Hace un par de días oí en la radio que el día 3 de enero ya se habían hecho efectivas 300 denuncias por el incumplimiento de la nueva ley antitabaco. Estas denuncias han sido interpuestas por ciudadanos hartos de inhalar humo sin ser fumadores.
Me parece de perlas, las leyes están para cumplirlas y entre todos, si se da el caso, hacerlas cumplir. Hasta aquí todo estupendo y muy cívico.
Yo personalmente quiero denunciar a aquellos que roban sistemáticamente a la Hacienda pública, a los que están de baja por lumbago y salen a hacer footing, a los que hacen chapucillas aquí y allá y no cotizan, a los médicos que dan las bajas a sabiendas de que el paciente no está enfermo, a los que se cuelan en el metro, a los que rompen y ensucian el mobiliario urbano, a los que maltratan a los animales...
No sigo, no vaya a ser que me tilden de intolerante y no hay nada más feo y más retrógrado hoy en día que ser intolerante; a no ser que tu intolerancia vaya dirigida a los fumadores, entonces eres cool y estás en la onda.
Estoy deseando que alguien me dé respuesta para saber cómo lo hago para denunciar a todos aquellos que se saltan las leyes a la torera y viven entre nosotros sin esconderse. Y aveces hasta incluso sintiéndose los más listos y espabilados de entre los habitantes de esta sociedad tan rara.
6-I-11, I. MONTAGUT ASTUDILLO, L´Hospitalet de Llobregat, cartasdeloslectores/lavanguardia