VISA, Paypal, twitter... boicotegen wikileaks; Anonymous contraataca

El cerco financiero a Wikileaks se estrecha. El portal de Julian Assange, que vive de las donaciones on line, recibió ayer un nuevo golpe al perder otros dos canales de financiación. Si el sábado fue PayPal, ayer fueron Visa y Mastercard quienes anunciaron que suspendían todos los pagos que se realizan a través de sus servicios a Wikileaks, alegando la investigación en marcha sobre las actividades de la plataforma. Quienes quieran realizar donaciones a Wikileaks sólo disponen ahora de tres vías: mediante tarjeta de crédito a través de DataCell, una compañía suiza de transferencias bancarias, giro postal o transferencia bancaria directa. En represalia por el acoso que a su juicio está sufriendo Wikileaks, el grupo de hackers Anonymous ha iniciado una ola de ataques contra las empresas que han perjudicado al portal, en lo que ha bautizado como operación Venganza. De momento, se han registrado ataques llamados Ddos - consiste en lanzar numerosas peticiones a un servidor que aloja una página web, de forma que el servicio de hosting no puede soportar la carga y el servicio queda suspendido-contra las webs del sistema de pago por internet PayPal y contra el del banco postal suizo PostFinance, que canceló el lunes una cuenta de Assange. Ambas webs estuvieron varias horas bloqueadas, lo que provocó muchas quejas de los clientes del banco suizo. El grupo Anonymous, que en octubre lanzó ataques contra webs de instituciones de protección de derechos de autor como la SGAE, asegura no tener ninguna relación con el sitio web ni su autor, pero que le apoya porque "defienden los mismos principios: la transparencia y la anticensura". Anonymous ha amenazado incluso a Twitter, acusándolo de censurar las conversaciones sobre Wikileaks.



En medio de intensas presiones del Gobierno de Estados Unidos, compañías privadas -desde Visa hasta Mastercard, pasando por Amazon. com- intentan cortar la presencia en la red de Wikileaks, dificultar su financiación e impedir que siga divulgando en los medios secretos de Estado.

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En una conferencia en París, Osama Bedier, un vicepresidente de PayPal, reconoció que su empresa, que facilita los pagos por internet, había congelado la cuenta de Wikileaks después de leer una carta del Departamento de Estado en la que avisaba de que las actividades de la organización de Assange eran "ilegales" en Estados Unidos.



Hasta ahora, Wikileaks como empresa no ha sido acusada formalmente de nada, y en Washington el Departamento de Justicia todavía busca cómo podría juzgar a Assange. Los juristas avisan de que no resultará fácil hacerlo en uno de los países donde la libertad de expresión y de prensa cuenta con menos límites.

Las últimas víctimas del ataque informático, y hasta ahora las más prominentes, han sido Visa y Mastercard, las multinacionales de tarjetas bancarias con sede en Estados Unidos. Visa y Mastercard han anunciado que dejaría de procesar el pago de donativos a Wikileaks, una organización que dice financiarse gracias a donantes anónimos.

La réplica llegó ayer, cuando los hackers lograron paralizar la página web de Mastercard y Visa. Durante buena parte del día fue imposible acceder desde Estados Unidos a ambas webs, aunque la parálisis no pareció afectar a los servicios a los clientes.

El ataque coincide con la publicación de más informes confidenciales, una evidencia de que el cerco a Wikileaks no ha impedido que siga funcionando.

De estos informes, dos conciernen precisamente a Mastercard. Uno muestra a diplomáticos estadounidenses presionando a las autoridades rusas para que enmienden una ley financiera a fin de favorecer a empresas como Visa - que también ha cortado los vínculos con Wikileaks-o Mastercard.

El ataque de ayer se suma a otros similares en los últimos días a empresas como la propia PayPal, PostFinance - el banco suizo que el lunes cerró la cuenta de Assange-o a la Oficina Fiscal Sueca, cuya página web se ha visto agredida por los hackers.

Assange, australiano de 39 años, fue detenido el martes el Londres con una orden de extradición a Suecia. El motivo no es la publicación de documentos confidenciales estadounidenses - además de los informes del departamento de Estado, también ha publicado informes militares de Iraq y Afganistán-,sino una denuncia por delito sexual. Anoche la web del bufete de Claes Borgstrom, el abogado que representa a las dos mujeres que denunciaron a Assange, se hallaba bloqueada.

Detrás de los ciberataques se encuentra supuestamente un grupo de activistas denominado Anónimo, responsables aparentes de la campaña denominada Operación Venganza, según declaró Per Hellqvist, especialista de la firma Symantec, a la agencia Associated Press. En un comunicado, Operación Venganza amenazó: "Twitter, eres el próximo por censurar el debate sobre Wikileaks". Los partidarios de Wikileaks acusan a la popular página de mensajes breves de discriminar a la organización de la lista de temas más comentados.

"Wikileaks ha sacado al genio de la transparencia de una botella muy opaca, y fuerzas poderosas en América, que aspiran al secretismo, están desesperados por meter al genio dentro", dijeron en un comunicado un grupo de ex espías, ex diplomáticos y ex altos funcionarios, entre ellos Daniel Ellsberg, que en 1971 filtró los papeles del Pentágono, un caso que se ha visto como un antecedente de Wikileaks.

8/9-XII-10, R. Ramos/M. Bassets, lavanguardia