruselas con miembros del CNT, pero se limitóa declararlos "interlocutores válidos" y "gente con la que se puede hablar"... Pero –subrayó– "reconocemos Estados, no gobiernos". España dio una respuesta similar. La ministra de Asuntos Exteriores Trinidad Jiménez confirmó que se ha mantenido contactos con miembros de la oposición pero se distanció de Francia: España "no reconoce personas, sino estados". No legitimar a los rebeldes, subrayó, no implica apoyar al dictador: "En este momento, no hay ninguna salida que contemple la posibilidad de la permanencia de Gadafi". Sarkozy, que tardó una eternidad en reaccionar ante las revueltas populares en Túnez y Egipto, ha decidido ahora ponerse a correr y adelantarse a todo el mundo a la hora de reconocer oficialmente al inestable poder disidente de Bengasi. Con muchos menos intereses en juego en el caso de Libia, el presidente francés se ha apresurado a romper totalmente con Gadafi, en un gesto –más dirigido a la opinión pública interna que a la internacional– que busca borrar la desastrosa imagen del dictador recibido con honores en París en el 2007, como peaje por la liberación de las enfermeras búlgaras. El régimen libio reaccionó oficialmente con la amenaza de ruptura de relaciones diplomáticas –como si no hubieran sido rotas ya unilateralmente por París– y, oficiosamente, con desvelar un "grave secreto" sobre la financiación de la campaña de Sarkozy que podría hacerle dimitir. Ante las dificultades para acordar una zona de exclusión aérea en Libia, París se inclina por una acción militar limitada para neutralizar la aviación de Gadafi, incluso al margen de la OTAN. Según la agencia France Presse, la propuesta francesa consistiría en bombardear los aeródromos de Sirte y de Sebha –en el sur, cerca de la frontera con Chad–, así como el centro de mando de Gadafi en la capital. En Washington, el director nacional de inteligencia, James Clapper, alertó que Gadafi ha afianzado su poder y que, dados sus recursos, podría "prevalecer". Los tambores de guerra que suenan desde París no contagiaron al resto de capitales. El ministro italiano Franco Frattini aseguró que Roma no participará en estos ataques mientras su colega alemán afirmó categóricamente que "no se dejará arrastrar a una guerra en el norte de África". También los ministros de Defensa de la OTANestudiaron la situación. La Alianza, acordaron, sólo intervendría si se dan tres condiciones: "una necesidad demostrable de actuar, una base legal clara con una nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidasy el apoyo expreso de los países de la región", recalcó el secretario general, Anders Fogh Rasmussen. Los preparativos para una hipotética intervención continúan y entretanto se ha acordado reforzar la presencia naval en el Mediterráneo para poder vigilar mejor los movimientos de Gadafi, apoyar una posible ayuda humanitaria y asegurarse de que el embargo de armas se cumple. Carme Chacón anunció que España aportará el submarino Mistral, ya en la zona.

11-III-11, B. Navarro/Ll. Uría, lavanguardia