part de guerra, 8-III-11

Ayer se confirmaron las bajas del domingo en Ez Zauiyah: 18 muertos y unos 200 heridos. Un médico de esta ciudad que está sufriendo duros ataques ha hecho llamamientos desesperados a través de los medios árabes por satélite.

Los problemas se multiplican en los hospitales. Por un lado, la falta de suministros y de material, así como de preparación para tratar heridas de guerra, y por el otro, se están agotando las reservas de medicinas y otros recursos para atender a los pacientes corrientes y, en particular, a los enfermos crónicos. Es una situación similar a la de Gaza bajo el bloqueo israelí. Se trata de ciudades por debajo del millón de habitantes. Misratah, la tercera urbe libia, tiene 300.000; Ez Zauiyah, cerca de 200.000. Valerie Amos, secretaria general adjunta para asuntos humanitarios de la ONU, afirmó tras visitar la frontera libio-tunecina y Echoucha el domingo que la prioridad es Misratah porque "hay gente herida y muriendo". Y añadió: "Las organizaciones humanitarias precisan acceso urgentemente"...

En el este y el oeste, los rebeldes intentan no perder sus posiciones: con desesperación. Desde el centro, Gadafi intenta arrebatárselas: con represión. Y, fuera, el mundo no sabe todavía qué hacer ni sabe si poner el adjetivo de civil a la guerra libia.

Tres semanas después de la insurrección popular, el país tiene dos gobiernos diferentes, dos ejércitos desiguales y una batalla territorial que no se ha movido en exceso: pese a las embestidas del domingo, la oposición seguía ayer controlando Misratah –la tercera ciudad del país, totalmente asediada– y, en el frente este, intentaba que las fuerzas de Gadafi no pasaran de Ras Lanuf, con sólo 12.500 habitantes.

El régimen, según la oposición, emprendió ayer una nueva ofensiva contra Ez Zauiyah, cuarta ciudad del país y –después de Misratah– el principal feudo rebelde en el oeste. Cortaron la señal de telefonía móvil en la zona y no se sabe lo que ocurre en la ciudad ni hay información de los milicianos atrincherados en la plaza de los Mártires. Con toda seguridad, una matanza, como el domingo en Misratah.

En el este del país, los cazas de Gadafi lanzaron ayer tres raids contra la estratégica base petrolera de Ras Lanuf, tomada el viernes por los rebeldes. De madrugada, ante el regreso de las tropas de Gadafi desde Ben Jawad, todos los civiles de la pequeña ciudad fueron evacuados. Uno de los misiles alcanzó una pick-up y mató al menos a un miembro de una familia que viajaba dentro.

El avance de los rebeldes hacia el oeste es difícil, y no sólo porque no tengan aviones, tanques ni nada parecido a la experiencia: entre ellos y Trípoli se interpone la región de Sirte, territorio mimado por el régimen. Aquí nació Gadafi y aquí organizaba sus conferencias internacionales y hospedaba a los vips que paseaba por Libia. No será fácil cruzar este feudo familiar. La euforia inicial se ha apagado en Bengasi, segunda ciudad del país y capital de la Libia rebelde. Ya no tienen tan claro que podrán liberarse de Gadafi ellos solos.

8-III-11, P. Garcia-Planas/F. Flores, lavanguardia