debat al Senado (XI-10)

Quizá porque es todavía joven o tal vez por su fuerte vigor democratizador, la red española vivió ayer fuertes convulsiones como consecuencia de un debate político en el que se abordaban algunos derechos esenciales en internet, más concretamente la neutralidad de los operadores.

Fue el grupo parlamentario popular en el Senado quien provocó el debate. Los senadores debatían una moción del PP que instaba al Gobierno a garantizar la neutralidad de las empresas de telecomunicaciones en el acceso a los contenidos. La propuesta forma parte del grueso de reivindicaciones de los internautas y pretende anticiparse a la posible tentación de algunos operadores de favorecer el acceso a los contenidos de algunos socios comerciales o de entorpecer el acceso a determinadas páginas. Esto es, evitar una distorsión en el acceso a los contenidos por parte de quienes tan sólo deben ser mediadores.



El debate en el Senado parecía centrarse en las formas, pues todos los grupos menos el PP pretendían que se introdujese una enmienda para que cualquier normativa en este sentido se circunscriba a la legislación de la UE. Pero mientras los senadores de las diferentes formaciones negociaban, el debate se trasladaba a twitter. En la red social de microblogging blogger se había colgado tanto el texto de la moción popular como el de la enmienda que había presentado el PSOE, lo que, naturalmente, provocó una auténtica catarata de reacciones de todo tipo entre los internautas, demostrando una vez más la enorme capacidad propagadora de las redes sociales.

Aunque son los senadores los únicos capacitados para votar, la noticia de que twitter estaba en plena ebullición con los textos originales desató una ola de indignación entre los parlamentarios, hasta el punto de que todos los partidos menos el PP hicieron notar su malestar por que su trabajo estuviese siendo debatido y evaluado fuera de las paredes del Parlamento.

La moción del PP fue finalmente rechazada, pues los populares se negaron a incorporar la propuesta de los socialistas, que contaba con el apoyo del resto. No obstante, la semana que viene se votará otra moción parecida y presentada por el PSOE. Para lo que sí sirvió la de ayer fue para despertar el interés de miles de internautas por los derechos que pueden exigir, para comprobar hasta qué extremo la porosidad entre el mundo real y el virtual puede despertar las conciencias y para contrastar el enorme celo que los internautas sienten por sus derechos dentro de ese otro mundo de bytes.

18-XI-10, L. Izquierdo, lavanguardia