augmenta la tensió a l´Iran

A pesar de que ya han pasado tres días desde las marchas en las que miles de personas salieron a protestar contra el Gobierno en varias ciudades de Irán, la tensión no para de aumentar. Mientras que ayer el cerco a los considerados como líderes de la oposición, Mehdi Karrubi y Mir Hosein Musavi, se estrechaba al límite, decenas de seguidores y opositores del Gobierno chocaron de nuevo durante el funeral de uno de los dos estudiantes que murieron en los disturbios del lunes.

Los enfrentamientos sucedieron en la Universidad de Teherán durante el entierro de Jaleh Saleh, un joven kurdo, estudiante de la facultad de Arte de esa universidad de quien el Gobierno ha asegurado que era miembro de los basijis.Como prueba de que Saleh pertenecía a la milicia del régimen, el Gobierno mostró un carnet de afiliación del joven de 26 años, cuyos compañeros de clase aseguran que había salido a la calle el lunes para protestar contra el Gobierno. "Todos sabemos que ese carnet se lo dan a todos los estudiantes que llegan de fuera de Teherán el primer semestre, pero eso no significa nada", explicó a La Vanguardia un estudiante que conocía a Saleh y que ayer fue testigo de cómo un gran número de basijis llegaron a la facultad de Arte, donde arrinconaron a varios estudiantes, a los que pegaron.

"¡Muerte a Karrubi, muerte a Musavi!", gritaban miles de partidarios del Gobierno en el funeral, pidiendo que ambos líderes sean condenados mientras mostraban la foto de quien consideran su mártir. Los estudiantes también reclaman a Saleh como su mártir. En la ciudad de Qom, considerada la capital religiosa de Irán, también se cerró el espacio a los reformistas. Decenas de clérigos pidieron la ejecución de los líderes de la oposición. El fiscal general, Gholam Hosein Mohseni Ejeli, respondió diciendo que ambos líderes serían procesados cuanto antes por sus "actos criminales", y que no podían ser perdonados.

"Estoy listo para pagar cualquier precio", respondió Mehdi Karrubi en un comunicado horas antes de conocerse que más de veinte personas habían entrado en su casa para registrar cada rincón. Según aseguró uno de sus hijos a SahamNews. com, web cercana a Karrubi, no se encontraba en casa cuando esto sucedió.

El otro político señalado, Mir Hosein Musavi, también emitió ayer un comunicado en el que felicitaba a la gente que había salido a la calle el 14 de febrero y aseguraba que el movimiento había sido atacado por dos frentes: el Gobierno y "los extranjeros y oportunistas internacionales que cuidan sus propios intereses". Musavi, de quien su hija aseguró ayer no tener noticias desde el viernes pasado, se refiere a las acusaciones dentro de Irán que unen al movimiento de protesta con Occidente y a las declaraciones de políticos estadounidenses que apoyaron las manifestaciones.

La pregunta que quedaba ayer en el ambiente es qué pasaría si Musavi y Karrubi fueran procesados. "Hubo serios problemas en el pasado para lidiar con la oposición, que aún no han desaparecido", aseguró ayer a La Vanguardia Graham Fuller, analista político estadounidense especializado en fundamentalismo islámico, quien aseguró que el guía de la revolución, Ali Jamenei, nada en aguas difíciles debido a que tendrá que elegir entre la seguridad del régimen y la posición del presidente Ahmadineyad. "Creo que arrestarlos crearía una situación peligrosa", dijo Fuller.

No piensa lo mismo Cyrus Safdari, que dirige la web Iran-Affairs. comy para quien el Movimiento Verde es una "ilusión", pequeña y confundida debido a que no tiene "líder, plataforma ni agenda, ni a corto ni a largo plazo". "El impacto del movimiento no será tan sentido en Irán como, tal vez intencionadamente, en los círculos de Washington", aseguró. De momento, los fieles al Gobierno han convocado una marcha para mañana.

17-II-11, C. Gómez, lavanguardia