nova vella bandera

Días atrás, dos libios que habían dejado el país hablaban con la prensa en Ras Jdir. Uno de ellos se había puesto la nueva bandera libia a modo de capa. Otra bandera igual cubría ambos lados de una furgoneta. Las franjas, la media luna en el centro, estaban cosidas a mano. "Las han hecho aquí las mujeres de Sfax", nos dijo un tunecino. Solidaridad revolucionaria.

Es importante una bandera. La causa palestina no sería lo mismo sin ella; la revolución naranja de Ucrania se la hizo fabricar, a lo grande, en Polonia; en Kosovo, un concurso de diseños fracasó: se impuso el de la Unión Europea, tan aparatoso, ajeno y poco representativo que, el día de la independencia, la única bandera era la roja albanesa con el águila. La revuelta libia rechaza la bandera actual porque fue creada por Gadafi, así que apareció enseguida la bandera del triunfo sobre la dominación italiana, en el año 1951.

La enseña consiste en tres franjas horizontales, roja, negra y verde, con la media luna y la estrella islámicas sobre el fondo negro. El rojo simboliza la sangre de los mártires de la independencia; el verde es la paz y la prosperidad, y es asimismo el color del islam, mientras que la franja negra con el creciente y la estrella remite al emirato de la Cirenaica - de 1949 a 1951-y por tanto a la familia Sanusi, que es la del rey Idris, primer monarca del reino de Libia independiente y derrocado por los jóvenes oficiales - Gadafi entre ellos-en 1969.

Con aquella revolución del 1 de septiembre (en realidad, un golpe de Estado) se impuso la tricolor del panarabismo (tres franjas horizontales, roja, blanca y negra), hasta que en 1977 Gadafi crea la Jamahiriya o Estado del poder popular y cambia la bandera. Ahora será monocroma, de un verde medio, sin ningún tipo de símbolo.

Entre las innumerables excentricidades de Gadafi se ha señalado su obsesión por el verde, que alcanzaría, se dice, hasta la tinta de los bolígrafos. El verde es el color del islam, y el coronel se considera protector de los creyentes. Es también el color del paraíso en un país con serios problemas de agua. Pero quizás es, sobre todo, el color del doctrinario de Gadafi: el Libro Verde,de estudio obligado en las escuelas, quemado estos días en una gran pira en la ciudad de Misrata, según se ha podido ver por televisión en imágenes de videoaficionado.

El Libro Verde y la creación de la Jamahiriya en 1977 son el inicio de la revolución gadafista, la imbricación en la sociedad de los coercitivos comités revolucionarios y las ejecuciones públicas - televisadas-de disidentes.

No es extraño, pues, que los jóvenes insurgentes no quieran saber nada de la bandera verde y enarbolen la de otra Libia, que no puede ser sino la del antiguo reino de Sayid Idris al Sanusi, Idris I. Los Sanusi fundaron una cofradía religiosa de enorme influencia en el país, y en particular en la Cirenaica, que resistió a los otomanos y a los italianos. Su bandera es pues la de la independencia, pero en esta revuelta, y por alguna razón, la franja negra que los identifica ya no es el doble de ancha que las otras dos.

De ahí a una restauración de la monarquía va un trecho muy largo. Al igual que ha ocurrido con la Europa del este, hay más de un pretendiente en el exilio. Por un parte el príncipe Mohamed al Rida ben Sayid Hasan al Rida al Mahdi as Sanusi, de 49 años, hijo del príncipe Hasan - sobrino de Idris I-y al parecer es reconocido como heredero por los monárquicos.

De otro lado, el príncipe Idris, cinco años mayor, es hijo de Abdalah al Sanusi, hermano del monarca, y está casado con la española Ana María Quiñones de León. Ambos - el primero en Londres y el segundo en Roma-andan a la greña por la cuestión de la legitimidad, y ambos dicen que no aspiran al trono sino a ayudar al pueblo libio en una transición post-Gadafi.

Desde Londres, el príncipe Mohamed ha estado reclamando una intervención internacional que ponga fin al "baño de sangre". En una entrevista para Asharq al Awsat,preguntado por una restauración de la monarquía respondió que "es muy pronto para contestar a eso; ya será revelado con el tiempo". El uso de la bandera Sanusi entre los jóvenes insurgentes y en las embajadas que han abandonado a Gadafi le ha "llenado el corazón de alegría, porque es la bandera de la fundación de Libia".

6-III-11, F. Flores, lavanguardia