Hashim Thaci, implicat en trāfic dīōrgans, assassinats...

Kosovo, el país más pobre y aislado de Europa, un protectorado en manos de la ONU, la OTAN y la UE, se vio forzado ayer a afrontar los crímenes cometidos durante la guerra de guerrillas que, entre 1998 y 1999, lo enfrentó a Serbia por la independencia. Su primer ministro, Hashim Thaci, reelegido el domingo en unos comicios marcados por las irregularidades, parece que era el jefe de una mafia dedicada al tráfico de órganos y drogas.

Así lo afirma, al menos, Dick Marty, senador suizo y miembro del Consejo de Europa en un informe preliminar que ha elaborado sobre los centros de detención en el norte de Albania. Presos civiles, tanto serbios como kosovares opuestos al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), eran asesinados y sus riñones vendidos en el mercado negro. Thaci era el jefe político de esta milicia, embrión del hoy dominante Partido Democrático de Kosovo. Marty asegura que, además, era el "actor clave" de un ELK que era una de las mafias más poderosas de los Balcanes. Occidente, según señala, ignoró estos crímenes porque su objetivo era "la estabilidad a cualquier precio".

Albania y Kosovo afirman que todo es mentira. Aun así, Eulex, la misión de la UE que intenta construir un Estado de derecho, investigará las acusaciones de Marty. El senador suizo dirigió un equipo que enel 2009 visitó el norte de Albania y, al parecer, encontró pruebas de lo que ya había apuntado Carla del Ponte, ex fiscal del tribunal de la ONU para los crímenes de guerra. Del Ponte se basó en el testimonio de periodistas. Marty identifica ahora varios centros de detención, incluido uno "ultramoderno pensado para el tráfico de órganos".

En un caso aparte, la UE ha procesado a siete kosovares por realizar trasplantes ilegales en Pristina. Además, varios líderes del ELK están siendo juzgados por dirigir centros de detención en Albania. El tribunal de La Haya, por su parte, juzga por crímenes de guerra a Ramush Haradinaj, un guerrillero convertido en político que el domingo logró el 12,5% de los votos. El PDK de Thaci rozó el 31%.

Thaci garantiza la estabilidad pero no ha hecho nada - como ha señalado laUE-contra la corrupción y el crimen. La falta de garantías impide las inversiones extranjeras que la economía requiere. El paro es del 45%.

Las acusaciones contra Thaci impiden llevar a cabo las negociaciones que, auspiciadas por EE. UU. y la UE, iban a iniciarse entre Belgrado y Pristina. Ningún líder serbio quiere ahora verse con él. Serbia, que debe resolver su relación con Kosovo si quiere entrar en la UE, siempre se ha quejado de que Washington y Bruselas han tolerado los crímenes kosovares mientras castigaba los serbios. Su ministro de Exteriores sugirió ayer en Moscú que Thaci debería ser procesado.

16-XII-10, agcs, lavanguardia