La comisión electoral concluyó ayer que más del 99 por ciento votó a favor de la independencia de Sudán del Sur en el referéndum, aunque se trata todavía de resultados preliminares oficiales. Los resultados finales se esperan para comienzos del próximo mes. La noticia desató celebraciones masivas en la capital sureña de Yuba. Cientos de personas salieron a la calle a cantar y bailar tras conocerse que el 99,57 por ciento de los votantes de diez estados del sur eligieron la independencia. "Esto es por lo que voté, para que la gente pueda ser libre en su propio país (...) Digo felicidades un millón de veces", gritó a la multitud el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir. La votación era uno de los compromisos del acuerdo de paz del 2005, que puso fin a una larga guerra civil. 31-I-11, reuters, lavanguardia
Entre casi cuatro millones de votantes, los favorables a la unidad apenas ocuparían la mitad del Camp Nou. Los resultados provisionales del referéndum por la independencia del sur de Sudán arrojan unas cifras tan esperadas como inapelables: con apenas unos miles de papeletas aún por escrutar, el 98,8% de los sursudaneses quiere la secesión.
Aunque los porcentajes deben ser corroborados por Jartum - si no hay alegaciones, el resultado definitivo se dará el 7 de febrero-,nadie duda de que el mayor país de Áfricase partirá en dos. La alegría que hace diez días se palpaba en Yuba, capital del sur, seguirá hasta el9de julio, cuando está prevista la declaración de independencia. Ese día, si la violencia no lo impide antes, nacerá el país 193 del mundo. El norte acusó el golpe. La alegría del sur contrastaba ayer con el aire enrarecido de Jartum, donde el rumor de una revolución similar a la de Túnez se oía cada vez con mayor nitidez.
Más allá de la felicidad de grupos radicales de Jartum, el norte vive con tristeza y amargura la fase de separación, encuadrada en el proceso de paz del 2005 que cerró 22 años de guerra civil. Y el aumento del precio del petróleo y los alimentos aviva el descontento. Desde Jartum, el director del diario Al Jareeda,Mohamed Awad, no disimula su preocupación. "La independencia está hecha, pero ahora toda la ira se vuelve contra el Gobierno de Al Bashir por los efectos de esa secesión. En los últimos meses ha habido un encarecimiento nunca visto de la vida. La atmósfera es rara, podría ser factible una revuelta a la tunecina",asegura.
El Gobierno de Jartum parece compartir ese temor. En la medianoche del lunes, fuerzas de seguridad detuvieron al líder opositor de 78 años Hasan Turabi, muy popular en Darfur. Días antes había despertado a los fantasmas en una entrevista con France Press. "Este país ya ha conocido revueltas populares. Lo que ha ocurrido en Túnez es un recordatorio. Eso podría pasar en Sudán", advirtió. Durante tres horas del día de ayer, se rumoreó que Turabi había muerto en prisión, lo que aumentó la tensión.
En el sur, la satisfacción por el apoyo masivo favorable a la autodeterminación no es completa. Aún quedan asuntos espinosos por concretar antes de julio, como un 20% de la futura línea fronteriza, el reparto de los beneficios del petróleo - el 80% de las reservas están en el sur-y el destino de la región rica en crudo de Abyei, donde ha habido decenas de muertos las últimas semanas. El referéndum paralelo que debía celebrarse en esa provincia para decidir si formaba parte del norte o del sur de Sudán se atrasó sine die.
Las otras diferencias tampoco empujan a cantar victoria antes de tiempo. Al histórico subdesarrollo del sur, que en el pasado fue cantera de esclavos africanos del norte árabe,se unen tiranteces religiosas - Jartum quiso imponer el islam en el multirreligioso sur-y choques tribales. En Abyei, los nómadas árabes messeriya luchan por llevar a pastar a su ganado a las fértiles tierras del sur y territorio dinka.
Pero más allá de la política, el odio va a menos. En las últimas semanas, centenares de sureños se amontonan en la ciudad norteña de Kosti para huir por el Nilo hacia el sur, por miedo a represalias o en busca de trabajo. Ante la grave situación del campo de retornados improvisado, jóvenes del norte han iniciado una campaña para donar un kilo de harina a sus "hermanos del sur".
24-I-11, X. Aldekoa, lavanguardia